miércoles, marzo 29, 2006

El mundo de los filophones


Las Navidades pasadas Muxfin y yo nos encontramos en la red por casualidad cuando leyó el monográfico del "El mundo de los filophones" en la Sección femenina (versión página Web). Muxfin y yo no nos conocíamos pero habíamos trabajado en distintos frentes del mismo proyecto, yo en el desarrollo y él en la instalación. Contactó conmigo y empezó a colaborar en la Sección Femenina. Hace poco se ha estrenado en la blogesfera con su blog "colgado de las telecomunicaciones" en el que se puede aprender como eran las centrales telefónicas antiguas con explicaciones en el más puro estilo filophone.

Reproduzco el primer capítulo del mundo de los filophones que nos conectó en la Red y le robo una imagen de su blog.


Estas vacaciones reanudé la vieja costumbre de quitarle los libros a mis hijos, en concreto a mi hija la erudita que es la que más lee y, por tanto, la que más libros tiene. Me llevé "El mundo de Sofía" que quise leerlo cuando se lo regalé hace 10 años pero siempre se colaban otros libros y al final casi me olvido de él. Se suele decir que "nunca es tarde si la dicha es buena", como ha sucedido en este caso. Lo he leído en un periodo de mi vida de gran serenidad por lo que su lectura, lejos de inquietarme, me ha traído viejos recuerdos y una idea que dará pie a este monográfico.

El primer recuerdo se remonta a cuando estudiaba Filosofía en sexto de Bachillerato. Sentí la misma animadversión hacia el pensamiento Aristotélico que siempre se situaba en la moderación y el punto medio. Esa actitud hacia la prudencia y a la ponderación me irritaba y pasados tantos años me sigue crispando, a pesar de ser una persona madura y no una adolescente. Otro recuerdo desagradable es la opinión de Aristóteles sobre la mujer, a la que consideraba que le faltaba un hervor. Las féminas aún arrastramos las secuelas de la influencia de este filósofo tan prudente y comedido.

La lectura del libro me hizo ver el paralelismo de un momento de la historia de la filosofía con la historia reciente de la telefonía, que he tenido el privilegio de observar de cerca y participar en su etapa final. Puedo aventurar, con conocimiento de causa, que la telefonía tradicional se extingue devorada por el IP (Internet Protocol). De aquí a diez años, los teléfonos tradicionales serán muy diferentes por dentro, aunque por fuera sean de baquelita y todas las redes telefónicas se transformarán totalmente. El conocimiento de cómo funcionaban estas redes quedará relegado a libros que se estudiarán en las universidades para conocer la historia de las telecomunicaciones, o incluso, surgirán tesis doctorales para investigar cómo funcionaban las redes de circuitos de voz. Quién sabe si dentro de cincuenta años, algún investigador encuentre por casualidad estas letras y le sirva de gran ayuda para conocer cómo era la telefonía a finales del siglo XX.

Una prueba de que la telefonía tradicional se extingue es que las personas que albergan un conocimiento profundo de estas redes se han jubilado o prejubilado anticipadamente. En este monográfico quiero rendir homenaje a los últimos "filophones" con los que he tenido el privilegio de trabajar. El Destino, siempre juguetón, les adjudicó un nombre muy de acuerdo con el papel que les tocó interpretar: Benigno, Noblejas, Alcaide. Ahora que ha caído el telón del teatro laboral y no tienen que volver a interpretar su papel, entro en escena como rapsoda de una saga de hombres buenos y sabios que velaron para que los teléfonos siempre funcionasen.

Todo empezó en el año 1990, cuando Internet aglutinaba a un núcleo de profesionales especializados y aún no se había convertido en un fenómeno de masas(1). Sólo algunas mentes preclaras intuían que Internet pudiera englobarlo todo, hasta la voz. En esa época aún coexistían las tres tecnologías de telefonía. La más antigua y a punto de extinguirse en esos años, era la de las centrales rotary(2) de naturaleza mecánica, fruto de una ingeniería capaz de construir gigantescos mecanismos precisos como relojes. La segunda, consistía en las centrales electromecánicas(3), compuestas de relés, que producían un ruido rítmico parecido a unas castañuelas metálicas(4), y la más moderna, las centrales digitales(5), que estaban basadas en tecnología de microprocesadores y eran ordenadores especializados en telefonía. Fue en ese año cuando empecé a trabajar en un proyecto para modernizar las centrales electromecánicas, poniéndoles un "marcapasos digital" a su exhausto corazón analógico para alargarles un poco su vida, antes de ser sustituidas por centrales digitales(6).

Debió ser que los astros estaban alineados por lo que se dieron circunstancias muy favorables en este proyecto. Por un lado estaban los sabios filophones que conocían las tres tecnologías y por otro, un equipo de irreductibles ingenieros, liderados por un pedazo de cerebro de densísima inteligencia (un pozo de sabiduría). En el núcleo ingenieril había una lega en materia, pero esto no fue óbice para que le asignaran la responsabilidad de llevar una parte del proyecto(7). Por algún extraño motivo a la Licenciada en Informática, a la que le gustaba la máquina de Turing y los compiladores, le debieron ver cara de ingeniera y le dieron por sabidas las asignaturas de telefonía. En este punto no es necesario que aclare que la ingeniera apócrifa era yo.

El núcleo inicial del proyecto creció con aportación de sangre joven, recién salida de las escuelas de ingeniería. Dada mi sospecha de que la responsabilidad que había asumido me venía un poco grande, busqué rodearme de las personas más inteligentes que encontré para compensar mis carencias. En mi caso, mi grupo llegó a alcanzar la cuota del 50% de mujeres(8), con el apoyo de mi jefe que me ayudó a superar las reticencias de la cúpula directiva, que me vaticinaba múltiples bajas por maternidad, pronóstico que no se cumplió. La revista Vogue, no llegó a interesarse en que el equipo de proyecto posase para un reportaje fotográfico.

Por mi parte, inicié la búsqueda del tiempo perdido, leyendo un libro que había escrito Benigno sobre telefonía que me sacó de mi ignorancia y me permitió entender lo que se hablaba en las reuniones. Así comenzó un largo proyecto que finalizó con éxito, a pesar de tener sus detractores, con el que disfrutamos trabajando y aprendiendo de los sabios filophones(9).


(1) Esto no ocurriría hasta 1995
(2) En 1926 se crea el monopolio de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE). En 1928 comienza a funcionar la primera central automática Rotary 7-A de Barcelona. En ese mismo año se inauguran en diez capitales de provincia centrales de este tipo. En 1929 se despliega el sistema por las principales ciudades españolas.
(3) Los equipos de este tipo fabricados por Standard Eléctrica, S.A. (SESA), se denominaron Pentaconta por referencia a una palabra griega que significa "cuenta cincuenta" y tiene relación con las 52 líneas de capacidad que se utilizan en el conmutador de este sistema. En España, esta tecnología apareció por primera vez en 1960, cuando Telefónica instaló en Barcelona, Madrid y Zaragoza sistemas experimentales de los tipos 8-A, 8-B y Pentaconta 500, a los que siguieron, un par de años después, las centrales definitivas Pentaconta 1000 iniciadas con la instalada, en 1962, en la población catalana de Igualada (fuente: Fundación Telefónica).
En 1970 entra en funcionamiento el nuevo sistema de conmutación para zonas rurales, Pentaconta 32 de Standard Eléctrica. En 1975 el sistema Pentaconta se moderniza. Se crea el Pentaconta 2.000 con control por programa almacenado (SPC)
(4) Muchas veces se descubrían las averías de oído, cuando se detectaba que cambiaba el ritmo de la música del relé
(5) La historia de las primeras centrales digitales en España la conozco por boca de sus protagonistas y difiere ligeramente de la versión que proporciona la Fundación Telefónica que se basa en los datos teóricos (lo planificado). Según la Fundación, las primeras centrales digitales de España se remontan al año 1980 y fueron del Sistema 12 de ITT. La realidad fue que Ericsson se adelantó con sus equipos AXE en el año 1975, aunque cambiaron varias veces de arquitectura. La primera central del Sistema 12 entró en funcionamiento en Salamanca, en el año 1984 y las centrales 5ESS de Lucent se introdujeron cuando era presidente de Telefónica Luis Solana. El sistema 12 se fabricó en España por la empresa Standard Eléctrica, que luego fue adquirida por Alcatel.
La historia de la gestación del Sistema 12, tiene una leyenda, recogida de la tradición oral, que no me resigno a callar:
Cuentan por los pasillos y las máquinas de café, que cuando presidía la Telefónica el Sr. Tomás Allende y García-Baxter se tomó la decisión de que diez ingenieros de Telefónica participasen en el diseño del Sistema 12. Presentaron al Presidente de la compañía una lista con los diez ingenieros seleccionados para enviar a los Advanced Technological Center de ITT y el presidente en un ataque de simetría cartesiana, dijo: "Al llamarse Sistema 12, se deberían enviar a doce ingenieros, en vez de diez". De esta manera, dos ingenieros más pudieron vivir la experiencia de innovar en USA y de paso poder contarlo pasados unos años.
(6) Paradójicamente, se saltarán una tecnología y serán sustituidas por centrales IP
(7) En los proyectos de innovación, lo normal es que te encarguen cosas que no sabes hacer y una vez que las aprendes, te vuelven a meter en otro lío o te tiran a la papelera como si de un kleenex se tratara.
(8) Sin necesidad de realizar discriminación positiva, tan solo evitando la discriminación monda y lironda.
(9) Esto va en contra de la maldición bíblica, por lo que pagamos caro nuestro atrevimiento. Todos los jefes de este proyecto vimos truncadas nuestras carreras profesionales, servidora incluida.

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lunes, marzo 27, 2006

El koan(1) velo-boatiné

Amanezco en este indeciso domingo de marzo y me desayuno con el relato Símbolos de mujer. La sola mención de la boatiné ha hecho desfilar ante mí todas las batas de mi familia de ocho mujeres incluyendo abuela y bisabuela, amén de las de las vecinas de una comunidad bien avenida.

Mi madre, en cuanto a parámetros estéticos, me crió bajo dos premisas: "ponte la bata" y "e deberías poner una fajita". De la fajita me retiré bien pronto por motivos puramente de comodidad. Pero lo de la boatiné me costó más, si bien exploté hasta el límite la gama de la prenda en cuestión. La primera boatiné que recuerdo que me gustaba fue una finita y brillosa que le regalaron a mi abuela y que ella consideraba demasiado atrevida, con estampados como los de las corbatas.

Ni que decir tiene que durante una época -cosas de la moda- mi madre decidió pasarnos a las batas de pirineos, con tonos pastelosos y que al final siempre tenían bolitas. Como por ley de vida me tocaba heredar la bata de mi hermana mayor, recuerdo un par de ellas que me acompañaron más de un lustro y más de dos.

Cuando me marché a vivir lejos del nido familiar, de vez en cuando mi madre me decía por teléfono:

- Ahí tiene que hacer frío, ¿llevas puesta la bata?

Para tranquilizarla le decía que sí, añorando las batas de la infancia que ella me abrochaba primorosamente después del baño.

Pero hete aquí que llegaron nuevos tiempos, y con ellos nuevos estilos para la boatiné. Y ninguno más repipolludo que el estilo barrio de Salamanca. Era como la boatiné de siempre, pero con diseño Hollywood años 50. Y en pleno auge de esta nueva versión de la bata de siempre, llegaron las navidades y con ellas los reyes.

Y ese año los reyes me trajeron una bata larga, hasta el suelo, en rosa pálido, enguatada y calentita. Estaba adornada, además de por unas hombreras de farol, por un amplio cuello smoking ribeteado con un bibo de raso plisado y blanco como la luna.

He de reconocer que fue un regalo desconcertante que despertó en mí sentimientos encontrados. Cosas antiguas que ni sabía que estaban. De modo que volví a los fríos del norte con mi boatiné en la maleta. Y, tras años sin bata, en los que me entregué con fruición al chándal casposo, me sentía a ratos -sobre todo cuando bajando por la escalera miraba lo níveo del raso- como Marlene Dietrich. ¡Qué poco sabía yo entonces que estaba siendo víctima del hechizo boatiné-barrio de salamanca!

Diose la circunstancia, cuando llegó la primavera, que me afeité la cabeza. Como lo de la faja, por comodidad. Pero claro, en el norte hace frío durante toda la primavera, y con la cabeza afeitada, más. Así que me ponía la bata para estar en casa. Y fue un día de éstos, en que con mi bata recién puesta bajaba la escalera, cuando vi una silueta moverse tras una puerta entreabierta. Volví a subir la escalera y abrí del todo la puerta del baño. Y allí estaba el personaje que yo había visto, dentro del espejo. Una especie de travestón con la cabeza afeitada pero sin el charm de la teniente O'Neill dentro de una boatiné del barrio de Salamanca. Mirando al ser que había dentro del espejo me sentí Alicia, sin poder discernir quién de los dos individuos encerrados en ese baño era el conejo de la suerte.

El impacto había sido demasiado intenso, de modo que volví a mi habitación, me quité la boatiné y la cambié por una anodina camisa de franela a cuadros, de las de tipo leñador, más acorde con mi actitud de milicia. Metí la bata en una caja y la subí al altillo, aplazando así su destino.

Y el destino, inexorable, le llegó cuando entró a trabajar en la casa una señora con velo. Al preguntarle si le vendría bien una bata calentita para estar en casa, me dijo que sí antes de verla. Pero cuando, al sacarla de la caja, le vio el ribete de raso en el gran cuello smoking, no pudo por menos que decir con ojos negros y brillantes mientras lo acariciaba: ¡Qué bonita, y este adorno es blanco como nieve!


(1) El koan del budismo zen es una pregunta para la que no hay respuesta. La cantidad y variedad de koans es inmensa. Pero son muy breves en su formulación. ¿Cuál es el sonido de una sola mano aplaudiendo? , o ¿Cual es el color del viento? o ¿Cuando los muchos son reducidos al Uno, a que es reducido al Uno? Este es el método. Pregunta-respuesta. Y el koan, la movida inicial de una curiosa partida de ajedrez, que el discípulo deberá jugar con el maestro. Luego de planteado el koan, el discípulo se retira a meditar. Y trae una primera respuesta : "el viento no tiene color." A lo cual el maestro le podría replicar: "¿es el viento el que no tiene color o eres tú quien no puede percibirlo. ?" Vuelta a la sala de meditación

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sábado, marzo 25, 2006

Símbolos de mujer

Desde que los humanos hacemos vida social hemos estado rodeados de símbolos. Los símbolos tienen una enorme carga de contenido y por sí mismos expresan algo que no cabría en un "paper" que se presenta a un congreso. Son elementos culturales que, una vez que se afianzan, se agarran como una garrapata a las costumbres sociales y no se despegan ni con el mejor antiparasitario.

Los símbolos afianzados en el mundo femenino dependen de por donde sale o se pone el sol. Así, en oriente impera el símbolo del velo y como todo lo cubre, no da lugar a más simbología secundaria. La mujer es invisible para la sociedad, sólo en su casa puede dejar de ser un bulto. En occidente prevalece la bata de boatiné(1), que también es de naturaleza envolvente y aunque se emplea como excusa para combatir el frío, su uso denota una condición de mujer hogareña. Al contrario del velo que oculta del mundo exterior, la bata de boatiné se centra en cubrir las formas dentro del hogar. Existen excepciones en ciertas zonas rurales en las que este símbolo también se utiliza a la intemperie, generalmente cuando se visita a vecinas o familiares.

La calidad y sofisticación de la bata de boatiné varía en función del entorno rural o urbanita así como de la condición social de la mujer. En las magníficas tiendas de lencería del señorial barrio de Salamanca es posible ver en los escaparates modelos camuflados de rasos guateados de colores pastel. En los mercadillos se pueden adquirir estas prendas sin ningún disfraz, con estampados en vivos colores. Hay por tanto una oferta que cubre todos los segmentos de la escala social.

La bata de boatiné no llega a eclipsar a otros símbolos secundarios que no compiten con ella, sino que la complementan. Uno de ellos es el carrito de la compra , evolución de la cesta a la que se le añaden ruedas para su más fácil transporte por la mujer cuando alcanza una edad madura. Esta simbología secundaria tiene un comportamiento diferenciado en las mujeres de mayor poder adquisitivo que, aunque sean propietarias del símbolo, lo delegan en la asistenta. Están por tanto liberadas de este San Benito.

¿Por qué persisten estos símbolos a día de hoy? Una mujer que se precie de evolucionada debería rechazar esta simbología que la liga a la vida casera falta de alicientes. Nos llevamos las manos a la cabeza por el velo islámico mientras que nos colocamos una bata de boatiné nada más llegar a casa. Miramos con lástima a los homeless que arrastran un carrito con sus enseres y no nos damos cuenta de la pena que damos con nuestro carrito de la compra.

La solución no va por acercar posiciones con los hombres, cayendo en manos del chándal, en esto la paridad es perniciosa. Debemos cultivar nuevos símbolos que representen a la libertad, la sabiduría, la audacia, el glamour, pero los diseñadores aún no han percibido nuestras necesidades.

(1) Bata acolchada de estar por casa, vean una muestra de Canal nostalgia. Esta prenda fue el origen de la fortuna de los dueños de Zara, de la bata de boatiné a las prendas de usar y tirar. Este empresario siempre ha sabido anticiparse a los tiempos.

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jueves, marzo 23, 2006

La píldora

Para mi madRRe sigo teniendo 14 años o menos; según ella, necesitaría ortodoncia porque tengo un diente torcidito, no sé sentarme como una señorita, hablo como un camionero, me queda mejor la cola de caballo porque así el pelo (demasiado) largo no estorba, no debo llevar la falda demasiado corta ni el escote demasiado bajo ni la ropa demasiado ajustada. mucho menos combinar esas tres cosas, y sobre todo, sobre todo, debo tomar a diario vitamina E porque retrasa el envejecimiento de la piel, vitamina C porque así no me pillo un catarro cada dos meses y medio, gingko viloba que me horroriza tanto el nombre que no sé ni cómo se escribe y ni me preguntes para qué demonios es, Sinansi para no sucumbir a la ansiedad, pastillitas de alcachofa para ayudar al hígado a vete tú a saber qué y una cucharada de aceite de oliva virgen en ayunas. Ahí queda eso.

Pero lo más importante es lo que no debo tomar, ni a diario ni nunca: la píldora, anticonceptiva, se entiende. Tampoco debiera o debiese beber alcohol porque entonces para qué me tomo las pastillitas de alcachofa, ni fumar, porque entonces la vitamina E lo tiene más difícil, ni comer chocolate porque entonces la cucharadita de aceite virgen no sirve de nada, pero lo de la píldora es algo que le puede más que todas las cosas del mundo mundial, es una especie de Cruzada Anti Píldora.

La cosa es que la tía siempre fue muy moderna, una especie de madre ye-yé, o madre Abba Generation, como prefieras, que en los años 80 eran muy codiciadas, y cuando tenía unos 15 años ella me explicó todo lo que una debe saber sobre el sexo, (o eso pensó ella, porque me he llevado cada susto) y sobre los embarazos, porque yo siempre he sido muy pava y aunque lo de que los niños vienen de París a mí no me terminaba de cuadrar, ya le empezaba a dar mil vueltas a lo de las abejitas y las flores, pero entonces llegó ella y me iluminó. Yo tenía una amiga muy precoz que ya se tomaba la píldora para regular su menstruación, y como a mí la mía me odiaba y solo me venía en Navidad, Agosto y Semana Santa, pues yo también me la quería tomar, me parecía tan de mayor. Pero entonces mi madRRe puso el grito no en el cielo: lo puso en Plutón. Que si estaba loca, jugar de ese modo con mi salud, me enseñó en la calle a tres o cuatro chicas con evidentes problemas hormonales los cuales (siempre según mi madRRe) eran consecuencia de tomar la píldora, y yo la creí.

Crecí pensando que las chicas que se la tomaban estaban suicidándose poco a poco, y así llegué a los 28 años más o menos, que fue cuando mi ginecóloga me miró como el que mira a un cocodrilo azul con tres cabezas y casi me obligó a tomármela.

Otra cosa fue confesarlo en casa, tócate las narices, 31 años y escondiéndome de mi madRRe; recuerdo el día que por fin se lo dije, estaba hartándome de escucharla hablando con una amiga que se estaba quejando del comportamiento de su hija menor, que estaba muy agresiva y huraña, y cuando mi mamaíta va y le pregunta si la niña tomaba la píldora y la buena mujer le dijo que creía que sí, entonces, alzando las cejas, con ese gesto de ex cátedra que YO tanto odio, le dijo: ahí está la causa, las malditas píldoras, las revuelven tanto por dentro que hasta les cambia el humor. Yo andaba por ahí cerca y la escuché.

Obvio decir que ese día estaba particularmente harta de las perlas que suele dejar caer; he de aclarar que yo con mi madRRe me llevo relativamente bien, pero cuando hay gente delante tiene una pose que a mí es que me puede y cuando llevo mucho rato escuchándola me pongo como una olla exprés, así que ese día, ni corta ni perezosa le dije: no seas gansa, yo llevo tomándomela como 4 años y no ha pasado nada, y ella se volteó hacia mi como un dragón de Komodo y entre dientes me contestó: así estás, que eres inaguantable.

En fin, que a estas alturas yo intento pasar de conflictos con ella y ya no he vuelto a mencionar el tema nunca más, así que seguro que sigue creyendo que si te tomas la puñetera píldora te sale barba y como a mí aún no me ha salido pues entonces debe pensar que por fin la he dejado de tomar y practico el método Ogino o el que sea, mucho más saludable, y que no me quedo embarazada porque la Naturaleza es muy sabia y yo no debo tener hijos porque aún no estoy preparada.

Sección-Sapos y culebras
technorati Píldora,


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sábado, marzo 18, 2006

S.E.R. o no ser

El vampiro del Ayuntamiento de Madrid salió de su tumba sediento de dinero. Sus obras faraónicas en la M-30, en plena actividad día y noche, eran un enorme agujero negro en el que desaparecía adsorbido, por su pesada masa, todo el dinero recaudado a los madrileños. No era suficiente, necesitaba más, y sus asesores satánicos le proporcionaron el método de sangrar aún más a los exhaustos bolsillos de los madrileños: Expandir el S.E.R.(1) a otros barrios.

A bastantes vecinos de Madrid, en el mes de febrero, les llegaron cartas y no eran de cupido. Venían con el membrete del Ayuntamiento y su contenido instaba a pagar una nueva cuota por aparcar en la calle. Los infortunados madrileños que residían dentro de los nuevos barrios en los que se implanta el S.E.R. vieron con estupor cómo les pintaban la calle con rayas verdes o azules. Unos días después surgieron de las aceras unos totems del mismo color que las rayas de su zona. Los vecinos de Carabanchel y del Barrio del Pilar se amotinaron como en los tiempos de Esquilache. Pintaron las rayas de rosa, sellaron las ranuras de los parquímetros con silicona, en algunos casos hasta los arrancaron, se manifestaron y crearon su web reivindicativa y su blog para recoger comentarios.

Fui una de esas personas elegidas para financiar el sueño de un loco. Mi calle la pintaron de rayas verdes y me llegó una carta de Ayuntamiento. Con el estrés de los exámenes de febrero dejé la carta entre la pila de papeles de mi mesa. Cuando me decidí a poner orden y la abrí, el plazo para pagar había caducado. Busqué información para subsanar el problema en la inaccesible(2) Web del Ayuntamiento y no encontré ninguna luz que me guiase. Llamé a un amigo que trabaja en el Ayuntamiento y me aconsejó que llamara al 010(3). Allí me dijeron que tenía que ir a mi Junta de distrito con mi carta de pago caducada para que me dieran otra nueva.

Una mañana que tenía que hacer una gestión en la Universidad, aproveché para pasarme por mi Junta de Distrito. Al enseñar en el mostrador mi carta de pago me dijeron que ese trámite se hacía por la tarde. Con los ojos como platos por la sorpresa, le interrogué a la señorita del mostrador preguntando pero ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?.

La respuesta no me relajó los ojos, me abrió también la boca. La gestión del S.E.R. la realiza una empresa concesionaria. Cuando los funcionarios terminan su jornada laboral a las 15:00, las sillas aún calientes son ocupadas por personal ajeno al Ayuntamiento, que atienen a la nueva línea de recaudación. Es una nueva modalidad de outsourcing garrapata, que se adhiere a los recursos del Ayuntamiento y se ahorra los locales, los ordenadores y las infraestructuras de comunicaciones.

Mientras que las garrapatas gestionan el cobro de los vecinos que pasan por el aro y otros madrileños más combativos libran en la calle la batalla del S.E.R., alguien, dentro de su pirámide, repite entre risas nerviosas esa frase universal: SER O NO SER, eso es la recaudación.


(1) S.E.R. servicio de estacionamiento regulado.
(2) No es que no se pueda acceder, es que carece de accesibilidad. Es el ejemplo clásico que ponen en los cursos de accesibilidad de cómo NO hacer las cosas.
(3) Servicio de información del Ayuntamiento. Te atienden bien y te encuentran la información que necesitas, pero no te dan todos los detalles, eso sería darte alguna ventaja..

Sección-Sapos y culebras
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martes, marzo 14, 2006

Exorcizando fantasmas - I

Pues resulta que a estas alturas de mi vida me ha dado por exorcizar ciertos fantasmas de mi infancia y adolescencia, porque igual es que me intentaron educar para ser la Princesa de Asturias, que menos mal que se me adelantó Letizia, la verdad, y en mis más tiernos años me metieron a hacer ballet, y piano, y clases de inglés, y de lo que hiciera falta, pero claro, con los años de la rebeldía, pues fui abandonando poco a poco lo que aún fuera que hiciese.

Hace cosa de un año me apunté en una academia de baile. Yo me decía a mi misma que el que tuvo, retuvo y que seguramente en la segunda sesión ya podría recordar lo que era un " battement tendu" y un "demi-plié" y que en pocas semanas seguro que iba a tener que ir a comprar unas zapatillas de punta. Yo, que tengo una imaginación en marcha que ya querrían los fabricantes de juguetes, me veía como la Carmen Maura del ballet clásico, descubierta para el mundo y la fama después de los 30.

A todas estas, hablando del que tuvo y retuvo, cosa de seis meses antes y pretendiendo hacerle a mi recién estrenado novio una audición de dinamismo y deportividad, me calcé los patines online que en su día me había regalado mi ex y que nunca había estrenado por falta de "quórum", y me lancé a la santacrucera Avenida Anaga una aciaga tarde de viernes. Me pegué una estampada contra el asfalto que no fue normal. Mi novio pensó que me había matado y que ahí concluía nuestro romance y de ese "pequeño" traspiés me quedó la rodilla derecha un poco chuchurría, ya que hasta me tuvieron que medio operar, pincharme para sacarme líquido que se quedó ahí? un asco.

Total, que entonces hace eso, cosa de un año, me metí a intentar retomar el ballet clásico; llegué a un mini estudio de baile que regenta un gracioso, entradito en años, calvo y estrepitosamente amanerado tipo, que me convenció de que retomar el ballet era la mejor decisión que podía tomar en la vida. Así que me quedé a ver una clase y esa misma noche fui a comprarme unas rodilleras para poder hacer filigranas en el suelo sin terminar de fastidiarme la rodilla derecha. Al día siguiente llegué al mini estudio con mis rodilleras nuevas, no demasiado pertrechada porque siempre me ha dado mucha vergüenza ir al gimnasio conjuntada, pero con una ilusión terrible y el corazón latiéndome al ritmo del "chán, chanchanchanchanchán, chán chán" del lago de los cisnes.

La primera media hora fue chula, para qué mentir: barra, música clásica, pliés y demi-pliés a punta pala, calentamiento básico; la segunda media hora empezó mi pequeño calvario: suelo. Unas quince adolescentes se colocaron a mi alrededor y la otra treintañera del grupo y yo nos miramos las barrigas y los traseros comparándonos con ellas con cierta nostalgia y el amaneradito nos puso una música un poco "menos" clásica a cuyo ritmo las adolescentes movían las caderas que daba vértigo. Yo lo intenté, lo juro por mi madre, lo intenté con todas mis ganas y cuando ya estábamos a punto de iniciar la tercera media hora de la clase yo ya había entrado en barrena: el espíritu de la Pavlova se había apoderado de mí y ya no me veía en el espejo ni miraba a nadie más: el cisne que llevaba dentro había renacido de sus cenizas cual ave fénix. Mis brazos y piernas se movían al compás de la melodía, el tul de mi precioso tutú flotaba en el aire mientras yo me lanzaba sobre mis puntas a un lado y al otro del escenario, el público en pie aplaudía enardecido... de pronto la música cesó y escuché que el amaneradito me preguntaba con voz de pito "¿te encuentras bien?".

Me dolía hasta el alma. Presupongo que la estampada fue similar a la de cuando los patines, porque la rodilla se me puso igual y estuve semanas sin poder casi caminar. Me tuvieron que levantar del suelo entre el amaneradito y la otra treintañera del grupo y a duras penas llegué a mi casa, llorando de frustración, rabia y vergüenza.

No he vuelto más por el mini estudio, ¿alguien quiere unas rodilleras semi nuevas?

Sección-Expedientes-X
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domingo, marzo 12, 2006

Masterbisnis

En un momento de mi vida, cuando mis hijos ya no me necesitaban tanto y tenía más tiempo libre, pensé en la forma de gastármelo. Dentro de mi propensión al gasto me vi en la encrucijada de elegir entre hacer un Master o jugar al golf. Me decanté por lo segundo. Seguramente le hubiera sacado más provecho económico al Master pero mi desarrollo personal hubiera sido más pobre.

Lo que más pesó en mi elección fue la influencia que cierta persona ejerce sobre mí y que sostiene que los Masters están financiados y controlados por la NSA. Teniendo en cuenta que mi gurú particular goza del don de la infalibilidad sin ser Papa(1), siempre he dado por buena su teoría de la conspiración que paso a resumir brevemente:

Los que mueven los hilos del mundo lo tienen fácil para crear una corriente de pensamiento(2) en estas escuelas de negocios. Allí se estructuran y difunden las consignas que serán impartidas como material didáctico y que a largo plazo desencadenarán acciones que beneficiarán los intereses económicos y políticos de los EE.UU. Conceptos como la subcontratación, el outsourcing, la deslocalización, el abandono en la fabricación y la orientación a los servicios son los frutos envenenados de estas Business Schools(3).

Desde hace varias décadas, en la sociedad española el talento y empuje de los ejecutivos se suple con los Masters. Se ha creado la necesidad de completar la enseñanza Universitaria con unos estudios más pragmáticos y próximos a la realidad empresarial y ¿qué sitio mejor que EE.UU. para realizarlos?. Allí van los hijos de las mejores familias o de familias más modestas que quieren dejar de serlo, que serán los ejecutivos de la década siguiente. Vendrán de allí convencidos de saber todo sobre las oportunidades de negocio y que no hay más dios que el dios Mercado(4).

Existe también la posibilidad de realizar un Master en una escuela de negocios española, clónicas de las americanas(5). Esta opción ofrece la ventaja de ser compatible con la actividad laboral y permite a los mandos intermedios dar el salto a la dirección o alta dirección en algunos casos. Como efecto secundario(6) algunos alumnos dan el salto hasta el altar porque es lugar de encuentro de almas solitarias que están a punto de que se les pase el arroz(7).

Pero este domingo pasado, en el suplemento semanal(8) del ABC, se publicó una entrevista a los fundadores de Google que puede reforzar la teoría de la conspiración. Uno de los párrafos resaltados decía " Page y Brin visten camisetas, vaqueros y deportivas. Tienen novia, pero siguen solteros. No estudiaron en una escuela de negocios y creen que, precisamente por eso, han tenido éxito ". Curiosamente el título del artículo era "Los nuevos amos del mundo", ¿será que le han ganado la partida a la NSA(10)?

Mientras se despeja la incógnita espero mejorar mi swing y finalizar mi doctorado. Hasta la fecha no me arrepiento, el objetivo de gastar el tiempo lo tengo más que cumplido, es más, tengo hipotecado el sueño porque me faltan horas en el día.

(1) Aunque sí es papá.
(2) Creo que llamarlo pensamiento es pasarme un poco.
(3) La friolera de 1.090.000.000 entradas en Google por la búsqueda de Business School
(4) Incluso en familias muy religiosas. Me resulta imposible entender que los católicos sean neoliberales acérrimos.
(5) En la línea de ?que inventen ellos?.
(6) No me atrevo a calificar como positivo o negativo.
(7) Conozco bastantes casos de noviazgos que nacen en estas escuelas y que terminan en bodas de postín.
(8) Suplemento nº 958, 5-9 marzo 2006. Artículo publicado con el título "Los nuevos amos del mundo". Pag 26-33.
(9) Las fotos que salían ya las había visto en la blogesfera hace dos semanas. Los medios escritos van a remolque de la red.
(10) Si no se la han ganado aún, ¿qué daría la NSA por ser dueña de la información que alberga Google?

Sección-Sapos y culebras
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jueves, marzo 09, 2006

Talayuela

Ya he contado en otros relatos mi esforzada vida en el golf en la que porto la bolsa de palos como si fuera una cruz. El día que Dios repartió psicomotricidad estaba yo ensimismada en otras cosas y me quedé sin un ápice de esa cualidad tan importante para tener un buen swing. La torpeza para coordinar los movimientos la suplo a fuerza de tesón y clases de golf.

Todos los meses juego un torneo de golf y el del mes de febrero fue en Talayuela(1) que tiene un campo precioso(2), tan salvaje que no tiene ni casa club, tan sólo un barracón para albergar las oficinas. La zona en la que está ubicado es digna de un Emperador, porque cerca de allí está el Monasterio de Yuste, lugar de retiro de Carlos V.

Las previsiones meteorológicas para el fin de semana eran de mal tiempo para la Península y aconsejaban no viajar, pero haciendo caso omiso nos fuimos a pasar la noche del viernes a Talayuela para no pegarnos un madrugón. Me invadía la duda de la calidad del único hostal del pueblo en el que tenía reservada una habitación doble por un módico precio. Cuando llegamos se despejaron las incógnitas, el hostal era espantoso y la habitación estaba helada. Nos fuimos a cenar pero en los bares sólo se bebía y tuvimos que rastrear como sabuesos para localizar un sitio en el que nos dieran de comer.

A la mañana siguiente amaneció nublado pero con buena temperatura. Por la dificultad del campo se jugaba con un handicap mayor. Salimos al tiro, cada grupo desde un hoyo. El campo tenía una dificultad nunca antes vista por mí; las distancias eran enormes(3): el agua estaba omnipresente en distintas modalidades de lagos y arroyos, con abundante presencia de encinas y robles pero no por ello exento de trampas de arena.

Jugué muy mal, apenas puntué en los pares tres que eran largos y difíciles, perdiendo la oportunidad que brindan estos hoyos. De los pares cuatro y cinco, si hacía una buena salida, el approach era espantoso o fallaba en el green. Resultado: three points como dicen en Eurovisión, pero no queda ahí la cosa....

Cuando finalizamos el juego estábamos en el hoyo más alejado del barracón-casa-club. El plano que nos dieron tenía los números de los hoyos en tamaño pulga y ninguna de las jugadoras llevamos las gafas de leer(4). Como consecuencia nos perdimos en el campo como pulgarcito y tuvieron que venir los maridos con unos buggies a rescatarnos. Cuando llegamos al restaurante ya estaban los demás sentados y comiendo a dos carrillos. Conforme entrábamos aplaudían con mucha guasa y hacían la ola. Pero por supuesto que aún hay más.....

La comida fue tan espantosa como la habitación del hostal(5) y a los postres, como siempre, se entregaron los trofeos a los ganadores. En este torneo una socia del club era a la vez promotora. Se había dotado un premio para el driver más largo tanto para damas como para los caballeros. Sin embargo, solo se avisó del premio a los caballeros por lo que quedó desierto el de las damas. La promotora tuvo la feliz idea de que el trofeo se entregara a la "forra bolas"(6) femenina pensando que sería para una amiga suya. Pero no, no fue para su amiga, fue para mí. Muerta de vergüenza tuve que recoger mi primer trofeo de golf.

Nunca pensé que me escociese tanto ganar un precioso juego de pluma y bolígrafo que siempre me recordará este sábado de carnaval.

(1) Provincia de Cáceres, situada en el valle del Tiétar en la ladera sur de la sierra de Gredos. Zona de cultivo de tabaco.
(2) Así dice la publicidad: Diseñado por Severiano Ballesteros , 18.000 m2 de greenes, 18 hoyos, 3 lagos y 9 arroyos con robles y encinas, con unas vistas espectaculares, a los pies de la sierra de Gredos. Cumple todos los requisitos para celebrar grandes torneos.
(3) Los pares 3 de 200 metros, ya me dirás.
(4) Dada la distancia que alcanzan las bolas que juego no preciso gafas de cerca ni de lejos. Las vería un ciego.
(5) Suspendida Talayuela en turismo. Allí hace falta que alguien les oriente porque la zona tiene mucho potencial pero ahora es yermo de servicios.
(6) Denominación para la peor jugadora o última clasificada, como se quiera ver.

sección-Handicap 43


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viernes, marzo 03, 2006

Carta a la erudita

Hola erudita:

Por Lula me he enterado que vas a estar una temporada lejos de casa en un país nuevo para tí.
Ahora empieza una época de preparación en la que serás bombardeada de sugerencias y puntos de vista totalmente subjetivos de los que conocemos y amamos ese país.
Permíteme que sea uno de ellos.
Durante tu estancia, estudiarás y prepararás con entusiasmo tu Especialización; de eso no tengo la menor duda.

Hay asignaturas que no están en los planes de estudio pero te ayudan a entender y comprender mejor tu nuevo entorno.
Creo que la actitud abierta para comprender todo lo que te rodea es muy importante; y creeme, a veces no es nada fácil.

La primera lección sobre cómo afrontar mi estancia en otro país me la dieron en el viaje de ida (12 horas dan para mucho).
En el avión, tuve como compañero de viaje a un joven doctor mexicano que habia pasado tres años en Barcelona.
Al principio hizo como casi todos: rodearse de compatriotas. Pronto se dió cuenta que su círculo se iba cerrando, que no conocía casi nada del exterior y entre los compañeros había disputas hasta cuando se quedaban sin chile.
Decidió romper y relacionarse con el entorno, desde entonces pudo conocer y comprender a la gente que le había acogido, descubriendo que los estereotipos son para las estadísticas. que entre las personas reales las hay buenas y las hay malas, como en todas partes.

Yo apliqué convencido esa regla durante los siete años que estuve fuera. Orgulloso a mi regreso de haber crecido como persona y haber compartido gratas experiencias.

La casualidad hizo que a mi regreso, ocurriera algo parecido pero a la inversa.
En la espera de un enlace, entablé conversación con un joven pintor mexicano cargado de cuadros (ahora sus cuadros se cotizan a 8000 Euros) para sufragarse su estancia en España. Le expliqué mi experiencia, espero que le ayudara en su visita.

De todas formas, tendrás momentos en los que necesites aislarte para reflexionar, te sugiero un lugar único dentro del Campus: el Espacio Escultórico, un círculo de 120 metros de diámetro construido sobre la lava de un volcán. Un lugar ideal para despertar los sentidos.

Sección-Reflexiones
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miércoles, marzo 01, 2006

El enunciado

Los exámenes en la Universidad de las carreras técnicas se basan en "enunciados" que describen problemas a los que hay que dar una solución. Es por tanto muy importante que los profesores definan el problema de forma clara y concreta, evitando ambigüedades, datos redundantes o superfluos(1). A los alumnos, por su parte, les corresponde comprender la descripción del ejercicio para resolverlo de forma acertada y conseguir la nota suficiente para obtener los créditos ansiados.

Los exámenes son la medida de los conocimientos adquiridos y de la capacidad de saber aplicarlos por el estudiante en un supuesto concreto. Son, presuntamente, una preparación de los alumnos para su vida laboral en la que tendrán que resolver todo tipo de problemas(2) y tomar decisiones. Pero ¿qué ocurre cuando se deja atrás la vida académica para entrar de lleno en el mundo del trabajo?

Cuando se inicia el camino de la vida laboral(3) se abandona una realidad basada en la lógica para adentrarse en el mundo de los intereses. La vida se complica un poco más que en la Universidad(4), y existen nuevas reglas que hay que conocer para "aprobar" las tareas encomendadas. En este caso hay que saber leer entre líneas los "enunciados" de los trabajos asignados que siempre ocultan información y variables de entorno.

La destreza del neófito trabajador en el arte de interpretar lo que se espera de él repercutirá en el factor de progresión en su carrera profesional. La interpretación al pie de la letra de los encargos traerá efectos secundarios y será fuente de complicaciones. La vida laboral es como el juego del mus en el que una cosa es lo que los jefes dicen (las apuestas) y otra lo que esperan que se haga (las cartas que se juegan), pero con la dificultad añadida de que no existen señas (5).

Recientemente, en la asignatura que imparto en la Universidad, pusimos un problema en el que se solicitaba a los alumnos la realización de un árbol de decisión para determinar la opción más ventajosa para una empresa. Un estudiante desarrolló perfectamente el árbol de decisión pero eligió lo más perjudicial para la empresa. Se le dio por mala la respuesta por no haber comprendido el enunciado. Sin embargo, esta decisión en el mundo laboral le hubiera reportado pingües beneficios y un coeficiente de progresión profesional estupendo.

Por ese motivo los mejores estudiantes no llegan nunca a las cimas de las empresas. El rigor en la interpretación de los "enunciados" de sus trabajos es un handicap insalvable para leer entre líneas, agravado por su falta de experiencia de jugar al mus en la cafetería de la Universidad.

(1) Cuando la voluntad del profesor es conocer lo que el alumno sabe. En otros casos, cuando se busca subir el listón para que solo pasen unos pocos, el enunciado está repleto de sutiles apreciaciones sólo al alcance de la perspicacia de unos pocos
(2) Las malas lenguas los llaman marrones.
(3) Generalmente como PBC (P.... Becario de los C......)
(4) No en vano, en la Universidad se paga por estar, mientras que en el trabajo te pagan y eso redunda en la pérdida de calidad de vida para que la felicidad nunca sea completa en este valle de lágrimas.
(5) Imagínese el lector cómo se podría interpretar que el jefe le guiñe un ojo a sus colaboradores, o les haga un gesto con la lengua.

Sección-Reflexiones
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