martes, julio 11, 2006

Alegorías (1) : El Fuego



El hombre observó
que la Tierra emitía fuego
que quemaba la madera;
esto tentó su ego
para que inventara lo que fuera.

Quería prender los troncos
de los árboles caídos,
y utilizaba los nidos
para deleitar a unos pocos.

Pero, volviendo a la manera
de prender la llama primera:
Lo intentó,
lo pensó,
y cuando por fin lo sintió,
el calor del sol le ayudó.

Del sol sacaría fuego,
y las chispas...?
del frotar,
del frotar sin parar,
sobre lascas,
para luego...
Bueno luego,
prender astillas, sin más.

Esa fuerza que abrasaba
y a animales asustaba,
se podría utilizar
para calentar.
Calentar los cuerpos,
calentar los sólidos,
calentar los líquidos,
calentar como el astro,
cuando ya no le quede ni rastro.

Este poder de crear,
le dio un dominio fabuloso,
hacer fuego fue domar
al animal más peligroso.


Cuanto más se emocionaba
con el ingenio primoroso
de propagar una llama,
cuando y donde le venía en gana,
más se volvía temeroso.

Porque todo poder asusta,
y el del fuego el que más,
pues destruye en un momento
desde un árbol adulto
hasta lo más ínfimo, en un "zás".

Mucho te da
y todo te quita
¡Hay que ser precavido,
aguzar el sentido,
y sobre todo,
ser agradecido!.

Esta enseñanza del fuego
no es la primera,
viene luego
cuando el hombre emocionado
sus sentidos deja a un lado.

Y es que el fuego,
como exalta,
realza tus pensamientos,
calienta tus guerras frías,
derrite tus desaciertos.

Es, aquello que nos falta
cuando andamos sin aliento.









Sección-En verso

technorati ,

¡¡Ni me menees!!

4 comentarios:

Fernando García Pañeda dijo...

¡Alegorías en verso! Quizá debieras de leer menos a los clásicos. :-}

Antonio Latorre Jimenez dijo...

Y ahora, que vivimos lejos de los bosques y las cuevas controlamos el fuego de nuestros termos, nuestros coches y nuestra cocina con un único gesto, abriendo un grifo, pisando un pedal, o girando un mando. Seguimos dependiendo del fuego, controlarlo es poder, nuestro progreso y nuestra extinción van ligados a él.

Anónimo dijo...

y llegaron las microondas y las cosas dejaron de calentarse con el fuego, hasta que nos olvidemos de él y llegue un momento en el que alguien se pregunte: ¿y como se hace una microonda?.
frota, frota...

Lula Towanda dijo...

El poder del fuego no se puede controlar y el fuego del poder tampoco. Ambos queman y destruyen.