viernes, marzo 12, 2010

El gestor tranquilo



El staff del gestor entusiasta, como buen sistema sostenible, mantenía un equilibrio de las cualidades de sus componentes. La dureza del gestor tenebroso se contrarrestaba con las cualidades del Gestor tranquilo que aportaba pragmatismo y serenidad a la dirección del proyecto.

De la misma manera que sus colegas del staff, inició su carrera por la vía técnica en el mismo proyecto estrella que se estrelló. Su carácter tranquilo y pragmático le salvó de la desilusión de ver como tiraban por la borda su trabajo de muchos años. Ni se fue de año sabático ni se consumió entre rencores ni envidias, siguió trabajando en los flecos que quedaron de lo que fue un gran proyecto, esperando mejores tiempos. Supo siempre separar las emociones de la vida laboral y eso le ahorró muchos disgustos y le permitió ver las situaciones fríamente.

Cuando retornó el gestor entusiasta con sus nuevas ideas sobre innovación, rápidamente percibió como había cambiado el mundo de la tecnología y siguió la nueva onda. Él y un pequeño grupo de 4-5 personas desarrollaron un servicio que marcó un punto de inflexión en el acceso a Internet. La idea era muy simple pero eficaz y rápidamente hubo que evolucionarla para ofrecer el servicio a un número mayor de usuarios, por lo que necesitaba ampliar rápidamente el número de personas del equipo.

En este punto empezó a funcionar el tándem de gestión tenebroso-tranquilo. El gestor tenebroso reclutaba talento de una forma eficaz sin ningún tipo de escrúpulos y el gestor tranquilo los trataba amablemente. Nunca perdía la paciencia, nunca levantaba la voz, siempre sabía justificar las actitudes de otros y ver el lado positivo de las cosas. Pero esta amabilidad no quitaba que se trabajase en el proyecto hasta las tantas todos los días y que cuando había una entrega inminente apareciese el gestor tenebroso aplicando sus métodos.

El gestor tranquilo estaba a los mandos de un proyecto sobre el que se ejercía una tremenda presión pero él tenía la habilidad de ser un superconductor del stress que pasaba por su cuerpo sin hacer mella. No ocurrió lo mismo con sus colaboradores y algunos sufrieron los efectos de la tensión permanente. Esta experiencia le hizo sentirse preparado para cualquier aventura tecnológica y siguió al gestor entusiasta en su empresa de la Internet móvil. Cuando explotó esta burbuja, lo afrontó con serenidad y encontró acomodo en un departamento de la empresa madre.

En este nuevo destino no supieron aprovechar su talento y a pesar de tener una buena capacidad de trabajo se encontró fuera de la primera línea de fuego. En esta época inicio su aprendizaje en el golf, descubriendo lo importante que eran sus cualidades para este juego. Su manera de ser de corcho le proporcionaba la ventaja de que las emociones no afectaran a su juego, su carácter pragmático le llevaba a estrategias orientadas al resultado y su naturaleza positiva le permitía sacar siempre ventaja en los obstáculos.

Cuando en una restructuración se desvinculó de la empresa lo afrontó como una buena oportunidad y así fue. Se llevó una jugosa indemnización y al día siguiente ya estaba trabajando en su ciudad natal. Ahora vive en una ciudad del sur con un clima envidiable y donde ha conseguido bajar su Handicap de golf escandalosamente.

¡¡Ni me menees!!

8 comentarios:

Antonio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lula Towanda dijo...

Antonio: Gracias!!!!

almena dijo...

¡bravo por él!

Lula Towanda dijo...

Almena: Aunque hay división de opiniones entre sus ex-colaboradores a mi siempre me dio envidia sana ver lo bien que se adaptaba al medio laboral y al golfista.

Fernando García Pañeda dijo...

En mi mundo laboral, ser gestor tranquilo no es más que tratar se ser un superviviente a la depresión.
Te superas, Lula.

Lula Towanda dijo...

Fernando En estos tiempos hay que tomarse la gestión con tranquilidad.
El gestor tranquilo que describo nunca rozó la depresión y más que sobrevivir vive de p.m.

loretahur dijo...

La simbiosis (palabro vaporware donde los haya...) entre el gestor tenebroso y el gestor tranquilo me recuerda un poco al papel del poli bueno y el poli malo :-)

Lula Towanda dijo...

lotetahur: No hay nada nuevo bajo el sol. La tupla poli_bueno, poli_malo da muy buenos resultados en la gestión aunque a mi entender al poli malo le podrían dar la boleta si se confiara en la profesionalidad de la personas.
Sin embargo, parece que la tendencia es que de esta tupla se convierta en la variable poli_malo :-(