domingo, febrero 22, 2009

Tres amigas


Nos hicimos amigas hace más dos décadas cuando coincidimos en el mismo proyecto tirando líneas de código. Estábamos muy a gusto con nuestro trabajo pero las circunstancias de la vida separaron nuestras trayectorias profesionales y al cabo de unos años se produjo nuestra diáspora laboral.

Mantuvimos siempre la buena costumbre de comer juntas de vez en cuando para contarnos nuestras cosas al margen de que las circunstancias fueran propicias o no a colaborar desde nuestras distintas empresas. Estos encuentros nos mantuvieron siempre en contacto y nos permitió ver la vida desde tres ángulos.

La última comida que hemos tenido ha marcado una tendencia divergente en nuestras actividades que es difícil que tenga marcha atrás. Ahora cada una vive en un entorno distinto y eso da a nuestras conversaciones mucho colorido. Una de nosotras es profesora en una cárcel de la Comunidad de Madrid, otra es accionista y gestora de una empresa de alta tecnología y la que suscribe vive una segunda juventud en la Universidad.

La cárcel, la Ciencia y la Universidad dentro de una coctelera explosiva de palabras. En nuestra conversación se fueron mezclando sucesos de amor y cárcel con historias de científicos-empresarios que odian la burocracia con luchas de departamentos en las Universidades

Aún suena en mis oídos la desesperación de los científicos con la gestión del día a día. La capacidad de exportar tecnología en un país de servicios. La satisfacción de ver el conocimiento con aplicación práctica. El uso de la bata blanca como signo de distinción. El agradecimiento de los reclusos a los profesores plasmado en obsequios confeccionados con horas y horas de dedicación. La angustia de no disponer de un bolígrafo para preparar un examen en la UNED desde la cárcel. Las desventuras de un narcotraficante al que su mujer le deja sin blanca y sin hijos cuando se entera que ha tenido un bis-a-bis con una reclusa. Los Departamentos de la Universidad endógenos sin remedio. Las tribulaciones de una tesista que aterriza en la Universidad desde el mundo exterior.

Vidas distintas vistas por tres pares de ojos que antaño miraban las mismas cosas.

¡¡Ni me menees!!

11 comentarios:

María dijo...

Los caminos de la vida son muy dispares pero lo mejor es que tenéis un punto de encuentro en el que los vuestros se cruzan y cada una de vosotras podéis recorrer un trocito de los otros. Besos

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Me alegro infinito por tu segunda juventud.

Miguel Arribas dijo...

Es altamente enriquecedor gozar de tan buenas amistades y ver como ésta es un nexo de unión que sobrevive a cualquier diáspora laboral.
Besos

Lula Towanda dijo...

María: Me alegro de verte por aquí. Lo mismo digo para las amistades virtuales, hay que conservarlas y mantener el contacto

Julen: Lo de la segunda juventud está muy bien pero ¡estoy hecha un mar de dudas!

Miguel: Mis amigos son mi mejor tesoro.

Muxfin dijo...

Tu relato me ha recordado a los primeros años de estancia en México.
Para ir a trabajar, necesariamente teníamos que pasar por una cárcel, un frenopático y girar a la izquierda después de pasar un cementerio. Siempre hacíamos la misma broma sobre que acabaríamos en alguno de ellos; afortunadamente de momento me he librado, lo que no puedo decir de mis otros compañeros.

Joseph Cartaphilus dijo...

Me gustan las vidas, A veces también las muertes. Todos tenemos algo qe contar. Que lástima que no siempre sepamos escucharlo.

Dichosas comidas de palabras

Fernando García Pañeda dijo...

Amistad que no decrece, aumenta.
Es fantástico conservar amigos con caminos, que no visiones, divergentes sobre la vida.
A ver si va a estar en la Universidad el elixir de la eterna juventud ;))

Ricardo dijo...

Que suerte poder ver con tantos ojos.

Unknown dijo...

¡que enriquecedor!¡que vivencias más interesantes!

Lula Towanda dijo...

Muxfin La vida es como el juego de la oca puedes caer en la cárcel en cualquier momento o en el laberinto o ir de oca en oca y tiro porque me toca :-)

Jopeph: A mi no me gustan las muertes, me gustan las vidas y que me las cuenten

Fernando: la Universidad tiene un efecto rejuvenecedor y cuando se vuelve en edad madura es cuando se la valora.


Ricardo: Eso que en el cole era un insulto (gafotas- cuatro ojos) es toda un ventaja estratégica

Telémaco No hay nada como saber de otros mundos para relativizar en el que se vive. ¡qué malo es vivir en una burbuja!

almena dijo...

Pues es estupendo ver la vida desde otros dos puntos de vista!

:)