Terror en el supermercado
Siendo como somos familia numerosa que goza de un excelente apetito y con una actitud permanente de vivir para comer, el rito del avituallamiento es más sagrado que la misa de una.
La compra se efectúa una vez a la semana, generalmente los sábados, porque la nevera tiene su capacidad y no entra más de lo que somos capaces de consumir en una semana. La compra es una señal más de lo efímero de la vida. Lo que es una hermosura de víveres que rebosan por todos los estantes del frigorífico, pasados los siete días es la Nada más absoluta, tan bien descrita en "La historia interminable".
Cuando en casa percibo la amenaza de la Nada, como Atreyu, parto hacia el supermercado a luchar contra ella. En el principio de los tiempos, cuando mis hijos eran pequeños compraba en una gran superficie, llevaba la lista de la compra en la cabeza y sabía trazar de antemano el camino crítico para llenar el carrito. Tanta planificación se veía empañada cuando mi hijo mediano se perdía y tenía que dejar el carrito en consigna e irme a buscarlo como a la oveja descarriada del Evangelio. Los siete trabajos de Hércules no son nada comparados con la compra en un hipermercado con tres niños pequeños, sobre todo si uno de ellos posee la capacidad de pasar a la cuarta dimensión en décimas de segundo.
La prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza son virtudes imprescindibles para los Padres de la Patria. Pero las madres de andar por casa necesitan también de las virtudes teologales para desenvolverse en el Hiper. Si no se tiene la prudencia de tener a mano cierta moneda ¿cómo se hará con un carrito?.Si es incapaz de aplicar justicia(1) al momento para decidir qué niño tiene derecho a sentarse en el asiento del carrito ¿quién aguantará los llantos y reproches de la prole?. Haciendo honor al nombre "grandes superficies", sin fortaleza, ¿quién salvará las enormes distancias hasta alcanzar la entrada del hiper?. Ante la avalancha de ofertas, sin templanza, ¿quién se contendrá para no llenar el carrito con cosas innecesarias?.
A pesar de estar adornada de las virtudes más elevadas, el ama de casa debe cultivar además las virtudes de la diligencia y la paciencia. Después del trabajo que ha costado llenar el carrito, tiene que vaciarlo ante la cajera para que se lo cobre, volver a introducir los productos en bolsas, guardarlas en al carrito, cruzar el desierto hasta llegar al coche, volver a vaciar el carrito, guardar las bolsas en el maletero, llegar a casa, volver a sacar los bolsas, subirlas y guardar la compra. Así, semana tras semana, como Penélope, comprando y volviendo a comprar.
En esta dura rueda sin fin del aprovisionamiento, caí en la tentación y me dejé llevar por la pereza. Al lado de casa hay un supermercado que si compras por un valor superior a 60 euros te suben la compra a casa. Puedes ir andando, la superficie que se recorre es la décima parte, no tienes que calcular el camino critico del recorrido y hasta te puedes permitir pasar dos veces por el mismo sitio. Cuando llegas a la caja se acaban los esfuerzos, sacas las cosas del carro y se recuperan mágicamente en la encimera de la cocina, como el transportador de materia de la nave espacial Enterprise de la serie Startrek. El truco del almendruco consiste en que son más caros que las grandes superficies(2) y con ese margen comercial pueden hacer la distribución al domicilio. Con el argumento de que el tiempo es oro me deje llevar.
Pero he sufrido el castigo de mi pereza: el súper se ha llenado de carteles de Teresa Campos y su hija Terelu que están haciendo una campaña de publicidad para esa cadena. Al verlas, a la madre y a la hija juntas, mirándome con esa cara de brujas, he sentido un vuelco en el estómago y se me han quitado las ganas de comprar. Un sentimiento de pánico me vino a la mente al recordar la canción de Alaska:
Terror en el supermercado
Horror en el ultramarino
Tendré que volver al hiper por razones de salud mental. Adiós a la transportación de materia. Habrá que esperar que avance un poco la física cuántica, que según Brain ya le falta poco.
(1) Me río yo de los juicios rápidos
(2) En este mundo cruel nadie regala nada
Sección-Sapos y culebras
17 comentarios:
y a mi que me encanta ir a la compra por que..
significa q stoy solo en casa!! mwhahahaahaha
¡¡huyo de los supermercados ...lo mio es el mercado a secas!!!
Ya se, ya se, que no me queda mas remedio que ir....mis visitas a estos sitios son unas visitas relámpagos... nunca duran mas de 15 minutos....
Me solidarizo contigo Lula.
Cuando estaba leyendo como tenías que llenar el carro con la compra y vaciarla en la caja, volver a llenar el carro y vaciarlo en el maletero, vaciar el maletero y llenar el ascensor, vaciar el ascensor y llenar la encimera de la cocina, vaciar la encimera y llenar nevera y armarios, vaciar nevera y armarios y vuelta a empezar....Estaba pensando:
"Lula ha debido ofender a los dioses. Esto debe ser otro castigo eterno en el Tártaro, como la maldición de Sísifo que yo tengo que soportar. Que suerte ha tenido Lula de encontrar una forma de escapar del mismo",
pero los dioses del Olimpo son vengativos, y al que intenta escapar le aumentan el tormento. Pero con lo de Teresa Campos y Terelu se han pasado, ¡Cada vez son mas crueles!
PUes yo sigo comprando en el hipermercado en vez del super, con todos sus inconvenientes, pero... También se me perdía mi hijo, jeje ¿lo harán todos?. Tengo uno de esos como el tuyo cerca pero lo uso para las "urgencias". Seguro que la mamá y la hija no compran...
jajajaaaaaaa
genial, Lula. Es sencillamente genial.
dios qué estres!!
Tu sentido del humor... ¡éste es el que me hace disfrutar!
Me ha encantado, particularmente la parte de Penelope.
Lo de la entrega a domicilio es tan atrayente... pero en efecto son dulces evenenados, brrbrbr
Nadj: Sorprende a tu madre y vete a la super en su lugar, no esperes a la soledad para disfrutar de estos placeres..
Cerise: como tu, adoro los mercados, pero algunas cosas no se venden allí :-(. Soy adicta al mercado de Ventas, donde hay variedad, calidad y precios de ensueño. Allí no me siento esclava de la compra sino una diosa que elige los manjares para su olimpo personal.
Telémaco: jajaja, que razón tienes, el esfuerzo del hiper está mas cerca de la maldición de Sísifo que le la burguesa Penélope (tu presunta madre) que tejía y destejía sentada en su mecedora mientras miraba el mediterráneo por su ventana. Nada en esta actividad entraña esfuerzo y sudor, solo rutina. En cuanto a los dioses, siempre han sido unos desaprensivos pero dotados de una creatividad sin límites para hacer la puñeta.
María: ¡que susto se pasa cuando se pierde un hijo!, ya veo que no era yo la única. Algún día podríamos chocar con nuestros carritos en el hiper y no nos reconoceríamos ¡que pena! Lo que si es seguro no chocaremos con las Campos
Almena: me alegro que lo pasen bien leyendo mis tonterías.
J.Lo: Como dice Telémaco, más que Penélope, maldición de Sísifo. Ayer estuve en el hiper acarreando víveres pero sin que las Campos me miraran como si fueran diosas..
Tengo una prima que dice que hay que comer para vivir y no vivir para comer
La Medusa Caletera
www.lacoctelera.com/puntadelsur
medusa que pena de prima, echada a perder del todo.
Le recomiendo esta lectura para ver si se convierte http://www.seccionfemenina.com/html/vivirparacomer.htm
chiquilla , van apareciendo tus viejos queridos fantasnmas ........Terelu y su madre
mmmmmmmmmmmmm
Candela de los Dolores ¿Para cuando Terelu como reina de arpías?. Podrías escribir algo como Terelu cumple 40 años en plenitud de arpiaje....
Siempre me han gustado los supermercados, debe de ser por los recuerdos inducidos de cuando me subñían al carrito y yo parecía una caricatura de Fernando Alonso y venga a pedir, chocolatinas, fabada, pis, sin discriminar a nada ni a nadie. Y tambien me gustan los mercados. Y los bares. La casa no demasiado, eso es verdad...
Se feliz
PD - Ocho letras de verificación. Ni mas ni menos que ocho
:-D
Hola Lula.
Haciendo limpieza de alcoba bitacoril antes de salir a hacer la compra en el supermercado de la esquina ;-)), he enlazado esta la tuya -no la cesta de la compra teletransportada no-, la güeglog, en la míz. Como hablas también del trabajo. Si tienes reparos confesionales, házmelo saber.
Bye
Aís, santo cielo, agotá casi desde el inicio me has llevado por todo el hiper ése (no los soporto).
Aunque imagino que lo sabes... los expertos en ahorrar dinerillo a las familias, dicen que el momento adecuado para hacer ese tipo de compras ?semanales, más o menos- es después de comer. Dicen que si vas a hacer la compra a un hiper o super, o bueno, a esos sitios gigantescos con hambre... puff, estás perdida, se te antojan todas las chuches que ves, por lo tanto la solución es no tener ni pizca de hambre, de ese modo compras exclusivamente lo que necesites, ni las ofertas cuelan...
También hay que tener en cuenta que los carritos están preparados para que una de las ruedas no la puedas controlar bien, de modo que nunca consigues que marche en línea recta. Bien, pues como norma general, el lado hacia el que se inclina el carro (izquierda o derecha) es el que no hay que mirar de ninguna de las maneras, ahí es donde están las tentaciones.
Tienes toda la razón. Es un trabajo duro el de ama de casa. Pero no tendrás que esperar mucho, tú cree en Brain: la física cuántica es la solución :))
Gracias. He pasado un rato estupendo paseándome por tu libretilla :)
Pues yo a pesar de las Campos, sigo comprando en el supermercado del traspotador, y es que ni ellas pueden con mi pereza
Zifnab No te hacía tan joven, montado en un carrito del super. Yo no pude vivir esa experiencia, pero en caso de hacerlo mi madre se habrá tirado de los pelos. Cuando iba al mercado con ella, llevaba la cantinela, cómprame algo, cómprame algo,...y cuando aburrida decía ¡EL QUÉ! respondía :¡ALGO!. Imagínate en un super, la mato.
Perdón por los controles antispam, pero ya se me coló uno y tuve que borra el post porque no podía borrar el comentario
Thalasos: Bonito nombre "mar" en Madrid y con sequía (al menos queda la playa de Madrid). Quedamos enlazados por temáticas comunes. Me gusta escribir de la vida y por tanto del trabajo que desgraciadamente ocupa una gran parte de ella.
indah: Espero que al menos hayas consumido algunas calorías con tanto trajín de acá para allá en el hiper. Tengo un truco para gastar menos, mi hijo, el que se perdía por el hiper de pequeño, es incapaz de gastarse más de 30 euros (que bien lo he educado) y me frena todas las compras. He aprendido a hacer la compra minimal, en ayunas o con la tripa llena. Lo de los carritos que se desvían hacia un lado no dudo que sea una técnica de los de marketing, que son tan perversos como los dioses del Olimpo.
Brain nunca se equivoca, tengo e ciega en él.
Xodo ¡que capacidad de abstracción! a mi me puede el entorno. Ni siquiera la pereza me hace superarlo
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