Camaleones
Alejandro Boffa es un escritor italiano, autor de una interesante y original obra titulada: Eres una bestia, Viskovitz (Ed.Lumen,1999)
Sus páginas reúnen veinte breves relatos en los que un mismo personaje, Viskovitz, representa en cada uno de ellos un animal distinto que expone los problemas existenciales, sociales o sexuales que le acontecen.
En uno de ellos titulado ¿Quién te crees que eres, Viskovitz?, el protagonista -que adopta la figura de un camaleón- formula las siguientes reflexiones:
¿Quién soy yo? me preguntaba.
Como no encontraba la respuesta, le pregunté a mi padre.
- Depende del contexto -me explicó-. Nosotros los camaleones somos como una pausa entre dos palabras.
- Y... ¿nuestra personalidad?
-¿Para qué quieres una personalidad, hijo mío, cuando las puedes tener todas ?
Muchos representantes de la fauna humana de nuestros días, al igual que el camaleón o el polifacético personaje de Boffa, encuentran muy "conveniente" la posibilidad de "tener todas las personalidades" y la facilidad de adecuarse a cualquier ambiente o situación por muy contrapuesta que ésta sea.
Estos personajes, auténticos camaleones humanos, están dotados de una enorme habilidad para cambiar de "color" o, lo que es lo mismo, modificar sus creencias, valores morales o ideología según convenga en cada momento a sus intereses.
Aunque la especie de camaleón humano es posible encontrarla en cualquier ambiente, la variante más conocida es la de los camaleones políticos.
La cualidad más característica del camaleón político es su enorme habilidad para anteponer, sus intereses personales, a cualquier principio ético o moral.
En virtud de sus conveniencias -poder, cargo político o público, bien remunerado ¡¡ claro está!!, el camaleón político es capaz, en un ejercicio de hipertransfugismo, de recorrer todo el arco político del Parlamento sin apenas inmutarse.
No es preciso esforzarse mucho para recordar alguno de los numerosos camaleones de nuestro actual entorno, pero para no herir "sensibilidades" valga, como ejemplo, aplicable a todos ellos, la trayectoria camaleónica del famoso político francés José Fouché (1759-1820):
"Hombre sin escrúpulos ni ideología, Fouché puso sus dotes de gran político al servicio de la causa de su propia persona.
Convencional, o procónsul terrorista en Lyón, termidoriano, ministro de policía con el Directorio, al servicio de Napoleón, y por último, traidor a Bonaparte y ministro de Luis XVI, Fouché estuvo afiliado a todos los regímenes en su momento de esplendor, dispuesto a abandonarlos tan pronto como su fino olfato político presintiera su próxima ruina.
Así pudo prestar algunos servicios a Francia; pero fueron tales que siempre concordaron con su interés privado" (Vicens Vives, 1944)
Cuando nos enfrentemos a un caso sospechoso de camaleonismo político, probemos a aplicarle la prueba diagnóstica que nos ofrece, en acertadas palabras, Joaquín Garrigues Walker:
"Los cambios en política son más creíbles si a donde conducen es a una situación peor que la de partida, y cuesta más trabajo creerlos, sin sombra de duda, cuando sus consecuencias resultan beneficiosas para el mutante "
7 comentarios:
La característica camaleónica ha traspasado la rama política para instalarse en la laboral. Los de RR.HH. le llaman adaptación al cambio y flexibilidad.
Además, los camaleones utilizan la lengua para cazar a sus víctimas, como los ejecutivos galácticos.
Muy interesante la reflexión sobre el Duque de Otranto, el hombre que creó una Revolución, una República y un Imperio, para volver a la Monarquía, en sólo 40 años.. Menudo animal.
Muchas camisas azules, son hoy rojas, y no pasa nada;-) Creo que es parte del Espíritu del actual Movimiento; o sea... no los echas ni a tiros. Así de bien nos va a todos.
HUELGA POR INTERNET !!
Quizá una clave para entender a Focuhé, 200 años después; George Bush, Presidente USA, Jefe del Servicio Secreto (CIA); Vladimir Putin, Primer Ministro Ruso (Jefe del KGB). Después, claro está, lo llamamos ZeitGeisT :)
En Rusia también tenían a DHERZINSKY, del que no encontrarás casi ninguna referencia, para esto y en España... ?
Ah, sí; 4-1)
Saludos arácnidos.
Buen Trabajo
Lula:
Creo que los de RR.HH fomentan mucho el camaleonismo--palabro propio de cierta ministra y miembra--pero es una adaptación obligada y disculpable si hay una hipoteca por medio.
Estos camaleones utilizan lengua, dientes y garras.
besos
am:
Tu comentario pone algunos nombres y apellidos que supieron como el camaleón cambiar oportunamente de camisa y chaqueta.
Abrazos cordiales, pero cuidado con los arácnidos, que ahora hay que vacunarse contra alguno de ellos
Bueno, los camaleones los ves venir, pero a los camarlengos, no.
Luego te cambian el Vaticano 2° POR Trento o Nicea y la misa de espaldas y en latín.
¡Salud!
alcye:
Tu comentario sugiere estudiar una especie tan singular y rara como los camarlengos.
Ardua tarea.
Por comodidad me quedo con los camaleones políticos que algunos son tan graciosos como para pasar del flamenco a la RAE.
Saludos
La Argentina está plagada de camaleones.
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