lunes, marzo 19, 2007

Productividad: matriz DI

La semana pasada Telémaco nos exponía una idea radical: Ideas Heréticas 1: La productividad es peligrosa. Un par de días después, Julen recogía el testigo en el post Innovación y estilos de vida. Esto me animó a aporrear las teclas de mi Towando para expresar mi opinión al respecto.

Muchos de los que hablan de productividad lo suelen hacer desde la retaguardia, mirando de lejos el frente de guerra y sin mancharse las manos en el barro de las trincheras. Están más cerca del modelo del mando intermedio metrosexual que del masculino. Esta visión de la big picture puede ser buena para ver el entorno completo pero pierde toda la riqueza del detalle de las relaciones humanas que forman el conjunto.

No hay una receta general para la productividad, se debe analizar según el entorno. No es lo mismo el sector servicios que la industria, la sanidad o la Administración; cada sector tiene sus propias características. Mi punto de vista sobre la productividad está totalmente condicionado por mi experiencia laboral en los proyectos relacionados con las TICs. Durante más de veinte años he trabajado en las trincheras hasta que las abandoné voluntariamente para retirarme a la retaguardia. Creo que me encuentro en una magnifica disposición de exponer mi punto de vista, una vez que se ha asentado mi experiencia en el frente de guerra.

Recuerdo el post Pan con mantequilla que escribió Telémaco hace año y medio, en el aparece una matriz SDG extraída del blog “Nodos en la Red”. También he analizado la matriz BCG (Boston Consulting Group). Estas matrices definen de una forma conceptual la representación de los proyectos de una entidad. Las he examinado al derecho y al revés pero mis ojos me llevan a mirar los proyectos en una relación de Dinero invertido-Incompetencia de los que participan en el proyecto.

Ésta es la representación visual que denominaré matriz DI ( Dinero Incompetencia).

En este modelo visual el eje x corresponde a la incompetencia, expresada como la integración de todas las incompetencias de los participantes en el proyecto, bien como clientes, bien como ejecutores.

El eje Y corresponde al presupuesto del proyecto, medido en dinero contante y sonante.


Esta representación proporciona los siguientes cuatro posibles estatus del proyecto:

Artesanía: Son proyectos primorosos, hechos con rigor y sin despilfarro, cuya finalidad es terminarlos con éxito. Recuerdan a los procesos artesanos en los que prima el saber hacer de los ejecutantes más que en la fuerza del trabajo. Se producen cuando se dan las condiciones de una baja incompetencia y un presupuesto limitado. Suelen ser muy variados, tienen poco overhead y una duración corta.

Mito de Sísifo: En este grupo se incluyen los proyectos que nunca llegan a buen término. Muchas veces se estructuran en fases, todas ellas fallidas. Es como la maldición de Sísifo intentando subir una piedra a la cima de la montaña para que inevitablemente ruede abajo antes de alcanzar la cumbre y vuelta a empezar. A veces los que portan la piedra no son incompetentes pero se ven atrapados en la incompetencia global del entorno y, por tanto, están sujetos a esta maldición. A estos proyectos les falta la financiación suficiente para perdurar eternamente por lo que están predestinados a terminar para volver a empezar sin esperanza de saborear las mieles del éxito.

Diáspora: Se pueden incluir en esta clase los proyectos de gran tamaño que terminan en plazo y ajustándose al presupuesto. Son pocos los que cumplen estos requisitos porque se requiere un coeficiente de incompetencia bajo, cada vez más difícil de conseguir. En estos proyectos los clientes saben lo que quieren y los que realizan el proyecto saben cómo hacer su trabajo. El overhead es bajo a pesar de su tamaño, ya que la misma persona que asiste a una reunión es capaz de convocarla, asistir, escribir el acta, hacer todas las gestiones necesarias además de cumplir con los compromisos acordados.

Pero tanta productividad tienen una consecuencia negativa: Supone un perjuicio económico para su empresa la finalización del trabajo en plazo y coste. El proyecto no tiene continuidad y se agota como fuente de ingresos. Como castigo, los participantes en este tipo de proyectos sufren una diáspora, bien dentro de la entidad o en el peor de los casos fuera de ella.

Impunidad total: Es la parte más apetitosa del pastel, el oscuro objeto de deseo de un jefe de proyecto experimentado que posiblemente haya sufrido alguna diáspora. En este tipo de proyecto se da la condición óptima de un gran presupuesto gestionado por la incompetencia. Al contrario que los proyectos artesanos, se basa en la fuerza del trabajo más que el saber hacer. Los recursos serán muy abundantes y muy baratos. Esto dará lugar a una enorme estructura de mandos intermedios junto con un fuerte overhead para resolver la burocracia generada.

Un aspecto crítico es alcanzar rápidamente el punto de no retorno para que el proyecto alcance la impunidad total, como se puede apreciar en la siguiente figura.

Esto se consigue con una curva de gasto exponencial creciente, con tendencia asintótica, en la que llegado a un punto nadie dará marcha atrás al proyecto sin peligro de perder su cargo y su prestigio. A partir de ese momento se consolidan unos ingresos económicos independientemente de los resultados del trabajo.

Las empresas tienden a situarse en el cuadrante de la impunidad total, lejos, muy lejos de perseguir la productividad. Por las cifras que se obtienen de productividad en España parece que están cumpliendo su objetivo.

Sección-Reflexiones

¡¡Ni me menees!!

11 comentarios:

Unknown dijo...

Veo que entre mi maldición de Sísifo y la impunidad total sólo hay una fina línea...¡merde!

Creo que tienes razón, de hecho el último proyecto estuvo en ese cuadrante un par de años hasta que se decidió dedicar los dineros a otro proyecto sustituto mejor autosoportado. Como que ya lleva un par de años que se vayan preparando porque debe estar a punto de caerseles la roca ladera abajo.

Muxfin dijo...

Permíteme que como peón de brega que soy, dé mi punto de vista (aunque no aporte nada a la discusión).
Pertenezco a una empresa creada por directivos prejubilados de una multinacional.
¿Porqué mi productividad se mide con la simple relación entre el trabajo realizado y los ingresos?
Creo que hay otros parámetros que se deberían incluir como una parte de lo que se ahorra la multinacional, el bienestar de los directivos prejubilados que siguen sin jubilarse, incluso parte de las relaciones en el Club de Golf del Director General.

chousas dijo...

Bueno, tradición hispánica por excelencia: aspirar a acabar viviendo de rentas XD

(¿Seguro que el gasto sube de manera exponencial en el gráfico al menos?)

Anónimo dijo...

En mi actual empresa estamos en ello, impunes totalmente, libres como la canción, en bolas saltando alegramente por un campo minado....

¿Podias incluir en tu grafica una anexo donde la curva se dispare hacia un hipotetico everest de locura?....

es que no acabo de situar exactamente mi empresa.

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

No cabe duda de que muchos proyectos entran en fase surrealista, aunque no sé si como superación del dadaísmo o sin ni siquiera pasar por esa fase. Quizá la gente se da cuenta del sinsentido, intentan rebelarse y entonces, al fracasar, asumen que hay un juego en el que participar para aparentar que somos eficientes a los ojos de la ley empresarial. Yo conozco experiencias que pueden afirmar que más eficiencia interna es sinónimo de desastre ante el cliente. Lo explico en un post en breve.
Me ha gustado mucho la reflexión. Me la guardo para algunas clases. ¿Permiso?

Anónimo dijo...

Como dice Telémaco, sólo una delgada línea separa el pasar de un estado a otro, pero a veces, el estar en algunos se hace interminable para unos y para otros. Besos

Lula Towanda dijo...

Telémaco Espero que pases el Rubicón y todo sea más fácil y cómodo.
Aunque no sé si eso es bueno para todos. Después de dos diásporas, mi ultimo proyecto era de impunidad total y a los dos años me dio por abandonarlo para no aburguesarme.

Muxfin Sería bueno tener tu visión de la productividad porque cada uno lo vemos desde un lado. Bueno vemos más bien la improductividad, porque es difícil ver lo que no existe.

Chousas Ops! touché. Lo he corregido. Se agradece esa observación tan minuciosa. ¡Cómo se nota que tienes los exámenes recientes :-)!

jofegaber Lo que cuentas me recuerda al post de Telémaco sobre pasar por el aro

Julen Todo un honor para mi que lo uses como material, no sé si didáctico, pero material a fin de cuentas.
Me costó mucho aceptar el surrealismo laboral, pero la letra con sangre entra. Al final vi la luz, me retiré y ahora estoy fuera de rango de la matriz

Maria Nadie suele estar a gusto en su casilla, siempre están mirando a la adyacente

mint dijo...

No, si al final me apuntaré a tus clases. Podrías hacer otro estudio relacionando la didáctica, el conocimiento, la felicidad y la depresión. Vivo feliz en la ignorancia pero cuando te leo cosas así, aprendo, las entiendo y... me deprimo. Un beso.

Lula Towanda dijo...

Mint Me pones difícil el estudio relacionando la didáctica, el conocimiento, la felicidad y la depresión. No creo que esté a la altura.
Lo que si sé es que la ignorancia no da la felicidad, pero saber cómo son las cosas tampoco debe deprimir.
Una vez que se conoce bien el entorno siempre se puede buscar un huequecito para sobrevivir con alegría.

Itziar Ortega dijo...

Lula te has superado una vez más.
Se puede decir más alto, pero no más claro. Me muevo en un entorno de proyectos y de TICs, y confirmo que lo que dices es 100% real. No exageras ni un pelo.

De hecho, ayer mismo comentaba con colega un tema parecido y que es el los "gastos" personales a proyectos. Si eres de los ahorradores que gastan poco, que en lugar de taxis vas en tren a visitar clientes, que viajas en avion en turista y no en VIP, que no metes unos almuerzos inexplicables, etc. resulta que eres "cutre" y que tu proyecto no es importante. Si haces todo lo contrario (gastas a manos llenas, invitas a diestro y siniestro con la visa de la empresa, cargas todo lo habido y por haber a tu proyecto, etc.) sales de esa "zona de riesgo" que mencionas. Es posible que te recompensen con proyectos más grandes. Verdad verdadera.

Lula Towanda dijo...

Itziar Muchas gracias. Me alegro que corrobores mis impresiones acumuladas en tantos años. El reconocimiento del entorno es fundamental para la supervivencia que en mi caso es a lo único que aspiro.

Es que hoy día no hay sitio para la sensatez y el sentido común:-(