lunes, junio 25, 2007

Unas gotitas de Chanel

Esta semana traigo a mi memoria este recuerdo privado que hago público a condición de que me guardéis el secreto.


Es ya de noche, noche profunda y oscura. Duermo, o eso deseo, pero el vértigo me despierta intermitentemente. Han sido horas bebiendo y bailando en la ciudad, mientras la Alhambra, a lo lejos, vigilaba.

Esperaba que ella finalmente se viniese conmigo. Pero como casi siempre me he tenido que volver sólo, y solo estoy en esta cama que dá vueltas a mi alrededor.

Entre sueños, oigo una voz, un susurro. Siento un zarandeo. "Despierta. Despierta". Noto un suave perfume inconfundible, que antes se empotró en mi cerebro, y ahora me envuelve de nuevo.

Ella está allí, completamente desnuda. Bueno, según ella dice, vestida, aunque sólo con unas gotitas de Chanel.

Veo su escultural cuerpo, su dulce cara junto a la mía, sus tiesos pechos, su flexible cintura,... y un erecto miembro que miro alelado durante unos segundos. Cuando la boca para decir algo, mi sorpresa es aprovechada por ese trozo de carne caliente para acceder a mis humedades orales como Pedro por su casa.

La verdad es que en este punto intento despertarme, porque creo estar soñando, pero un cierto cosquilleo picante, que va increscendo, en mi otra protuberancia, me hacer caer definitivamente en la cuenta de que está pasando algo verdaderamente memorable.

Si me lo hubiesen jurado unas horas antes no me lo hubiese creido, pero ahora, pasada la sorpresa inicial, los acontecimientos se van desarrollando con bastante fortuna y naturalidad.

... (aquí podéis poner lo que vuestra imaginación os permita) ...

Al rato, exhausto, me quedo dormido. Cuando me despirto ella se ha ido, dejando, eso sí, tras de sí, un inconfundible aroma.

Todavía hoy, algunas noches de madrugada, me despierto completamente empalmado, creyendo haber captado retazos de ese perfume perturbador que me envolvió esa noche.

¡¡Ni me menees!!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

De todos es sabido que cualquier medio nuevo que se ponga (TV, SMS, Internet)se acaba llenando de las dos cosas importantes: el sexo y el sentido de la vida (o sea el sexo). Y parece que también llegó a la seccion femenina, cuestión que, vaya por delante, no me problematiza. Pero me parece más interesante lo de los sueños ¿cuáles son esos sueños que nos perturban por la noche y que se supone son reflejo de la mañana? ¿Puede hacerse un sueño realidad a fuerza de soñarlo? ¿existe una realidad distinta de la que vivimos y esta también es un sueño?

Re dijo...

Según mi madre, hay que tener mucho cuidado con lo que se desea, porque lo terminas consiguiendo, y según un proverbio árabe, si no consigues lo que deseas es porque no sabes pedir, así que tal vez los sueños son una petición inconsciente para que los deseos se realicen.
Te doy la razón en que más tarde o más temprano siempre termina por aparecer el sexo en todas partes, y también digo que en lo que mí respecta... somos todos mayorcitos y no creo que a estas alturas nadie se vaya a escandalizar por ello.

Rrío dijo...

Chica Gato: muy profundas tus reflexiones sobre las cosas verdaderamente importantes de la vida, y que casualmente comparto.

Apúntate estas siglas: VSR (Valor de Supervivencia y Reproducción). Según algunos autores, es todo lo que un hombre necesita tener (para ser deseado por las mujeres;).

Rebecuqui y Chica Gato:

Sueños, sueños,... todos tenemos sueños. A veces se realizan, a veces no. ¿O debería decir deseos?. En nuestra vida interior existen cosas perturbadoras, que conscientemente reprimimos, y que escapan oníricamente, en donde le damos valor de realidad. El cine, el teatro y la novela son otras formas de escapatoria, de vivir la vida de otros. ¿Y quizás los BLOGS?

Pero este post no iba de sueños, sino precisamente de las cosas que no te dejan dormir (contra lo que pudiera parecer, no necesariamente el sexo). En este post, el sexo juega un papel de reclamo. Me alegro que ambas hayáis captado ese trasfondo.

Lula Towanda dijo...

Como estamos...
Y eso que el largo y cálido verano no termina de entrar.

No hay más que ver la publicidad para saber que es lo que vende.

No ha habido mejor campaña publicitaria que la frase de Marilín con lo de las gotitas de Chanel.

Se te pasó el tiempo de soñar con los angelitos...

Anónimo dijo...

El otro día alguien decía, sobre los sueños, que siempre podemos soñar horrores de una experiencia placentera pero nunca, una experiencia horrorosa puede vivirse como un sueño agradable. Parece cierto y curioso.

Después de Freud, con su dramático simplismo (simbólico) de elección entre el sexo o la muerte, aún hay vida, y sobre todo otros valores, que animan a vivir.

Antes que los legionarios del culto a Mitra, prefiero a los grecopensadores de caverna. Opino que ellos también, pero no se lo digáis.

Es una opinión, gracias.

Anónimo dijo...

Disculpa, pero no había caído en que estabas hablando de Isthar. Es por mi amnesia..