miércoles, junio 21, 2006

El planchazo

Tirando un poco de fondo editorial....



Este relato quedará clasificado como Expediente-X, dado lo extraño del suceso. A veces algo tan cotidiano como un electrodoméstico que se estropea y hay que llevar a reparar a un servicio técnico se puede convertir en una pesadilla -o en un business, según se mire-. Primero desgranaré los hechos y sus consecuencias, dejando para el final la posible explicación, que no puedo asegurar que sea la verdadera...

Yo tenía una plancha estupenda de la marca Rowenta que un día de marzo se tornó frígida y perdió su principal función, que es quitar las arrugas de la ropa por medio del calor que desprende. Busqué un servicio técnico cerca de casa donde me dijeron que si el coste de la avería era menor de 15 euros me la reparaban directamente y en caso contrario me llamarían por teléfono para ver si me interesaba arreglarla. Como era la víspera de la Semana Santa y me iba de vacaciones a la playa, le dejé el resguardo de la plancha a mi hijo que se quedaba en Madrid para que hiciera la gestión. Gracias a mi instinto femenino, me compré otra plancha de la misma marca pero más moderna. Como se verá más adelante, esta decisión fue muy acertada.

Cuando regresé de las vacaciones, la gestión estaba sin realizar. En un ataque de delegación de funciones, le insistí a mi hijo que el asunto de la plancha era suyo y que esperaba resultados(1). Mi retoño, que cuando quiere es simpático y encantador, convenció a su hermana mayor para que, resguardo en mano, fuera a recoger la plancha. En el servicio técnico le dijeron que costaba arreglar la plancha 22 euros y que no la habían arreglado porque no merecía la pena. Se la entregaron y se la llevó a casa. Cuando regresé de la oficina y me contaron lo de la plancha, monté en cólera. ¡Cómo que no merece la pena arreglarla! ¡Mañana mismo la lleváis a arreglar! Pasó algún tiempo hasta que por fin la llevaron de nuevo al servicio técnico.

Transcurrido un mes la gestión seguía sin concluir; cada día mis comentarios al respecto era más agrios. Por fin, no sé si por no oírme o en un ataque de responsabilidad, mi hijo se decidió ir a recoger la plancha. Cuando fue a por ella, le entregan una plancha de la marca Ufesa. Ante la duda se la llevó a casa, previo pago de 22 euros, para que yo certificase si era mi plancha, duda que le despejé con un tono de voz algo alterado.

Al día siguiente me llamó mi hijo por teléfono a la oficina y me dijo que teníamos dos planchas: mi Rowenta de toda la vida, previo pago de 9 euros, y la Ufesa que trajo el día anterior. Me dio un ataque de caspa y comencé a gritarle de muy malos modos. Le dije que la Ufesa no es nuestra y que había que devolverla, pero a él, siempre optimista, le parecía un business de los más guay porque nos habíamos hecho con una plancha por 22 euros. Ahora tengo tres planchas: La Rowenta nueva, la vieja y la Ufesa.

La única explicación que se me ocurre es que confundieron el presupuesto de 9 euros para reparar mi Rowenta por el de la Ufesa de 22 euros. Cuando mi hija fue a recogerla, le dieron la Ufesa y no se dio cuenta, aunque ella jura lo contrario. Hay una prueba pericial que contradice su versión, ya que cuando mi hijo la llevó de nuevo al servicio técnico le hicieron un resguardo a su nombre en el que se indicaba que la marca de la plancha era Ufesa, siendo esta plancha la que recogió reparada. Cuando fue a deshacer el entuerto, encontraron la plancha Rowenta arreglada hace más de un mes con un resguardo a mi nombre y se la entregaron junto con la Ufesa.

Alguien estará buscando una pancha de marca Ufesa...


(1) Obsesión generada por la pervesión laboral de la gestión orientada a resultados

Sección-Expedientes-X

technorati , ,

¡¡Ni me menees!!

12 comentarios:

almena dijo...

uy! ¿será mi Ugfesa? la que desapareció misteriosamente del servicio técnico! jajajaa
no, no, es una broma, Lula.
No tienes más remedio que premiar a tus retoños. Hicieron una gestión totalmente orientada a resultados, porque... si no llega a ser por ellos ¿cuándo habrías tenido tú tres planchas? eh? ¿eh? :-))

besos!

Unknown dijo...

Eso es lo que se llama "generar valor".

Antonio Latorre Jimenez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Antonio Latorre Jimenez dijo...

Genial, ahora deberias poner una tienda de planchas en Ebay. Asi enpiezan las grandes multinacionales.
Saluditos..

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Yo creo que en realidad la Rowenta vieja y la Ufesa se enamoraron en la tienda de reparaciones. En una noche tórrida se conocieron y surgió más que calor en la relación. Fue entonces cuando tramaron la forma en que salir de aquel taller de reparaciones, con el viejo truco de colocar vuestro nombre en el vale de reparación. ¿No te has fijado cómo se miran la una a la otra? Sea lo que sea, no las separes, su destino está unido.
Un saludo,
Julen

Toxcatl dijo...

Alucinada, me has dejado alucinada con semejante historia...
¿es que nadie reclamo esa plancha de mas???

Lula Towanda dijo...

almena Pues si, el niño promete. Los escrúpulos no le frenan y encima tiene suerte. Con lo poco que me gusta planchar, ahora tengo 3 planchas y no tengo excusa.

Telémaco Va siendo hora que considere formar una sociedad con mi hijo, somos de la misma profesión. Él es capaz de "generar valor" sin hacerse muchas preguntas y eso es una ventaja competitiva que su madre no ha sabido nunca lograr.

Chisme Cotilla En vez de un garaje como en USA, los emprendedores españoles podríamos empezar con la plancha y en la cocina.

Julen Bonita y tórrida historia de planchas :-) , pero con final trágico. La Ufesa está en la casa de Cuenca y las Rowentas en la de Madrid. Mi amiga S.M. (colaboradora de la Sección femenina) cuando leyó el relato no perdió ni un minuto en intentar que le regalara una de las tres planchas, pero ya la tenía comprometida con mi madre para Cuenca (ella no sabe el business de su nieto).
Después de lo que me has contado no sé si llevarme la vieja Rowenta a Cuenca también.

toxcatl No veas lo mucho que me dio que pensar que el del servicio técnico nos colocara la Ufesa. Creo que fue un win-win, el del servicio técnico nos saco 22 euros por una plancha que alguien habría abandonado por no querer arreglarla y nosotros nos quedamos la plancha por 22 euros, que no está mal del todo.

Re dijo...

JAJAJA, yo creia que era la única a la que le pasaban cosas estrambóticas, jajajaja, veo que somos más, podemos hacer otro blog, jajajaja.
A mi me paso algo muy parecido con un secador del pelo, lástima que hice lo mismo, le regalé uno a mi madre, me quedé con dos, se le fastidió el de ella y le regalé otro de los que yo tenía, haciendo el más completo "papelón" ya que volví a quedarme solo con el más viejo porque me daba "no sé qué" no darle a ella el nuevo, jajajaja.

Anónimo dijo...

Hace una temporada que sólo tengo una tabla de planchar, pero algunos años atrás, me encontraba o aparecían tablas de planchar en todos los sitios y siempre tenía más de una en casa, para regalar a alguien... a ti te aparecen planchas!! Tendrá que ver esto con lo cansado que es planchar??
Espero que la cosa se te pare ahí, y no te sigan apareciendo más...a mi me duró unos años, ahora parece que está en calma...pero quién sabe... quizás mañana las planchas y las tablas ataquen de nuevo.

chousas dijo...

Pues sí que... Oo'

No sabía que el ingresar electrodomésticos en el servicio técnico generaba intereses XD

Anónimo dijo...

Yo nunca llevo la plancha al Servicio Técnico. Tengo a mi madre, a la que le encanta desmontarla y arreglarla, eso sí con tiempo. Es mejor que el servicio técnico. Llegas, coges una plancha del armario y le dejas la vieja, que ella ya la arreglará para la próxima vez, así que entre las dos casas tenemos tres planchas que llevan rotando infinidad de años.

Lula Towanda dijo...

Rebecuqui : No hay nada como nadar en la abundancia de electrodomésticos de gama blanca. Cuando te quedas sin ellos te das cuenta de la dependencia que tenemos. De anecdotario debemos ir parejas, tengo unos cuantos expedientes-X en el fondo editorial que los voy a sacar a la luz

Karuna : Planchas me sobran lo que me falta son las ganas de planchar. Actualmente tengo este servicio subcontratado a una señora que no se conforma con cualquier tabla de planchar. Durante una temporada tenía la tabla de planchar antigua y una nueva que iba comprando y devolviendo después que ella la probara y no me diera su aceptación. Al final la tabla nueva la compré en ?Ayamonte? y menos mal que le gustó y no tuve que llevarla en las vacaciones del año siguiente para devolverla.


chousas : Para que veas, más intereses que en ING Direct (en el primer mes), aunque hay algunos bancos que te regalan planchas en vez de intereses.

mapashita Vaya chollo de madre y vaya ahorro en el mantenimiento de la plancha. Podría dar un curso a las madres de España.