miércoles, abril 09, 2008

La conspiración para cerrar empresas


Las empresas no se mueren, las matan,
pero lo hacen de manera que parezca un accidente



Las mentes lógicas no alcanzan a vislumbrar la retorcida estrategia de llevarse por delante a una empresa. Cuando ya no queda remedio, y se dan cuenta de que no hay más solución que cerrar el chiringuito, ya es tarde para reaccionar. Algunos lectores habrán pasado por la experiencia traumática de ver la empresa en que trabajaban reducida a su mínima expresión o desaparecer y posiblemente me den la razón en mi teoría de la conspiración para cerrar empresas.

Las 10 señales que anuncian que a la empresa le han dado sentencia de cruz son:

  1. Aunque los resultados son buenos y la gente está motivada, se escuchan tambores de cambios y se empieza a hablar de endogamia, de falta de talento dentro de la empresa, de obsolescencia...
  2. Aterriza en la cúpula directiva un paraca ajeno a la empresa e incluso al sector y si es posible de otro país. Trae una Misión de derribo y la firme convicción de que no ha venido a hacer amigos.
  3. Se acorrala a los directores viejunos que conocen el negocio y saben hacer su trabajo quitándoles parte de sus actividades para entregarlas a unos fichajes galácticos buscados por los head-hunters a imagen y semejanza del nuevo jefe. La llegada de estos bárbaros es el inicio de la decadencia.
  4. Se declara la guerra entre los viejunos y los galácticos. En el comité de dirección no se toman decisiones, solo se pelean los unos contra los otros.
  5. La cadena de mando adquiere un comportamiento de valor detraído. Cualquier esfuerzo no solo será anulado sino que caerá en la parte negativa del eje de las ordenadas.
  6. Se siembra el desánimo en la tropa que empieza a plantearse “si hay que hacer se hace pero hacer para ná es tontería”.
  7. Aparece la asfixia económica. No hay dinero para todos y para arreglarlo se desvían los presupuestos saneados de los directores viejunos a los directores galácticos para acelerar el proceso de autodestrucción.
  8. La empresa plantea un ERE.
  9. El personal que ha aborrecido el trabajo casi ve el ERE como una tabla de salvación. Solo algunos luchan como jabatos para no ser inmolados laboralmente.
  10. Se vuelve al punto 7 hasta agotar existencias.

Después de varias iteraciones del punto 10 al 7 sujetas a la inercia de la organización, quedará la empresa en su tamaño definitivo, que en algunos casos será cero. Solo un cambio inesperado podría parar esta apisonadora, tal vez una de las ideas radicales de Julen: Fuera líderes, Sin gerencia o Adiós a la dirección.

¡¡Ni me menees!!

15 comentarios:

Muxfin dijo...

En el punto 5, aparece la "administración por caos", que se convierte en "administración por terror" en el punto 8 al introducir la amenaza del despido.

Anónimo dijo...

No sé si llegaré a estar en una situación similar algún día... Sólo veo un horizonte mezcla de bolsas de trabajo en lo público y contratos de duración determinada (y corta) en lo privado. Estaré destinado a ser hombre tangente en lo laboral...

Fernando García Pañeda dijo...

Ufff... los chupatintas públicos nos quedamos en el punto 6. De momento, al menos, mis churumbeles no pasarán hambre.

Antonio dijo...

En Córdoba dirían; Ere o no Ere, he ahí la cuestión, apañera;-)

Yo no he sido.

la-de-marbella dijo...

No lo he vivido nunca, pero si sufrí mobbing cuando aun esa palabreja no existía en nuestros vocabularios. Conclusión: me fui y vuelta a empezar a los 38 años. Difícil que no imposible, he conseguido sobrevivir y trabajar, claro que en otra cosa. Creo en las conspiraciones empresariales.

Lula Towanda dijo...

muxfin: En cada iteración el punto 8 se pone más dramático. Cuando se mete presión sale lo peor de las personas hasta el punto de no merecer el nombre de humanas. El caos frente al terror es un paraíso.

M@k: Me ha dado mucho que pensar tu comentario. Algunos nos quejamos por una perdida de derechos que otros no pueden perder simplemente porque no los tienen.
Mal está esta sociedad cuando las empresas no quieren un compromiso con personas tan valiosas como tu.

Fernando: Es lo mejor que tiene la Administración, el respeto al puesto de trabajo,aunque algunos políticos tengan malos pensamientos. Veo que en la estructura de valor detraído convergemos los de la privada y la pública.

Antón Este post es de miedo, no de risa...

Marbelli El ERE en alguna medida es un mobbing. Desprecian tu trabajo y te tiran a la papelera por viejuno cuando estás en la flor de la vida laboral.

Joseph Cartaphilus dijo...

No me extraña que a los ejecutivos les recomienden "El Arte de la Guerra"

Es todo tan repetitivo

Dichosas lecciones que no pueden ser aprendidas

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Hay muchas que parece que nunca estuvieron abiertas.

Lula Towanda dijo...

Joseph: Es lo único que hacen los ejecutivos: guerrear. Por eso los head-hunter los escogen agresivos.

Julen: El argumento para cerrar las empresas de I+D es la innovación abierta.
Para los que toman decisiones la innovación abierta consiste en subcontratar el I+D a las Universidades (becarios mileuristas) o comprar startups.

Unknown dijo...

Yo estoy con Julen. Algunas son como zombis y parece un fenómeno sobrenatural el hecho de que sigan "viviendo".

Lula Towanda dijo...

Telémaco: Las empresas zombis estuvieron antes bien vivas pero se quedaron dando vueltas entre los puntos 7 y 10 sin llegar nunca ha hacer "exit", lo que se llama en SW deadlock

Anónimo dijo...

¡Hola Lula!
He asistido al cierre de una fábrica, una azucarera y que en seis meses cerrarán otras tres mas y es una experiencia que no deseo a nadie.
Pero la vida laboral de los empleados es mas larga que la vida de muchas empresas.
Si alguien sospecha que su empresa se va a cerrar, salgan antes, ... si pueden, lo recordarán como la mejor decisión y en su nuevo trabajo, lo entenderán.
¡Saludos!

Enrique Sabaté dijo...

No he sabido nunca de esto pero comprendo lso métodos que utilizan.
La verdad es que toda mi vida he sido un soldado y los problemas eran otros.

Anónimo dijo...

¡Hola! Lula,
Ya estuve en una azucarera que cerró, no la empresa, una fábrica. No es agradable para nadie. En menos de un año, se cerrarán otras tres. Terrible. Yo escapé y creo que fue la decisión mas acertada, pero tenía 29 años.

Ahora tengo 50, estoy en una empresa en el punto 1. Pero no me importa, he encontrado una vía de escape, un túnel y tengo un plan.
No sé si funcionará, pero intentarlo es precioso.
¡Salud!

Anónimo dijo...

Qué razón tienes. Está claro que las buenas palabras cuando interesa que se muera la empresa desaparecen por arte de magia y comienza el camino del miedo... una pena.