martes, septiembre 09, 2008

Los ojos no tienen alcalde


Imagen tomada de wwwvireta.blogia.com

Una mujer de este pueblo del sur en el que habito me contó que su marido, como todos los hombres, miraba a las chicas guapas con las que se cruzaba. A ella, mujer decente donde las haya, le ocurría lo mismo con los maromazos de esta tierra de frontera. Los contemplaba y paladeaba con los ojos, sin que eso supusiera faltarle a nadie.

Niña, yo no he conocido más hombre que a mi marido. A los dieciséis años me lo eché de novio, y hasta hoy. No tengo queja. Pero claro, nosotros ya tenemos una edad y los cuerpos no son lo que eran. Por eso, cuando en las noches de verano nos vamos al paseo marítimo y vemos a la juventud, vestidos como pimpollos, enseñándose como pavos reales, lo que es a mí se me van los ojos. Como a él. Y es que, niña, los ojos no tienen alcalde. Otra cosa es que luego una con eso no haga nada. Porque yo puedo gobernar mis actos y mis palabras, pero lo que mi ojo ve, eso no hay quien lo controle, ni yo misma. Ahí no hay autoridad que valga.

Esta exposición de sabiduría popular me abrió una nueva perspectiva de análisis de los mecanismos de la socialización ("porque yo puedo gobernar mis actos y mis palabras") y el libre albedrío ("lo que mi ojo ve, eso no hay quien lo controle, ni yo misma").

Y me deja flotando una pregunta del millón como en la punta de la lengua, una especie de vacío frente a cómo interpretamos la realidad.

¡¡Ni me menees!!

7 comentarios:

Lula Towanda dijo...

Tiro la toalla en lucha con el libre albedrío. No solo los ojos son incontrolables, también lo es el Destino. En otra vida debí ser un auténtico bicho y en esta me toca pagar el pato. Me escribiré algo sobre ello.

Antonio dijo...

Yo oí que "los ojos son solteros". Lo malo es que estén separados y vaya cada uno por un lado, mirando a sitios diferentes, ¿no?. Creo que eso tiene un nombre, aunque no sea discapacidad.
Buen texto.

Lula, eres Reyna :)
Muac

Jose Asensio ( larri )L1276 dijo...

Cierto los ojos no tienen barreras.
la vista se va con mucha, mucha facilidad.
Incluso algunas veces las manos les acompañan.
El que diga que No se le va la vista MIENTE.
Un amigo me dijo que incluso sin ver el aroma quimico de las personas o artificial nos hace girar nuestro cuerpo para intetar ver .
Lo bueno es que la imaginacion o vista No tiene " ayuntamiento " ni partido politico.

Anónimo dijo...

Los ojos ven lo que ven, pero las miradas, ... ¡hablan!
A mi hermana, la cohorte de curas que rodean a Ratzinguer, le parecen todos, guapísimos y les mira y les remira.
No me extrañan las habladurías.

Miguel Arribas dijo...

SM:
Precioso relato. Creo que no es igual ver que mirar. Ahí puede estar la diferencia.
Un día os trasladaré de un libro de moral del XVII como se puede pecar con los ojor :-o.
Besos
Miguel

la-de-marbella dijo...

Pues tiene razón la mujer. A mi los ojos se me escapan aunque no quiera cuando hay algo que le gusta mirar. Todo un ejercicio de contención tengo que efectuar para controlar mis pupilas, son muy descaradas las muy libertinas, jajaja. Muy bueno, como siempre.

Cigarra dijo...

Una lección de sabiduría popular.
La belleza es la belleza y hay que admirarla, sea paisaje, arte o tío bueno, que no está la vida para desperdiciar alegrías. Aunque sólo sean visuales.