martes, octubre 09, 2007

El indeciso



Hace algunos años estaba de moda una canción, cuplé o tonadilla,que estoy seguro que los más veteranos de nuestros lectores habrán escuchado, en más de una ocasión, en la voz de alguna de nuestras más famosas folclóricas.

Una popular canción cuyo estribillo, fácil y pegadizo, se escuchaba a cualquier hora en los patios de vecindad, y repetía, machacona e incesantemente, un mensaje que sugería dudas mucho más profundas que el famoso -"ser o no ser"-que atormentaba al joven Hamlet, príncipe de Dinamarca.

El mensaje de la canción, en versión abreviada venía a decir : "Que si a la Parrala le gustaba el vino o si por el contrario lo que le privaba era el aguardiente y el marrasquino..."

Curiosa canción, que tenía la virtud de que por muchas veces que se escuchara, siempre se quedaba uno sin conocer las auténticas preferencias alcohólicas de la Parrala a la que imaginábamos como una hembra de "rompe y rasga", apoyada en el mostrador de algún tugurio del barrio chino de cualquiera de nuestras ciudades.

A mayor abundancia, y por las mismas décadas algún genial humorista, que bien podría ser Jardiel Poncela, Miguel Mihura o Alvaro de la Iglesia, para complicar aún más las cosas, hizo famosa una enigmática frase cuya correcta interpretación aún no ha sido formulada: "Ni que sí, ni que no, sino todo lo contrario".

Pues bien, psicólogos y psiquiatras de todos los tiempos han estudiado un tipo de personalidad que, ante situaciones muy especiales, su respuesta, su toma de decisiones -a semejanza del estribillo de la canción- está condicionada por el hecho de no saber si lo que verdaderamente le gusta "es el aguardiente o el marrasquino", o lo que es lo mismo el hecho de "no poder decir sí, y no poder decir no..."

¿Ejemplos? Los que ustedes quieran. En el mundo de las tan en moda encuestas de opinión, el numeroso grupo de los que "no saben, no contestan"; en el terreno político la figura de los trásfugas, o los índices de los que optan por la abstención en cualquiera de las elecciones: generales, autonómicas, municipales, europeas, etc.

Normalmente las personas, una vez valorados los "pros" y los "contras" de la posible acción, proceden a adoptar una decisión. Entre todas las posibilidades de actuar, se elige: realizar aquello que se quiere hacer y plantearse cómo hacerlo, o por el contrario renunciar a tomar cualquier decisión.

Esta última opción puede paralizar al individuo, ya que mientras la persona decidida adopta con celeridad una decisión el indeciso piensa una y otra vez que decisión tomar y acaba preso de una creciente angustia.

Son personajes que en el aspecto laboral buscarán siempre un trabajo cómodo, que no les plantee muchos problemas y que sea "el jefe quien decida, que para eso gana más". Son, en definitiva, individuos que renuncian a "mojarse" y que prefieren que las decisiones las tomen los demás.

Hay que considerar que, efectivamente la toma de decisiones genera altos niveles de ansiedad ya que lleva implícita la posibilidad de equivocarse, y ante la necesidad de adoptar un decisión este tipo de individuos trata de defenderse utilizando estrategias conductuales o tácticas de enfrentamiento que Sigmund Freud denominó "mecanismos de defensa".

Una de estas formas de mecanismos defensivos, se conoce como "Evitación defensiva por aplazamiento" y es la que eligió un personaje inolvidable, Scarlatta O´Hara protagonista del mítico film: Lo que el viento se llevó .

¡¡Ni me menees!!

8 comentarios:

Fernando García Pañeda dijo...

A mí lo que me provoca ansiedad no es la toma de decisiones, que incluso me gusta (no me miren así, que lo digo en serio), sino el hecho de que, cuando hay alguien por encima que tiene que tomarlas, no se haga durante semanas, meses o hasta años.

Antonio dijo...

A veces, bueno, en realidad sólo de vez en cuando, como Bambi en el incendio, se me hace bastante difícil tomar decisiones, pero eso no es muy frecuente, ¿eh?.

En otras ocasiones pienso que que soy indeciso, pero después no estoy tan seguro..


"I put God for witness, frankly dear, I don,t give a damn"

Y así.

la-de-marbella dijo...

Ufffff. Tomo las decisiones mucho mejor si tengo poco tiempo para ello. Si dispongo de un plazo, me supone un martirio ya que vario de opinión hasta el infinito y mucho mas.

Rrío dijo...

Yo no tomo las decisiones, dejo que ellas vengan a mi ya tomadas. A veces se tarda un tiempo, que puede ser precioso. Pero, ¿que placer más grande que la incertidumbre?.

Por cierto, como todo el mundo, me equivoco, pero raramente me arrepiento.

Miguel Arribas dijo...

Fernando: Es una situación compleja, que tiene una solución muy problemática: puede tomarse la decisión "por delegación" pero ello acerrea un sin fin de problemas. Te lo digo por experiencia.pero si nadie toma la decisión hay que cargar con la ansiedad. Solución : Lexatin 1,5 mgrs. saludos

unantonio:La frase de Red Buttler--I put God....--es una forma de salir del paso. Pero yo mequedo con el "lo pensaré mañana " de Scarlatta. saludos

la de marbella: Es lógico lo que dices. En eltérmino medio dicen que está la virtud. De todas formas puiensa que Heiddeger decía: ""Quien piensa en grande se equivoca en grande. Besos.

rrio: Es una postura pragmática y cómoda. Si los niveles de ansiedad de ansiedad no se disparan !!adelante. Saludos

Miguel Arribas dijo...

unantonio: los "duendes de la informática" o mi torpeza han distorsionado mi respuesta a tu comentario.Lo que quería expresar es que puesto ante la decisión--un brindis al sol-- de Scarlatta : "Pongo a Dios de testigo...", la despectiva--para salir del paso--: meimporta un c....." de Buttler, y el calculado aplazamiento de la decisión : "lo pensaré mañana" me quedo con esta última. Saludos

Antonio dijo...

Estimado Miguel; Vuestra contestación, tiene una claridad diáfana desde el primer momento, aunque agradezco la recensión. Los duendes del PC, no son nada más que nuestros propias ánimas o imagos, no crees? A mí me ocurre igual y dudo mucho ante la pantalla en blanco, poque no quiero mancharla.

De todas maneras, como sabéis, el Indeciso es también Luzbel, Príncipe de la Duda que atormenta o lisonjea a los mortales, o Señor de la Luz (o la Verdad) que, según Santo Tomás, es la sombra de Dios.

Agradecida la aclaración, en mi particular batalla contra los duendes y hechizos de la razón, que producen auténticos ángeles y demonios como en un sueño real digno de habitar el humano Mondo, os felicito por el artículo, muy sinceramente.

Ya sabéis que los que intentan ser artistas, expresan sus demonios para exorcizar fantasmas, aportar algo nuevo a la humanidad y embellecer (que no es otro el fin del arte, en mi opinión) la realidad.

Ardua y a veces ingrata labor, ante la que no cabe más que trabajo, trabajo, trabajo y algo de inspiración. Muchos, se pierden por ese camino. Algo así como la Escalera de Jacob, Camino de Perfección, muchos empiezan, muy pocos la acaban:-)

Como decían en nuestro Colegio (Maristas de Badajoz); "Labor y Honor", aunque no parezca ser lo más apropiado en este Caso.

Saludos

Miguel Arribas dijo...

Estimado unantonio: muchas gracias por tus amables frases hacia mi texto. Te las agradezco mucho más por venir de un ex-alumno marista. En el colegio de Toledo--Santa María--, estuve nada menos que nueve años. Hoy pasados tantos años recuerdo aquellos días con una buena dosis de nostalgía. Días en las que escandalizaba--!!fuera de clase!!-- al hermano Abilio citando a Anatole France y a Zola, que por entonces leía, sin enterderles suficientemente.Claro que al día siguiente me leía una novela de Emilio Salgari para nivelar mis doloridas neuronas.Un abrazo.Miguel