martes, diciembre 15, 2009

Solo ante el buffet






El occidente, tan acelerado y tan moderno, no valora la sabiduría de los años. Es el oriente el que sabe dar la importancia que se merecen las personas de edad. No puedo por menos que dar la razón a los orientales porque siempre he considerado que la sabiduría es el fruto de los años.

Siento debilidad por las personas longevas y no puedo evitar observarlas cuando me cruzo con ellas. Ir acumulando años implica pagar un peaje en las capacidades motoras o en la memoria o en ambas a la vez, pero he visto casos admirables de superación de estas limitaciones.

Admiro mucho a las personas mayores que para conservar la independencia son capaces de proezas que atentan las leyes de la física. Uno de ellos es un vecino que tiene la espalda totalmente curvada y que camina en un equilibrio casi imposible, pues pasito a pasito todas las mañanas va solo a comprar el pan y el periódico.

Hace poco me encontré en el buffet de un hotel a otro irreductible independiente. No puedo precisar su edad pero su terno cruzado, muy parecido a los que llevaba Tierno Galván, le daba un aire de otros tiempos. Me llamó la atención por sus pasos cortos y vacilantes en busca de las viandas del desayuno.

Me dispuse a observar cómo se alimenta un longevo, para aplicarme el cuento y alcanzar su edad. Después de varios paseos volvió con un plato con dos huevos duros que depositó en la mesa y se dirigió a por el zumo de naranja. Volvió con dos vasos, los observó detenidamente, le dio un sorbito a uno, luego al otro hasta dejarlo al mismo nivel y los puso sobre el mantel antes de volver a por la siguiente captura.

La tercera incursión en el buffet le hizo vacilar, parecía que se le había olvidado lo que iba a buscar. Caminada de un lado a otro sin decidirse por nada concreto, parecía perdido. Sentí un impulso de intentar ayudarle pero un camarero que me leyó el pensamiento me dijo. –No se deja ayudar, ayer lo intenté y se molestó mucho-.

No sé en qué acabó la aventura del desayuno porque no tuve tiempo de ver el final pero la imagen del longevo maqueado en un traje de antes de la guerra y solo ante el buffet me dejó una sonrisa en los labios y una determinación de ser como él cuando tenga su edad.


¡¡Ni me menees!!

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Carpe diem, paisana...

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

A mí tambiénme gusta imaginarme de mayor. ¿Será que la realidad se acerca cada día más? Siempre pienso que de mayor el tiempo se ralentizará. Sé que es mentira pero es la forma de abrazar el paso de los años.

Lula Towanda dijo...

paisano: Eso hago, aunque a veces me enredo :-)

julen: Algonos ven el paso de los años como una pérdida, yo prefiero verlos como el camino hacia el objetivo de la longevidad. No hay nada como estirar la vida en buenas condiciones.

ALyCie dijo...

La vida media del ser humano a lo largo de la historia no ha pasado de los 40 años, y ya llevo 12 extras.
No he hecho nada para merecerlo, así que tengo la obligación de disfrutar de forma responsable del tiempo extra.
Salud os y feliz solsticio de invierno.

Unknown dijo...

Si, lo cierto es que es algo que nunca he comprendido de nosotros los occidentales.
Personalmente me encantan esas charlas serenas con una de esas personas mayores que parecen que están de vuelta de todo. Tienen tanto que enseñar y tan poca gente dispuesta a aprender :(

Lula Towanda dijo...

ALyCie: Con 40 años no te da tiempo de hacer nada, al menos a mi.
Mientras que el cuerpo aguante hay que resistirse a devolver la cuchara.
Lo de devolver la cuchara es el término más ingenioso que he oído para describir a la muerte.


Telémaco: No apreciar la experiencia de los mayores es el mayor error de occidente. Se repiten una y otra vez los mismos errores.

Antonio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lula Towanda dijo...

antonio: Curioso lo de la EDAD y una pena que se haya quedado en la edad.

Cumplir años tiene precio pero creo que merece la pena pagarlo. Lo mayores no se adaptan a los cambios pero si los cambios no son una amenaza ¿para qué cambiar? Hay mucha tontería con los cambios y si no se aprenden los idiomas más fácilmente como compensación tienen más paciencia.

Ya sabes, a guardar bien la cuchara :-)

ALyCie dijo...

Un placer leeros a todos aquí

Lula Towanda dijo...

ALyCie: El placer es mio.

Miguel Arribas dijo...

He leído todos los comentarios al post de Lula,y no he podido menos que esbozar una sonrisa.
Desde la infancia--o reinfancia como acertadamente define a la vejez el querido amigo Antonio--que me proporcionan mis recién cumplidos ochenta años,os puedo asegurar que si pasaís por encima del inevitable deterioro físico os encontrareis con las mismas ilusiones e idénticas inquietudes.
No dejar de realizarlas diariamente y si no os mirais al espejo pensareis que os encontraís en el mejor momento de vuestra vida.
Perdonar el "sermón" y os deseo a todos unas felices fiestas de la Navidad o del solsticio deInvierno--un abrazo querido ALyCie.
Y uno muy especial y amplio para nuestra querida anfitriona Lula.

Lula Towanda dijo...

: Es un honor tenerte como amigo, eres un modelo para mi y voy siguiendo tus pasos.
Ya quisieran algunos ventegenarios tener tus energías.
Felices fiestas a todos y bienvenido un año más que nos da la oportunidad de aumentar nuestra sabiduría.