Al que le toca, le toca
Había un hombre en el pueblo que murió hace dos años y al que llamaban Juan el Viejo. Era un borracho que siempre iba vestido de negro. Un día, al cruzar frente a un bar en el que estaban sentados los parroquianos, casi lo atropella un coche del pedazo de borrachera que llevaba. Todos los hombres de bien, sentados en sus sillas, comenzaron a increparle por ser tan borracho, degenerado y basura.
Recomponiéndose, y sacando fuerzas de donde ya no le quedaban, Juan el Viejo se volvió y les dijo, alzando el índice: "Señores: al que le toca, le toca".
Y así, una vez reconquistada su dignidad de borracho, se alejó dando tumbos.
Sección-Reflexiones
7 comentarios:
Así no más es: cuando te llega la hora, nada te salva y si no era... al que le toca, le toca...
:-D
Se feliz.
La putada es cuando la gente añade al castigo, el desprecio, incluso cuando es merecido
La contestación es de una lucidez embriagante.
Un borracho sabio, Juan El Viejo.
saludos!
Mira que si con tantos cuidados para llegar a centenaria....
Pues sí, ante la lucidez de Juan el Viejo queda poco que decir.
Si acaso, a Lula, que sea prudente con lo que desea. A lo mejor es más acertado pedir salud que cien años. Será por pedir...
A ver qué es lo que le toca.
Tiene toda la razón. Es como una lotería...
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