viernes, agosto 31, 2007

Salir de rojas

Julen escribió un interesante post sobre Mujeres en la dirección de empresas. Su lectura despertó una idea dormida que tenía escondida en algún lugar debajo de mi cabellera azul. Pasen y lean.


El golf proporciona un universo cerrado en el no existe la improvisación y todo está normalizado: existe una regla para cada ocasión. Los únicos agujeros que tiene están en los greens. El objetivo del juego consiste en que la bola caiga en el hole haciendo “Clonc”, maravilloso sonido para un golfista.

El juego aplica unas medidas para igualar diferencias y permitir que jugadores de distinto nivel puedan competir juntos. El triunfo no será para el que sea más experto sino para el que lo hace mejor en su nivel. El golf reconoce la diferencia entre los jugadores y ofrece oportunidades de ganar de una forma justa.

El reconocimiento de esta diversidad es múltiple: tiene en consideración desde el nivel de juego hasta la edad o el sexo. En el tee de salida hay unas señales de distinto color que indican desde donde debe salir un jugador según sus características: blancas para lo jugadores con handicap de profesional, las amarillas para los caballeros, azules para los cadetes y rojas para las damas. La señales blancas son las más alejadas del green y las rojas las más próximas.

La salida de rojas de las damas desata mucha polémica con los caballeros, generalmente por la envidia cochina y porque si no pasan de esta señal en el primer golpe tienen que pagar unas cañas. Es la misma polémica que se desata en la vida real con la paridad de las mujeres y con la cuotas de 50%, aunque en el golf está mejor resuelto

En la vida real las injusticias que generan las diferencias de género se intentan reparar con otra injusticia. Dado que no se alcanza de forma natural el reparto de responsabilidad política o empresarial se fuerzan unas cuotas, haciendo que alcancen el poder personas no adecuadas. Esto nunca ocurriría en un partido de golf, a nadie se le regala el resultado, se lo tienen que ganar cada uno aunque se apliquen medidas correctoras que igualen las diferencias. A las damas se les da ventaja de salida porque físicamente tienen menos fuerza que los caballeros. El resto de recorrido se les hace tabla rasa con los que salen de blancas, amarillas o azules.

En la vida real no se aplican medidas correctoras para paliar las diferencias. Así nos va a las mujeres. Salvo en la Administración Pública, a la que se accede por oposición en el resto del mercado laboral es un desastre y las cifras no engañan. Se ha satanizado la maternidad como un prejuicio insalvable para el desarrollo laboral de la mujer.

Al contrario que en el golf, en la vida real la ventaja es para los hombre que tiene un acceso más fácil al ascenso laboral. Podríamos decir que en el trabajo los hombres salen de rojas y las mujeres de blancas. Sólo las mujeres que tienen un handicap excelente son capaces de ver cumplidas sus expectativas.

Únicamente aplicando una solución a las diferencias entre las personas se puede conseguir un reparto equitativo y justo de la distribución del poder. Las cuotas del 50% es lo mismo que rellenar una tarjeta falsa de juego, es una trampa.

Sección-Reflexiones

¡¡Ni me menees!!

15 comentarios:

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

En la práctica es donde creo que debe estar la diferencia. Quizá necesitemos leyes para igualar las desigualdades de partida, pero mientras tanto yo creo que es jugando como se cambian las cosas. Es decir, las reglas son sólo la parte fija del juego. Luego está la forma en que las tenemos en cuenta para saltárnolas cuando haga falta con el fin de que mujeres y hombres estemos mejor repartidos por esos mundos laborales de Dios.
No sé si me explico. Vamos, que no me importa tanto de dónde salimos (las leyes) sino la práctica. Y puestos a hablar de injusticias, muchas son las ya cometidas con cantidad de mujeres como para que ahora quienes tienen ya un buen handicap pongan barreras a las novatas.
Jesús, no sé si me estoy haciendo entender.

Lula Towanda dijo...

Julen
Si que te haces entender, pero creo que las cuotas son pan para hoy y hambre para mañana. A mi me preocupa más las dificultades de entrada porque afectan a más mujeres y son realmente el freno para que haya masa crítica para la cantera de directivas.
Estos cambios son a largo plazo y empiezan por la educación.
Cuando se han quitado barreras para la educación hay más mujeres que hombres en las universidades y eso es el germen para crear la cantera.
Queda por eliminar las barreras de acceso al trabajo, que por el mismo trabajo hombres y mujeres reciban el mismo salario y no sólo no haya obstáculos para su promoción, sino discriminación positiva en su inicio. El resto de camino, que gane el mejor, sea hombre o mujer, me da igual. Para eso son necesarias LEYES que nadie está legislando. A mi no vale lo de las cuotas, son el chocolate del loro. Afectan a un número muy pequeño de mujeres.
Las directivas actuales que no se les ha regalado nada sufren en síndrome de Estocolmo y aplican la misma dureza e injusticia que ellas han recibido. Ellas deberían cuidar de que hubiera cantera, una pena que no estén a la altura.

Estoy en contra de las cuotas porque es injusto y tiene efecto bumerán. Del gobierno actual paritario es lamentable el nivel de algunas ministras, no creo que eso favorezca a la imagen de la mujer, a mi personalmente me abochorna. A veces pienso que las eligen así de forma deliberada....

Antonio dijo...

Dear Lula;

Acabo de enterarme por vos, de algunas relgas básicas del Golf. No tenía ni idea porque nunca he jugado, así que ni siquiera sé porqué escribo, pero..

Quería dejar mi perspectiva sobre el mundo laboral y las chicas, y lo siento si soy Bruto;

Lo de las cuotas, no se cumple. Como la mayoría de las leyes, si se cumpliera estaría muy bien.

En la Función Pública, las bajas de las chicas son el triple que la de los chicos, principalmente por "motivos familiares".

En el mundo empresarial, conozco empresarias que solo contratan mujeres.

El aumento de roles femeninos, trabajadora, empresaria, ama de casa, amiga, amante, esposa, no permite la conciliación de la vida laboral y familiar.

Se ha producido una asunción de roles muy rápida, que no parecemos haber asimilado.

Quizá en lo único que lo noto es en la libertad sexual, y te aseguro que hoy por hoy, nos ganan a los chicos por amplia goleada.
.

En Comisiones en las que he participado, te aseguro que son mucho más feroces, osadas y crueles que la mayoría de los hombres, y eso que iban de buen rollo.

En la Universidad, son mcuho más listas y trabajadoras. En mi Facultad, por ejemplo, hay 2 mujeres por cada hombre y más profesoras que profesores. El Mundo es ya, como Siempre, Femenino.

La Tierra, Gea, es azín

Lo de los sueldos y oportunides.. prefiero no opinar.

El futuro, no lo sé.

Espero no haber sido muy bruto, pero sé que este cambio está "deslocalizando" a muchos hombres.

En la Función pública que yo conozco, por ejemplo, hay más Ellas que Ellos como Jefas. Sinceramente, las prefiero.
En la Empresa privada, No.

Se podría hablar mucho de esto pero, en líneas generales, me da la impresión de que las mujeres quieren asumir todos los papeles, sin renunciar a nada y los hombres si están renunciando, sin que se valore que están detrás de ese cambio.

¿Es esto una venganza histórica,
como el peor de los feminismos?

Creo que somos iguales, pero "Vosotras" tenéis muchas más habilidades.)

Quizá generaciones más "antuiguas" no lo hayan vivido tan claro. Y yo me estoy haciendo mayor:P

Para volar, son necesarias dos alas.

Tampoco tengo mucha experiencia en problemas de género, sólo quería dejar mi opinión, supongo que un poco machista.

Ya jugaremos al Golf:)

Bss

Antonio dijo...

Disculpa; El renuncio en la tass natalidad española. 0

Otro día, si quieres, hablamos de los nasciturus, sin culpar a "naide".

Al final, como decía un bruto, brutísimo, sólo va/mos a quedar p. y m.

Con cariño y Salud,
unomismo

Lula Towanda dijo...

unantonio
Lo primero agradecerte que te expreses tan al natural, sin miedo a ser políticamente incorrecto.

Lo del golf es cosa buena y tenéis buenos campos de golf en Extermadura. Si tienes la oportunidad ¡engánchate!

la Administración Publica es un paraíso para las mujeres: Pueden acceder mediante oposición, tienen un horario compatible con la vida familiar y las excedencias son de verdad. Posiblemente haya un campo abonado para echarle morro y algunas se pasen de listas.

La empresa privada es todo lo contrario. No todas cabemos en la Administración Pública y las más torpes nos toca lidiar con el Capital.
Allí es dónde hay que salir de rojas, que se pasa muy mal saliendo de blancas.

Te confieso que mis peores experiencias laborales han sido con "Clientas" que es como si fueran jefas.
En mi empresa hay menos mujeres jefas que hace diez años. Parece que la cosa se iguala según los sectores. Unos avanzan, otros retroceden.

Está cambiando muy rápido las cosas. Las chicas ahora tienen mucha libertad y son dueñas de sus vidas. Pero el mundo es aún masculino.

Enrique Sabaté dijo...

Yo estoy a favor de las cuotas, quizá no sea la solución para que accedan quienes mejor preparación o aptitudes tengan, pero será un modo de acostumbrarnos a percibir la igualdad entre mujeres y hombres. Y si es por que puedan acceder quienes no lo merecen sólo dejaré una pregunta: ¿cuantos hombres están en puestos para los que no están capacitados?

Nunca he jugado al golf y confieso mi ignorancia con respecto a sus reglas, pero me parece justo que se facilite la salida a quienes tienen en principio menos recorrido en su golpe. Supongo que un equilibrio parecido hay que buscr en el mundo social y laboral, auqnue en realidad todo, a mi entender, se reduce a una sola determinación y esta es lo que vale por sí misma una persona de independientemente de su género o condición.

Lula Towanda dijo...

Enrique Visto de esa manera, para que al final estén los incompetentes de siempre, que sean al menos en paridad. Tienen su lógica social.
Tendríamos que arreglar también lo de los incompetentes sin distinción de genero.
Estoy de acuerdo contigo que lo importante es la valía de la persona, independientemente de su género o condición.

Mario dijo...

Lula, lo has expuesto tan claramente que tengo poco que añadir - sólo dejar constancia de mi acuerdo. Muy buena analogía. Y sí, la discriminación positiva debe corregir las desigualdades de partida, no amañar el resultado. Es de cajón.

Lula Towanda dijo...

Mario Me alegro coincidir contigo en la forma de superar la barrera de la no-paridad.
Mi hija la filósofa me decía: si casi todos los empresarios y los políticos juegan al golf, ¿cómo es que no se han dado cuenta de que salir de rojas es una posible solución?

chousas dijo...

Pero quizá las cuotas sirvan para romper una barrera y que el "día de mañana" (quiera decir lo que quiera decir esa expresión) no hagan falta ya normativas relativas a la distribución de sexos... ¿no?

Germán Gómez dijo...

En mi opinión, un elemento desequilibrante es el hecho que los hombres no podemos quedarnos embarazados, con todo lo que ello conlleva. Compensar ese hecho diferencial, tendiendo en cuenta que a casi todos nos gusta tener descendencia, es necesario. Otro tema es cómo y quién paga esta compensación. El capital hace bien en ir a lo suyo, que la competencia es dura.
Pero no buscar compensaciones es injusto para las mujeres y un despilfarro de recursos para la sociedad. Se me ocurre una tontería: obligar a los padres a dejar de trabajar el mismo tiempo que sus compañeras emparazadas abandonan su trabajo, dedicando ese tiempo a sus hijos.

Lula Towanda dijo...

Chouosas La cuotas que se deben aplicar sobre todo en el arranque de las carreras profesionales para que la presencia de la mujer esté en todas las capas del poder. Ahora se aplican en zonas muy elitistas y eso no es representativo ni rompe ninguna barrera. ¿de que nos sirve tener un gobierno paritario? a mi me perece que de poco.

Germán La baja paternal es un tímido intento de igualar, muy loable. Mucho más radical sería la baja doble y además sería bueno para la familia al completo.
A ver que político tiene el valor de proponerlo.

chousas dijo...

Pues sí... visto así...
La verdad es que al gobierno paritario no le veo el más mínimo sentido...

Uxío dijo...

El problema fundamental de las cuotas es la falta de legitimidad que generan hacia las mujeres. Por eso generan tanto rechazo.

No creo en las cuotas pero sí en los objetivos de representación, al igual que existen otros muchos objetivos a nivel de gestión pública y privada.

Salir de rojas me parece una metáfora estupenda para todas las medidas (no necesariamente cuotas) que intentan corregir los desequilibrios tan fuertes de género. Y no son sólo de situación de partida... son de reglas de juego, de valoración de las partidas... Como si los hoyos se fueran moviendo de sitio una vez que has golpeado la bola, o cambiando de valor según el género de quien juega...

Lula Towanda dijo...

uxío: Además la ley de coutas solo se aplica en los puestos de más responsabilidad o políticos y ¿qué pasa con el resto de la pirámide?
Creo que las causas hay que buscarlas en las "virtudes" de la mujer que juegan en contra de ella: Sentido común,falta de obediencia ciega y una escala de valores diferente.
Este es el cuadro que presenta el mando intermedio mujer