miércoles, noviembre 07, 2007

El pelmazo


imagen tomada de http://wwwvireta.blogia.com

De todos los ejemplares de la fauna humana que nos rodea, ninguno más enojoso y antipático como el pelmazo. Es un individuo "casi humano" que tienen muchas de las características de la piedra berroqueña, de la pesada mosca veraniega, del ávido mosquito y de la insaciable sanguijuela.

Cuando nuestro personaje encuentra a su víctima se adhiere a él como una auténtica sanguijuela y le abruma con altas dosis de locuacidad, servilismo y halago.

Emplea su tiempo en perseguir incansablemente a sus posibles víctimas: Cuando os tropecéis con él, no intentéis escapar: cualquier dirección a la que vayáis coincidirá, curiosamente, con la que él tenía previsto tomar.

Si le veis de lejos e ingenuamente, intentáis escabulliros, perdéis el tiempo, pronto hallará la forma de cerraros el paso y agarrado a vuestro brazo os abrumará con su monótona conversación hasta llevaros a la extenuación.

Contaba, a este respecto, Miguel Mihura -anécdota que debo al recordado Prof. García Sabell- que un día que el gran dramaturgo, por entonces Presidente de la Sociedad General de Autores de España, caminaba por el Paseo de Recoletos, se encontró con uno de los mayores pelmazos de Madrid. Al proponerle Mihura que le acompañara, el pelmazo, sorprendido, le preguntó:

¿De verdad quieres Miguel que te acompañe?.

El gran humorista, aminorando el paso, le respondió:

Sí, porque prefiero que vengas conmigo a encontrarte otra vez.

El pelmazo es incapaz de entender las más claras indirectas, es insensible al desprecio y goza de la virtud de la inoportunidad. Si visita vuestra casa o despacho lo hará a las horas más inoportunas, si estáis enfermos no dudará en sentarse a vuestra cabecera y contaros las enfermedades que ha padecido y si os encuentra, algún día, hablando con una bella mujer preguntará inmediatamente por la salud de vuestra "santa" esposa.

Yo estoy convencido de que si algún eminente biólogo estudiará al pelmazo en profundidad, llegaría a la conclusión de que pertenece, sin duda alguna, a una "especie animal" creada exclusivamente para molestar y amargar la vida al prójimo.

¡¡Ni me menees!!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

genial descripción.

Yo añadiría el tan habitual "casualmente traigo aquí unos versos"...

Miguel Arribas dijo...

eclectico:
gracias por tu comentario.

Al pelmazo de los malos versos puedes añadir el que se empeña en leernos el periódico, o nos cuenta, sin gracia alguna, un mal chiste.

Las variedades de pelmazo son infinitas.

Saludos

Antonio dijo...

Felicidades por la entrada;-)

Pelmazo; Miguel; pregunto, ¿que grado de parecido puede tener pelmazo, con intelectual?

Te recomiendo, en este mundo traidor, leer en wikipedia, las notas sobre geek y nerd.

Aquello que hablamos de intelectuales hoy día.
No sé cómo calificarlo.

Aunque "conozco" la anécdota de un Valle Inclán, Unamuno, o uno de estos, quedóse cojo, por no ceder el paso a un pelmazo..

España es asín.
1 año de estos, quedamos.

Un abrazo

Miguel Arribas dijo...

Estimado unantonio:
Creo que un intelectual puede ser tan pelmazo como cualquier hijo de vecino. Y cuando lo consiguen son de la peor subespecie ya que añaden a la dosis de pelma una muy alta de vanidoso engolamiento.
Gracias por tu indicación respecto a los conceptos de geek y nerd.Con todos mis respetos creo que el geek puede ser un intectualoide pero el nerd es no sólo un intelectualoide sino algo autista.
Pero tómalo como una opinión no muy fundada ya que a pesar de mis muchos años soy un perfecto analfabeto en informática.
Hasta hace poco tiempo el ordenador-siempre, hasta ahora, fueron Mac-- era para mí una maquina de escribir y archivar información.
Tengo que reconocer que es un mundo tan profundo-y para mí tan impenetrable-- como el Hades.
Respecto a la anécdota de Unamuno o Valle Inclán, recuerdo que este último--el Marqués de Bradomín--perdió la movilidad de una mano por un bastonazo que le propinó un joven tertuliano a quien Valle Inclán había ofendido gravemente.
Un abrazo.

Lula Towanda dijo...

Lula Towanda dijo...

Miguel, me he acordado de un plasta que era compañero de trabajo. Era muy competente y sabía muchísimo de su especialidad pero preferíamos buscarnos la vida antes que preguntarle nada de lo suyo porque ¡¡¡¡ contestaba durante horas!!!!

Recuerdo su técnica de acorralamiento. Cuando tenía una presa la iba llevando hacia la pared y una vez allí apoyaba la mano en la pared con el brazo extendido acorralando físicamente a su víctima.

Cuando veíamos que acorralaba a alguien íbamos al rescate de la víctima diciendo que le llamaba el jefe.

Después de este caso tan superlativo no he encontrado nada igual.

Los poetas en busca de lectores que menciona eclectico me parecen inofensivos :-)

amalgamadeletras dijo...

Buena recopilación sobre la persona molesta, fastidiosa e inoportuna... ¿Qué hace a una persona pelmaza? ¿Qué se cuece dentro de ella y le impulsa a comportarse así? Mientras no lo sepamos o averigüemos, las 'gafas sociales' nos están engañando. Claro está que su propia actitud hace muy difícil abrirnos camino hacia su interior... Es simplemente, una tipología muy difícil de tratar, cuando menos diariamente.

Miguel Arribas dijo...

Lula
Los pelmazos son verdaderamente poliédricos.Conocí uno--por otra parte excelente persona--cuyas inciales eran F.N. Su aplastantes razonamientos a todo lo que realizaba y sus estrictas normas --que enlentecían todas las gestiones--convirtieron sus iniciales en Funesto Nefasto.
Besos

Amalgamadeletras:
Es muy difíl, efectivamente, conocer íntimamente las motivaciones personales que mueven a los pelmazos a comportarse así. En muchos casos se mezclan: timidez, inseguridad, torpeza, necesidad de ser aceptado por los demás,deseos de agradar etc.,etc.
Saludos