lunes, septiembre 11, 2006

El divino impaciente

Contaba hace poco el profe que el pecado nacional es la impaciencia, aquí va una muestra de ello.

Sor Eufrosina era de Navarra y su mayor deseo era servir a Dios en las misiones e incluso morir mártir. Se había preparado concienzudamente y había aprendido varios idiomas, aparte del euskera(1) que era su lengua natal. Pero sus superioras en vez de enviarla a convertir infieles la destinaron a mi internado y eso le causaba bastante frustración.

Daba clase de francés, latín y ciencias naturales. Mi cruz con los idiomas empezó con ella. Hablaba atropelladamente, suya era la frase "bona si potonta no", que solía escupir como si fuera un aspersor de riego por saliva. Esta frase con el tiempo la he hecho mía pero mejorando la pronunciación y cuidando de no soltar perdigones. Nos maliciábamos que el francés que nos enseñaba era de poco fiar. Ante la sospecha de aprender algo mal me cerré en banda con este idioma(2).

Tenía muy mal carácter y la mano muy larga. Solía ser arbitraria y descargaba su ira con cualquiera que se cruzara en su camino. Aprendimos a esquivarla y a sus espaldas la llamábamos La Fofo. Solíamos comentar la suerte que tenían los chinitos con que la hubieran dejado en España. Pero había algo que era difícil de eludir: su pasión por San Francisco Javier.

En clase de ciencias naturales venía algunos días con un LP. En cuanto lo veíamos temblábamos de terror. ¡NO! ¡OTRA VEZ NO! ¡PREFERIMOS APRENDERNOS LA CLASIFICACIÓN DE LOS INSECTOS! Pero ella no se inmutada ante el revuelo, sacaba rápidamente el disco de su funda y nos lo ponía en el tocadiscos. Por los altavoces salía por enésima vez la voz analógico-virtual de San Francisco Javier declamando los versos de "El divino impaciente":

¡y hay que hacer el bien deprisa,
que el mal no pierde un momento!
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Las grandes resoluciones,
para su mejor acierto,
hay que tomarlas al paso
y hay que cumplirlas al vuelo(3)

No comprendí hasta que vi la Naranja mecánica la magnitud de la tortura. Después de ver la película entendí por qué nunca había leído a José María Pemán.

La impaciencia de Sor Eufrosina por intentar mostrar a unas niñas de doce años la conversión de San Francisco Javier por San Ignacio de Loyola arruinó sus propósitos de hacernos seguidoras de su ídolo.

Nunca he podido entender ese afán de servir a Dios atropellando a los demás.


(1) En aquel entonces se llamaba vascuence.
(2) Cualquier excusa es válida antes que reconocer una incapacidad.
(3) Es difícil encontrar en Internet estos versos, aquí es posible encontrar algunos fragmentos (La página es muy larga y está casi al final)

Sección-Ave María Purísima

¡¡Ni me menees!!

12 comentarios:

Eulalia dijo...

Lula, jamía, cuántas mártires frustradas albergan los conventos y cuánta alumna apóstata a cuenta de ello...
Un besito.

Fernando García Pañeda dijo...

O tempora! O mores!, como hubiera dicho aquél gran sofista romano. En el fondo, gente como la Fofo nos moldearon, aunque fuera a la contra. Imagínate que esa mujer no hubiera sido tan, digamos, impaciente: igual estabas todos los años en la Javierada ;)
Por cierto, la palabra vascuence sigue vigente en el diccionario, y a mí me resulta entrañable y eufónica. Pero no me hagas mucho caso; eso debe de ser porque soy un fascista que no sigue el dogma oficial.

almena dijo...

Sí, sí, la impaciencia es mala consejera...
"vísteme despacio que tengo prisa"
:)

un beso, Lula!

A. C. dijo...

Santa Eufrosina ('Alegría' en griego)nació en Alejadría, en tiempos de Teodosio. Su padre, Pafnucio, quiso casarla con un buen partido, y ella huyó al mismo convento al que su padre iba a rezar para que ella viniese al mundo. Se colgó un hábito de monje´y el nombre de Smaragdo, y estuvo 38 años en el convento, sin descubrir a nadie que era una mujer. Sólo cuando estaba a punto de morir llamó a su padre y reveló su identidad. En la Biblioteca Nacional hay un grabado con Eufrosina muerta y dos monjes mirando con devoción y un poco de aprensión la teta de la monja, que se le sale de la estameña. En Roma, cerca del Gianíclolo, hay una piazza que lleva su nombre. Julio Caro Baroja escribió un libro de cuentos precioso con historias que sucedían en esa plaza. Hoy no me extrañaría que se reuniesen en ella colectivos progresistas para reivindicarla, mira por dónde. Tu monja, decididamente, no se merecía ese nombre.

Toxcatl dijo...

madre mia de mi vida... mas le hubiera valido que la mandasen a misiones...

la-de-marbella dijo...

Las que hemos pasado por los colegios de Monjas hemos terminado muy hartas de fé. En mi caso se predicaba una cosa y se hacia otra. Esto siempre me ha creado conflictos morales, ya que se utilizaba con bastante manga ancha a Dios y sus santos/as. No te hablo ya de la tan cacareada bondad, espiritu de sacrificio, entrega a los demas, caridad cristiana etc. Con la de cosas que he olvidado (el primo aleman me visita con frecuencia) y aun recuerdo discursos enteros de S. Mª Luisa, la llamabamos "la penca".Saludos y besos

Zifnab dijo...

Supongo que lo de servir a Dios no tiene nada que ver, y tiene mucha más relación con el nombre. Hay que tener unos padres muy cabrones para que regalen semejante trabalenguas. En mi colegio había un bicho muy cabrón cuyo nombre acababa en ina, pero no recuerdo cual era a pesar de que la punta de la lengua me escuece y quiere pronunciarlo.

Cuando me regrese a la memoria te lo confieso

Se feliz

Anónimo dijo...

Misionera frustrada aunque muy a su pesar. Supongo que esa podría ser una de las causas que marcasen su hacer en el internado. Las prisas no son buenas. Besos

Anónimo dijo...

Algunas fuentes cuentan esta historia de Santa Eufrosina, pero la atribuyen a leyendas que también le han asignado a otras santas:

http://ar.geocities.com/misa_tridentina02/ene/01d.html

Lula Towanda dijo...

Hola a todos: La vida laboral tan arrastrada que llevo me impide llevar las lecturas en vuestros blogs al día, espero que vengan tiempos mejores. Con cierto retraso contesto a vuestros comentarios:

Eulalia Aunque motivos que me dieron, no he salido muy apóstata. En el colegio de monjas me producía mucha confusión la teoría y la practica de la religión Católica, pero me gustan tanto las iglesias y huelen tan bien, que no siento deseos de apartarme de ellas. Qué culpa tiene Dios de que le representen tan mal en la tierra.

Fernando Tendría que ir a una javierada, o a una representación de ?El divino impaciente? para ver que impresión me daba ahora. Es curioso que lo de vascuence suene tan mesolítico siendo como soy tan joven.

Almena Pues si algo me quedó de la Fofo, fue la impaciencia. Mira que me digo lo de ?vísteme despacio que tengo prisa? pero siempre voy acelerada y por lo tanto metiendo la prisa y agobiando a mi entorno.

Bernardinas Me dejas en dos palabras, como diría Jesulín, im-presionada. Cuando vuelva a Roma, me paso por la plaza de la Eufrosina y el libro de Caro Baroja lo voy a buscar. Gracias por ilustrar el post con tu comentario.

toxcatl Pobres infieles, tener que aguantar a Sor Eufrosina, bastante tienen con lo suyo. Nosotras sabíamos bandearnos para esquivarla.

kotinussa Pues no has oído lo del vascuence desde hace tanto, no creo que haya pasado mucho tiempo desde que tu estudiabas el bachillerato.

Marbellí Me pasaba lo mismo que a ti, me hacía cruces cuando las veía actuar de forma tan contraria a lo que predicaban. Y los rollos que te tenías que tragar, eso era para ganarse el cielo.

Zifnab El nombre es curioso pero suena a nombre del santo del día en que naces. No creo que sus padres lo hicieran aposta, pero llamarse así no predispone a la amabilidad.

Maria No hay nada tan malo como las frustraciones, si hubiera sido laica y se hubiera ido aun añito con una ONG, a lo mejor regresa como una malva. Esto se ser monja no da nada de libertad, son otros los que deciden por ti. Nunca lo he entendido.

Anónimo Casi podríamos abrir un capítulo en la wikipedia sobre Eufrosina. Por ahora Eufrosina es para la wikipedia un asteroide http://es.wikipedia.org/wiki/%2831%29_Eufrosina
Muy laica está esta wikipedia

Unknown dijo...

¡Hola! Me he reído muy a gusto leyendo la entrada. Yo también fui alumna de colegio de monjas, y qué decir, hasta el moño de ellas, de unas más que de otras, ya se entiende.

Lula Towanda dijo...

Medelen: Muchas gracias. De las experiencias con las monjas, mejor tomárselo a risa.