miércoles, abril 18, 2007

Babuinos vs. ejecutivos

A raíz de la publicación del post Productividad: Matriz DI, mi asesor político(1) me envió un correo comentando lo afilado del análisis(2). Esto dio pie a que quedáramos a comer porque hacía tiempo que no nos veíamos. En la comida le pedí que me volviera a contar la metáfora de los babuinos para plasmarla en el blog. Quiero dejar claro que la historia es suya, y que yo sólo le doy forma escrita.



Cuando era pequeño mi asesor político en vez de cromos de fútbol coleccionaba fascículos de National Geographic. Le gustaba mucho leer acerca del comportamiento social de los animales. Estas lecturas le fueron de gran utilidad cuando fue el jefe de gabinete de un poderoso Señor de las Telecomunicaciones y le ayudaron a comprender que la conducta humana era muy parecida a la de ciertos animales salvajes. En la primera reorganización en la que se vio envuelto, le correspondió el delicado trabajo del reparto de despachos y pudo comprobar que el proceder de los ejecutivos se ajustaba en gran medida al de los babuinos .

Esta especie se caracteriza por su agresividad y por sus continuas luchas de poder. Viven en pequeñas manadas en zonas abiertas como sabanas, semidesiertos o planicies rocosas. Pueden ser víctimas de los depredadores cuando bajan a los ríos o lagos a beber agua y se sienten más seguros sentados en las faldas de las montañas donde tienen visibilidad de todo lo que se mueve. Se organizan en una rígida estructura social jerárquica que se plasma físicamente en el lugar que ocupan en la ladera de la montaña. La posición de un babuino se ajusta al siguiente criterio:

Todo Babuino se sentará por encima del resto de la manada que es menos fuerte que él y se quedará justo por debajo de un babuino de fuerza superior.

Todo babuino que se precie deberá valorar sus fuerzas en su justa medida si no quiere perecer en una disputa.

Llevado este comportamiento a los ejecutivos se observa que se miden entre sí para situarse en el más alto puesto jerárquico que les permitan sus fortalezas(3) y al igual que los babuinos se sienten seguros sentados en su despacho al abrigo de las amenazas del entorno.

La posición jerárquica viene también dada por la altura. Las plantas superiores de los edificios de negocios están ocupadas por los ejecutivos de mayor rango y cada piso que se baja es un descenso en la posición social. Valga la siguiente prueba del 9:

¿En qué planta está el Consejo de Administración?: En la más alta.
¿Dónde se suelen ubicar a los becarios?: En los sótanos.

Por este motivo el reparto de despachos es un tema muy delicado en las reorganizaciones y en las fusiones de empresas siendo a veces el punto más espinoso(4). Todo ejecutivo luchará y negociara hasta la muerte para conseguir un despacho en el piso más elevado que le corresponda por su jerarquía y por eso es dramática la "nota de corte".

Si un ejecutivo cae en desgracia será despojado de su despacho pasando a otro en un piso inferior. En el caso de que un ejecutivo nuevo con muchas ambiciones y con poco conocimiento del entorno aspire a situarse en lo más alto, corre el peligro de que otros ejecutivos con más fortalezas vayan directos a su yugular para quedar relegado a un despacho en un piso inferior al que pretendía.

Tuve la ocasión de aplicar estos conocimientos cuando renuncié a mi puesto jerárquico. Sabía que ya no me correspondía un despacho individual y antes de que me despojaran de él y me pusieran en cualquier parte negocié compartir un despacho doble con Jose, mi antiguo compañero de despacho, e incluso subí un piso :-)

Actualización 19-04-2007: ¿Por qué los babuinos no bloguean? La respuesta no está en el viento sino en el blog de Julen


(1) Aunque soy pobre me puedo permitir un asesor político de lujo al que compenso con asesoría técnica.
(2) Me halagó en gran manera
(3) Estas fortalezas son de diversa naturaleza: relaciones con otros ejecutivos, carácter, ambición, falta de escrúpulos, etc.
(4) En la fusión de dos grande bancos, el caballo de batalla fue determinar cuál de los dos presidentes ocupaba la planta superior. Al final se tuvo que hacer una reforma para dividir la planta superior en dos partes.




¡¡Ni me menees!!

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Antiguamente había tratados muy elaborados para enseñar a las damas de la alta sociedad cómo distribuir a los invitados en una mesa de banquete. Entraban en juego cantidad de consideraciones: estado civil, edad, títulos nobiliarios o no, escalafón dentro de los títulos nobiliarios, origen de su riqueza, etc.

Hoy día, Diputaciones y otras instituciones tienen jefes de protocolo que tienen que hacer lo mismo en actos donde hay políticos de diverso pelaje y condición: locales, provinciales, autonómicos o nacionales, en todas sus variedades. Yo creo que hoy día los políticos están tan obsesionados como los ejecutivos por estas cositas, y más de una vez me he enterado de auténticas broncas que se han liado entre ellos por un "me toca este sitio", aunque fueran del mismo partido político.

Unknown dijo...

Lo más curioso de los babuinos es adquirieron ese comportamiento del deseo de la altura observando a otras especies, en concreto a los los pájaros

la-de-marbella dijo...

Lo que da de si el National Geographic, nunca lo hubiera imaginado. Me voy al armario por mis revistas a ver si veo algun comportamiento animal que me ayude a comprender lo que pasa en mi pueblo. Parto rauda. Saludos

almena dijo...

No hay como estudiar a los babuinos para comprendernos
jajajaja
sí, sí

Enrique Sabaté dijo...

En el mundo animal, al cual pertenecemos, están todas las explicaciones a nuestros comportamientos. Como dice el proverbio: Los directivos como los libros, los de las estanterías más alta son los de menos utilidad.

Salud.

Rrío dijo...

Si señora, sí. La lucha por el espacio, marcar el territorio, apoyada en el estatus, genera alguno de los episodios más violentos en estos "arboles urbanos" en que desarrollamos en día a día. Por lo mismo, el encargado de ditribuir los espacios tiene un poder inmenso.

En la Administración, este estatus corre paralelo al "nivel", ese número del 1 al 30 que todo funcionario tiene marcado, y que define aprioristicamente su relación con el entorno socio-laboral. De hecho, algunos funcionarios enferman de "nivelitis".

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Es una enfermedad seria e incurable. Si estás afectada/o de statutitis, el dolor sólo puede ser tratado con morfina para mitigarlo, pero nunca para hacerlo desaparecer. La razón es bien simple: siempre encontrarás a alguien con quien sales mal en la comparación. Y la statutitis es la enfermedad que aqueja al humano que busca siempre estar por encima de los demás. Su drama es que, desde su punto de vista, siempre hay alguien por encima. Qué jodido tiene que ser vivir de esa forma.

Muxfin dijo...

Esto de los animales superiores me queda muy lejos, yo mas bien me siento como el pulgón ordeñado por la hormiga

Lula Towanda dijo...

Kotinussa ¡Qué curioso! El protocolo, tan refinado, está basado en el comportamiento de unos monos con mala leche y el culo colorado. A los políticos también se les puede asimilar a babuinos. Es que cuando no se tiene nada de lo que estar orgulloso, solo les queda el estatus.

Telémaco jajaja como la vida misma estos pajarracos.

Marbellí En un ecosistema con tanto dinero como en tu pueblo, tienen que darse muchas especies.

Almena Que no te entre la risa cuando los veas, ni te imagines como será la tonalidad su culito

Enrique No me sabía lo de los libros, muy bueno.

Río ¡Qué sería de los empleados de la Administración sin ese aliciente del nivel! cuándo se llega al 30 ¿se es feliz?

Julen ¡Te veo la cara! :-) Una idea radical: si no hubiera estructuras en las empresas con el aumento de la productividad se les podría dar un subsidio a los ex jefes.

Muxfin No te fíes de las hormigas...(que me perdone chousas)

marmotilla dijo...

Qué bueno es esto...
Seguro que se pueden sacar más semejanzas!

Un saludo.

Antonio Latorre Jimenez dijo...

Veo que sigues aumentando tu coleccion descriptiva de fauna corporativa.
Espero impaciente el apartado que dediques a los mandriles.
Saludos....

Lula Towanda dijo...

Carlos Creo que te voy a hacer la competencia. Voy a escribir un libro de management para la supervivencia de las especies en peligro: altruistas, honrados, sinceros, competentes, trabajadores, honrados....
Ya te avisaré cuando lo tenga

Marmota Tengo un colega que le llamaos así :-) Efectivamente, se puede estirar el tema muchísimo.

Chisme Como le comento a Carlos voy a escribir un libro de management para buenas personas. Algo así como Management para Quijotes.

Zifnab dijo...

Emulando a Bartolomé de las Casas una preguntita

¿Los babuinos tienen alma?

Se feliz

P.D: La luz era un flexo. Lo demás es tal y como lo dices :-D

mint dijo...

Y pensar que hace cien años todo era al revés. Y que el piso más bajo de la casa era el más importante y por eso se llamaba principal. En la administración el nivel 30 no da la felicidad, pero si una buena nómina. Ahora, cuando llegas al 30 lo que quieres es un contrato fuera de convenio. Ese afán por estar cerca del poder... si algo tengo más que comprobado es que cuanto más lejos estás de los que mandan más feliz eres (y más libertad tienes). Un beso.

chousas dijo...

Bué... a todos los niveles pasa ¿Cuántas discusiones habrás visto por ver quién va de copiloto en un coche?
Lo dicho: aún no somos humanos. Seguimos teniendo cositas ancladas en el cerebro de nuestros ancestros con más pelo. Que por cierto, vinieron de más o menos el mismo ambiente que los papiones...

Lula Towanda dijo...

zifnab Los babuinos la tienen pequeña, el alma se entiende.
Me alegro de haber adivinado el entorno de tu ensoñamiento. Disfruté leyéndolo porque a mi no se me ocurren cosas así.

Mint El día que no funcionen los ascensores les da un jamacuco a los ejecutivos. Principal o ático ellos eligen primero.
Ya sé una cosa más que no da la felicidad: un nivel 30.
Desde luego que cuando más lejos estás del poder más libre eres y por ende más feliz. No entiendo yo esa fijación por el poder.

Chousas La wikipedia cuando dices babuino te redirige a papion. Me gusta más el término babuino. Como dice una amigo mío uno de ellos ha llegado a ser rey de Bélgica.
Hay ancestros con más pelo más simpáticos que los babuinos: los chimpancés.
Se podría escribir algo sobre babuinos vs. Chimpancés.

Itziar Ortega dijo...

Lula,

En la metáfora de los babuinos - ejecutivos te has dejado alguna similitud importante: los babuinos se pasan el día arrascándose los huevos (con perdón)mientras que las babuinas están de acá para allá haciendo lo posible porque no se muera de hambre la manada ;-)

Anónimo dijo...

¿Alguien vio El abogado del diablo, con Keanu Reaves y Al Pacino? Pues en la torre en la que vivían, Al Pacino estaba en lo más alto.

Lula Towanda dijo...

Itziar jajaja me recuerda el mote de un director al que llamábamos rascacigotos. A mi jefe, que era buena gente, le regalábamos por reyes una mano de madera con mango para que la función de rascarse fuera más cómoda y discreta.

cebolla En las alturas no te sueles encontrar ni a Al Pacino ni a Keanu Reaves, pero hay grandes actores.