martes, agosto 29, 2006

Los hombres son Windows y las mujeres son Linux


Intentando escribir algo sobre el paralelismo entre el sistema de prioridades de los sistemas operativos y la vida misma(1), se me ha cruzado por la mente la frase que aparece como título en este post. No he tenido por menos que darle más prioridad a este pensamiento fugaz que me permitirá aportar mi granito de arena a los miles de chascarrillos que circulan por la red sobre las diferencias de género en distintos comportamientos de la vida.

Para esta conjetura me baso en estereotipos (que me perdone Eulalia) que si bien no están científicamente testados, tienen una aceptación muy amplia en la sociedad. El primero de ellos es "Los hombres son muy simples y las mujeres son complejas", el segundo, "Los hombres sólo saben hacer una cosa a la vez y las mujeres son capaces de hacer varias al mismo tiempo". Se preguntarán los lectores ¿qué tiene esto que ver con Windows o con Linux? Pues los lectores del gremio informático ya habrán intuido por donde van los tiros.

Los hombres son simples y por tanto tienen una interfaz simple como Windows , que puede se manejada por cualquiera. A golpe de ratón se les pueden instalar nuevos programas que empezarán a funcionar bajo las palabras mágicas de <ctrl><alt><del>. Volverán a ser los que eran pero con un icono más que pulsar. En el caso de que se suprima alguna de sus aplicaciones solo se notará en la ausencia del icono del programa eliminado. En este quito y pongo programas se ha dado el caso de que alguna DLL se ha quedado traspuesta, pero se les reinstala el Windows en un pispas y a correr.

Sin embargo, las mujeres son complejas, sólo pueden ser administradas por gurús que las conozcan bien o por usuarios aguerridos que tengan el teléfono móvil de un gurú para situaciones de emergencia. Una vez que se consigue que todo funcione -¡ay del que se atreva a instalarles algún programa nuevo!- nada volverá a ser como antes, pero más terrible aún será suprimirle algo sin la sabiduría necesaria para que todo vuelva a su ser. Vean si no el mapa de linux y alucinen.

Aunque está bastante admitido el estereotipo de que los hombres sólo saben hacer una cosa a la vez y las mujeres son capaces de hacer varias al mismo tiempo, en mi opinión esto no es del todo exacto. Las mujeres pueden desplegar una actividad aparentemente multitarea, pero bajo esta imagen subyace una ejecución de tareas ordenadas en el tiempo con un rapidísimo cambio de contexto. En resumen, a las mujeres les funciona mejor el sistema de prioridades y el cambio de contexto que a los hombres. Por eso son como Linux, rápidas, ligeras y eficientes en la ejecución de tareas. Los hombres en cambio padecen el síndrome del MS-DOS que arrastra el Windows desde su nacimiento y se mueven como moles cuando cambian de actividad.

Pero la prueba del nueve es el uso que se le da a estos sistemas operativos y ahora no me baso en estereotipos, sino en datos contrastados. El sistema operativo Linux predomina en el entorno de servidores y Windows en el de clientes. Por eso en el reparto de tareas domésticas, en un gran porcentaje(2), a las mujeres les toca la parte servidora y al hombre la de aquí me las den todas.

Y colorín colorado, esta metáfora se ha acabado.

(1) Post que tengo intención de escribir
(2) Mi marido se va a molestar, porque estamos más por el modelo peer-to-peer, pero me queda la mar de coherente esta prueba del nueve. Le haré unas peras al vino para compensarle.

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viernes, agosto 25, 2006

Elegía a mis mascotas

Hace una semana hemos tenido que dormir para siempre a la perrita Pastor Alemán de mi chico, que a la sazón ya tenía 14 años y todos los achaques propios de su raza y edad. Mi novio lo ha pasado fatal, de a kilo, y yo tres veces más, una por la pobre perrita, otra porque reviví mis anteriores pérdidas de mascotas y una tercera por verle a él tan fastidiado.

Cuando yo nací había en mi casa un Mastín del Pirineo llamado Morgan que un tío mío le había regalado a mi madre. La historia de Morgan era un pelín rocambolesca, ya que mi tío estudiaba con un hijo de un embajador de no sé qué país en Madrid, y los perros de la Embajada eran de esa raza y acababan de tener cachorros, así que mi tío "cogió" uno por banda y se lo llevó a mi madre. Morgan dormía la siesta debajo de mi cuna, pero a mi padre le pareció peligroso y lo cedió a un amigo suyo que tenía una finca; Morgan dejó de comer de la tristeza y hubo que sacrificarlo. Mi madre jamás se lo perdonó a mi padre.

La primera mascota que tuve mía y solo mía fue un Cocker negro que me regalaron cuando me operaron de las anginas, se llamaba Pichi y cuando nos fuimos un verano de vacaciones a La Guardia (Galicia) se vino con nosotros, pero estando allí se puso grave mi abuelo y nos tuvimos que ir de la noche a la mañana, dejando a Pichi al cuidado de la señora que nos había alquilado la casita de vacaciones. Cuando regresamos la señora y el Pichi habían estrechado tantísimo los lazos que mis padres se lo regalaron.

Luego vino Owa , muchos años antes de que ese nombre significara lo que hoy día significa y nadie sabe por qué se llamó así. Owa era un Pastor Alemán de pelo largo que vivió con nosotros unos pocos meses, porque nosotros éramos muy pequeños y nadie se ocupó de su educación, así que el pobre no sabía caminar al paso ni estarse tranquilo en casa y también hubo que cederlo. Pero después de todo Owa sí que tuvo una vida chachi, porque como vivió en una finca enorme tuvo una existencia muy acorde a su personalidad.

Cuando yo tenía unos 15 años nos regalaron un Pastor Catalán que se llamó Lanas . Lanas fue nuestra niñera, el campeón que vivió con nosotros los mejores y los peores momentos de nuestras vidas. Nos lo trajimos a Tenerife cuando nos mudamos a vivir aquí y aguantó como un león sus dieciséis años de espléndida vida a nuestro lado. Mis hermanos y yo siempre decíamos que si algún día Lanas se decidía a hablar, que mejor fuéramos cogiendo las maletas, porque había sido testigo de un montón de faenas, borracheras, infidelidades y sabía más que los ratones de armario. Cuando salíamos de noche, Lanas se quedaba durmiendo a lo ancho del pasillo de modo que si llegabas un poco pedo, lo pisabas sin remedio y él saltaba ladrando y despertaba a mi madre, con lo cual te cogían en versión completa. Solo una vez se nos escapó, recién llegados a vivir a Tenerife, y por poco avisamos al 091, creímos morir hasta que por fin lo encontramos.

Cuando Lanas se fue, lo pasamos realmente mal todos en casa. Verdaderamente era la primera vez que se nos moría un ser querido cercano, y nos fuimos todos al monte, desoyendo la prohibición que existe, y le enterramos en un lugar al que solemos ir al menos un par de veces al año de "chuletada"; así podemos visitar el túmulo donde él duerme. Recuerdo que apareció un guardabosques y no solo nos prestó un pico y una pala, sino que se quedó con nosotros todo el rato, y juro que vi cómo se limpiaba una o dos lagrimitas. Luego mi madre se sentía muy sola y al par de meses le regalaron a Musa , de la misma raza, Pastor Catalán, y le costó un disgusto con mis hermanos, sobre todo con el pequeño, ya que para éste, Lanas había sido mucho más que una mascota, había llegado a casa cuando él tenía unos 5 años y habían crecido juntos y decía que sentía que estaba traicionando su memoria.

Por aquella época yo vivía ya en otra ciudad, con mi anterior pareja, y en menos de dos años habíamos formado un pequeño zoo con dos perros y una gatita. El primer perro, Tato , era un mestizo de razas diversas que me cayó de improviso y fue mi colega incondicional durante meses, casi un año, aún recuerdo mis prácticas ilegales del carné de conducir con él a mi lado; hasta que vino Ebro , un Rottweiler que fue un regalo de navidad, un oso de 67 kilos que babeaba y se tumbaba panza arriba a cambio de un mimo o una galleta. Con Ebro yo lo pasé fatal porque coincidió la época de la gran cantidad de ataques de perros peligrosos a niños y también cuando incluyeron su raza en la fatal lista de perros potencialmente peligrosos. Yo me hartaba de decir, y demostrar por cierto, que Ebro era un oso amoroso, y así era, pero la gente en la calle me miraba como si paseara un cocodrilo con tres cabezas. Tina era una gatita, recogida de la calle, que se había convertido en la reina de la casa y a la que Ebro tenía más miedo que al coco, porque si la fastidiaba, ella le arañaba la nariz. Tuve que aprender a cortarle las uñas a menudo para mantener la integridad de los otros dos pobres, pero la tía se vengaba de otros modos más sutiles: a medianoche Ebro siempre se levantaba de su colchoneta a beber agua, y entonces Tina le robaba el sitio y el otro pobre alma de cántaro me despertaba llorando para que la apartara, porque él le tenía pánico. A Tato lo acechaba en las esquinas de la casa y se le lanzaba al cuello como una leona del Serengueti cazando cebras.

Cuando mi ex y yo nos separamos yo no pude hacerme cargo de ellos y se los quedó él a los tres. Al principio les solía ver, e incluso a los perros me los llevaba al monte, como una custodia compartida de niños, hasta que un día, con todo el dolor de mi corazón, decidí dejar de hacerlo para siempre, porque me costaba dos días recuperarme después de aquellas excursiones. Creo que están bien, atendidos y cuidados, pero nunca más he vuelto a saber de ellos. ni quiero.

Durante unos cuatro o cinco años mantuve mi corazón cerrado a cal y canto a la idea de tener una mascota, vamos, no quería ni oír hablar del tema, pero ni con un periquito y como yo había vuelto a vivir a casa de mi madre mi única concesión fue pasear de vez en cuando a su Musa, hasta que conocí a mi novio y a su Sar (río homónimo que pasa por Iria Flavia) cuya presencia aún echamos en falta en estos días.

El año pasado, después de regresar de vacaciones, un domingo, paseábamos por el rastro de nuestra ciudad y nos conmovió un muchachito de unos 13 años que estaba con un tremendo cachorro de San Bernardo al que sus padres obligaban a vender. Ese día, no me pregunten por qué, a mi se me abrió una compuerta que creía cerrada en mi corazón. Recuerdo que cuando llegamos a casa empecé a llorar y llorar hasta quedarme dormida; recuerdo que soñé con Pichi, con Lanas, con Tato, Ebro y Tina y me volví a despertar llorando por sus pérdidas. Un mes después, coincidiendo con mi cumpleaños, mi chico me regaló a Pintxo , un Bichón Maltés que se ha convertido en el ombligo del mundo. De manera muy extraña Pintxo se me hace una mezcla perfecta de todas mis anteriores mascotas, incluyendo a Tina ya que pesa más o menos lo mismo que un gato y tiene costumbres un tanto felinas, como eso de subirse al respaldo del sofá y dormir ahí la siesta. Gracias al cielo, Pintxo se lleva muy bien con Musa y aunque a Sar le tenía algo de respeto, se lo fue perdiendo poco a poco hasta llegar al punto de robarle pienso de su cuenco.

El día que Sar se fue, Pintxo estuvo. digamos raro, más meloso que de costumbre, sobre todo con mi chico que lo pasó muy mal ya que tuvo que tomar la decisión y ser él quien la llevara a la clínica por última vez.

En México existe una leyenda muy bonita, creo que es Nahuatl pero no estoy segura; según esta leyenda, cuando te mueres, te están esperando los animalitos que has cuidado en vida para acompañarte en "el túnel" y que no tengas miedo. Lo escribo y me emociono, algún día estarán allí todos juntos, esperándome, supongo.

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miércoles, agosto 23, 2006

Pinche Malinche

Accedí a la universidad ya talludita, presionada por una amiga. Elegí Historia por mi pasión por el arte, y más en concreto por la pintura.

A medida que fui matriculándome y aprobando distintas asignaturas, mi abanico de intereses se amplió enormemente. Descubrí la prehistoria y los orígenes de las civilizaciones. Descubrí la Edad Media y me fascinó su sistema económico. Descubrí las corrientes de pensamiento y su aplicación política. Y descubrí, por sobre todas las cosas, la historia de los descubrimientos.

Siendo de Sevilla , he crecido a la orilla de un río presidido por la torre del oro, el único navegable hacia el interior para transportar las riquezas de las Indias. De pequeña, soñaba con la torre de la plata, la gemela ausente al otro lado del río, donde ahora hay un restaurante de postín. Y en la cadena que las unía y franqueaba el acceso a la ciudad.

Soñaba con los relatos que contarían aquellos hombres que volvían del país de nunca jamás. De una tierra ignota y mágica, donde había alimentos inimaginables, pájaros de mil colores, bestias exóticas y hombres de piel oscura y religión impía que vivían desnudos.

Y como la vida me lo puso por delante, me tocó patearme México casi de pe a pa. Y en uno de esos viajes a Veracruz arribé a una playa salvaje de la misma costa en la que había desembarcado, quinientos años atrás, un porquero loco y extremeño, enano y patizambo, con barbas mesiánicas y ojos de fuego.

Allí, in situ , y tras unas cuantas biografías de Cortés a las espaldas, sintiéndome más pinche Malinche que nunca, comprendí mi querencia en la vida, mi fascinación por ese momento de la historia, por ese brote de genialidad que solo pueden permitirse el amor o la locura y que me deja sin refugio posible: quemar las naves.


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domingo, agosto 20, 2006

La cosa del escribir

A veces me he planteado que es una pena que esto de escribir esté tan mal mirado en algunos sectores de la vida y sobre todo, que esté tan mal pagado, vamos, que una no se lo puede proponer como método de ganarse la vida así como así porque está complicado y hay gustos para todos los colores.

Pero mi madre, que es la presidenta y creo que único miembro de mi club de fans siempre está ahí como una cariñosa espada de Damocles para animarme a que continúe en mi afán.

De niña, muy niña, escribía cuentos y luego los "encuadernaba" cosiéndolos con lana de colores y se los regalaba cuando llegaba el Día de la Madre o su cumpleaños: eran cuentos de princesas con "dos pares" que se arremangaban las faldas y se cargaban dragones a patadas.

Hace como quince años escribí canciones para un disco que iba a grabar una amiga; esta amiga (hoy día es mi cuñada) tiene una voz prodigiosa, vamos, ríete tú de Mariah Carey, en serio, estuvo incluso estudiando en el Conservatorio pero lo dejó cuando le propusieron grabar un disquito después de ganar un festival de canción melódica. con una canción escrita por mí. Por aquellos días sonaba "se fue", de Laura Pausini, y yo le escribí a mi cuñada una réplica a esa canción que dio mucho que hablar, aunque fuera solo en nuestro pueblo. La canción venía a decirte algo así como "él se fue, me dejó, ahora sé, que no supo querer. al final comprendí que yo fui quien ganó, más pierde quien nunca amó". Luego el disco nunca se grabó y todo quedó en una pura anécdota y en el recuerdo de lo que cada una hizo con su parte del dinero que ganamos como premio.

Yo escribía porque sí; tenía una máquina electrónica, nada de ordenador, y entonces simplemente guardaba lo que iba "pariendo" y ahí se quedaba, artículos, canciones, pensamientos, nunca me dio por la poesía, la verdad, e incluso me costó mucho en su día coger el ritmo para las canciones.

Casi siempre escribía en primera persona, convirtiéndome yo en la protagonista de rocambolescas situaciones, casi siempre de chascarrillo porque eso sí, no me gustan demasiado el terror ni el suspense y con lo acelerada y cotillita que yo soy nunca podría mantener la intriga hasta el final. Lo mío podría ser algo parecido a Jardiel Poncela, que parece un asesinato y es la madre del novio pintando de rojo el fondo de un armario viejo, o algo así.

Luego, una vez, escribí una historia de varias páginas, en clave de humor y con mucha ironía, para quitarle hierro, que narraba las vivencias de una chica de unos veintipico años que acababa de despertar de un coma en el que había caído con once años más o menos. les suena la historia???, sí, poco después estrenaron en la tv "Siete vidas" y yo con mi pequeño cuento metido en una caja en casa!!!

En otra ocasión escribí un dramón, la historia de una de mis abuelas que fue una auténtica tragedia, me costó casi tres años acabarla entre tanto documentarme en la Guerra Civil , la presenté a un concurso, no gané nada, pero ese mismo año Ana Rosa Quintana lió una buena con una novela que no escribió ella pero con una temática bastante parecida a la mía y que abrió la veda al estilo de narrativa que denuncia los malos tratos hacia las mujeres.

Lo último que comencé fue la historia de mi gente, de mi familia, que da para bastante porque somos muchos y con mucha miga todos. Me corté un poco cuando mi anterior novela fue a dar al cajón de los fracasos, luego la retomé, luego vino la serie "Vientos de Agua" en la que nos vimos reflejados casi todos en mi casa, la volví a dejar. y ahora no sé qué hacer con ella, la verdad. Abarca más de cien años, muchos lugares diferentes, muchos personajes, vamos, me tuve que hacer un esquema con los miembros de la familia más destacados, otro con los menos y otro con los anecdóticos, cambiarles a TODOS los nombres, porque a ver si me va a venir una prima majadera a reclamar que estoy hablando de ella. No quiero que se convierta en "Cien años de soledad", je, je, pero lleva camino de ello.

Si fuera por mi madre, ya la habría mandado traducir al inglés y enviado a un agente gringo, porque hay que ver que en EEUU cualquiera se hace rico escribiendo lo que sea, incluso novela rosa!!!

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jueves, agosto 17, 2006

Cambio de contexto

Aún soy capaz de oler con la mente el tomillo, el romero y el espliego desde mi casa de Madrid. Y si cierro los ojos, los gigantes de ladrillo oscuro que se asoman a mi ventana se transforman en montañas cuajadas de pinos que silban cuando el aire pasa entre sus agujas. No he tomado ninguna sustancia; esta tarde regresé de mi pueblo y todavía no me he recuperado del cambio de contexto.

Los que hemos tenido la suerte de trabajar en el diseño de Sistemas Operativos, conocemos la importancia que tiene saber cambiar de contexto(1). Tanto las personas como los ordenadores, diseñados a su imagen y semejanza(2), son capaces de realizar tareas diferentes de una manera ordenada en el tiempo. En ambos casos no es necesario esperar la finalización de una tarea para comenzar otra. El cambio de contexto consiste en guardar a buen recaudo el estado de la tarea interrumpida a fin de poder retomarla de nuevo cuando le corresponda en el tiempo.

Este fin de semana me fui a mi pueblo de Cuenca y dejé en Madrid el tráfico, el calor sofocante, el asfalto, mi casa, mi familia... y puse rumbo a un nuevo contexto: primero por la autopista, luego por una carretera nacional, más tarde por una comarcal y finalmente por un camino rural que atraviesa un inmenso bosque de sabinas y que me retorna a mis orígenes. En el punto de llegada a mi pueblo el cambio de contexto era total y mi lado salvaje emergió, enterrando por completo el contexto de Madrid.

La vuelta a mis orígenes me hace olvidar el presente y me devuelve a la infancia, cuando el tiempo transcurría lentamente, las cosas eran sencillas y no tenía que preocuparme de nada, cuando formaba parte de su naturaleza y los aromas de los arbustos del monte me invadían el sentido del olfato, cuando desde las riscas veía lo pequeñitas que son las personas frente a las majestuosas montañas cuajadas de pinos, cuando podía ver el mundo desde arriba, como una espectadora que no se implica.

En plena faena de vida contemplativa, mientras la fresca brisa perfumada me envolvía entre los rumores de los pinos, solo el balido de las ovejas me despertaba de mi ensueño, porque me recordaba que existe vida laboral, corriendo el riesgo de sacarme de mi contexto bucólico.

Aunque el tiempo pasaba lento, pasaba a fin de cuentas y llegó la hora de volver a casa, haciendo el recorrido inverso: del camino rural a la carretera comarcal y luego a la nacional, para desembocar por último en la autopista llena de coches camino de su cambio de contexto.

Desde mi Origen pueblerino de Cuenca hasta mi Destino ajetreado en Madrid solo media el vacío. Y entre ambos, un cambio de contexto radical, un pelín doloroso.

(1) Ésta es la somera definición de cambio de contexto que da la wikipedia española, y ésta la de habla inglesa. Por favor, informáticos hispanos, ¡¡una aportación!!
(2) Los ordenadores fallan tanto como las personas, se colapsan y con el tiempo se deterioran.

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martes, agosto 15, 2006

El compañero "morro"

Hace algunas semanas algunos de ustedes publicaron posts hablando de los compañeros "trepa" en el trabajo; yo hoy quiero hablar del compañero "morro", que lo que sí tiene es, como se solía decir antes, más morro que una fila de negros cantando el "only you ".

La empresa en la que yo trabajo es "multinacional" en el más estricto y literal de los sentidos, porque como ya sabéis, yo sola abarcaría tres nacionalidades distintas si me lo propusiera, y luego, menos una de las chicas de ventas, todos los demás son de uno u otro origen, dentro o fuera del país, así que dejando esta aclaración aparte, hablemos de Rodolfo y saquémosle la parte chascarrillo y divertida.

Rodolfo llegó una mañana y se incorporó al Departamento de Ventas de mi empresa y lo primero que hizo, incluso antes de la hora del café, fue formatear por completo el ordenador que tenía a su disposición; no me preguntes qué demonios hizo, pero borró todo lo que había almacenado y hubo que llamar al técnico informático a ver si había posibilidades de un milagro, mientras él daba vueltas por la oficina repitiéndole a quien le quisiera escuchar "que él no había hecho nada "; según él, la informática va por libre. Se las arregló para que todo pareciera un accidente de orígenes dudosos, que conste que yo le quité un poco de hierro al asunto para que no llegara la sangre al río, y pudo salir bien parado delante del jefe, quien por otro lado no soporta a la gente coñazo ni manazas.

Un par de semanas después estrenamos instalaciones, por fin y después de un año de obras y reparaciones y el mismo día que tomamos posesión del recinto Rodolfo se cargó el aire acondicionado; está convencido de que 19 grados centígrados son pocos, o muchos, según se mire y el día que tenga, y no paraba de manipular el mando a distancia, hasta que empezó a salir vapor de agua, y mi jefe montó en cólera y en lo que pudo, porque otra guerra abierta que tenemos desde hace tiempo es con la empresa instaladora y de mantenimiento del aire acondicionado. Según Rodolfo, una vez más, "él no había hecho nada", así que por lo visto el aire acondicionado también va por libre, de la mano de la informática.

Las chicas de su mismo departamento se pasaron como tres semanas o así explicándole los procedimientos a seguir, había que ponerle al día, pero a la primera de cambio Rodolfo demostró que él también va por libre; vamos, que mi chico me avisó en esos días de que había un curso de Protocolo en la empresa, que si quería hacerlo, y le dije que para qué, si yo me harto de establecer protocolos de actuación y aquí cada uno va por donde le da la santa gana.

Eso sí, llega el que sea y Rodolfo se le echa encima, le come la oreja al personal que es una pasada y tengo que decir en su favor que ha vendido más en los tres meses que lleva aquí que las otras chicas en seis meses, lo cual no le favorece mucho por otro lado dentro de su departamento. ya que "estas" empiezan a odiarlo. Él habla con todo el mundo, se pasa horas en el banco de al lado charlando con el director, va al bar de los pinchos y se toma uno enrollado a anécdotas con la dueña, a todos los llama por su nombre y se ha metido en el bolsillo al vecindario al completo. Yo como lo tengo ahí al lado, lo controlo un poco y de paso le echo freno cuando veo que se tira encima del mensajero que viene muy bien vestido de paisano y él piensa que es un potencial cliente.

A mí lo que realmente me JODE de él es que entra por las mañanas o por la tarde y si ve que estoy con alguien o hablando por teléfono, lo primero que dice es, con las cejas levantadas y a gritos con esa voz de pito que tiene "buenos días, qué hay de nuevo?, me llamó alguien ?, tienes algo para mí ?", como si YO fuera su secretaria!!!!!!!!!!!!! Como dicen aquí en Canarias "llegó el último y se metió al fondo de la cueva " y a mí me importa tres bledos que venda o que no venda, no es mi bola, hombre, sí porque si vende la empresa sigue ganando, pero que me trate como si yo estuviera a SU servicio me saca de quicio. La primera vez que vendió, me vino directo y me puso encima de mi mesa el informe y me dice "toma, esto es para ti, no ?", me ardió la cara y casi me parto la lengua de tanto mordérmela para no decirle alguna burrada, así que respiré hondo, conté hasta 457 y como mejor pude, le contesté "no bonito, eso es para que TÚ te metas en TU ordenador y lo incluyas en TU base de datos para que luego a fin de mes YO lo pueda rescatar del servidor" y me contesta tan fresco " ah, y eso cómo se hace ?", le digo "Rodolfoooooooo, que Marga y Marina te lo vienen diciendo desde Abril ", y él, siempre sonriendo y directo al grano, " ah, se me olvidó cómo se hace, me ayudas ?", y ahí es donde por no dejarlo cagarla solo y hacerme a mí currar el doble después, termino haciéndolo yo. Hace cinco minutos tuvo que enviar un fax y como " todavía " no ha aprendido a sacar el informe de envíos y para que no vaya y le pida el resumen anual, he ido yo a manipular el cacharro no se vaya a poner a imprimir hojas como un loco por su culpa.

Él me cuenta su vida, cada vez que me fumo un cigarrillo viene corriendo a "no dejarme sola, que tengo cara de aburrida" y como sabe que tengo familia en su tierra y como yo debo de ser maja, pues le escucho, le dejo que hable, verdades o mentiras, me da igual, porque yo sé lo jodido que es empezar de cero y buscarse la vida en un lugar diferente al de uno, me ha presentado a su esposa y a su "nene" y hoy que me regalaron una bolsa gigante llena de ciruelas las compartí con él y le di más de la mitad porque yo esta semana estoy sola en casa y si no se me estropean.

En realidad, el tipo es tan positivo, tan cargantemente alegre, que la única fricción que hemos tenido fue el día que me corté el pelo a lo bestia; de tener la melena por los codos un día me dio un arrebato y me lo corté "a lo chico" y cuando llegué al trabajo al día siguiente me dice, otra vez con las cejas levantadas y la voz de pito "ohhhhh, con lo que a mí me gustan las mujeres con el pelo largo " y le digo "qué pasa, ¿no te gusta ?, pues todo el mundo que me ha visto me ha dicho que me queda muy bien ", porque hasta mi jefe me lo dijo, que había dado un cambio espectacular y que estaba guapísima y eso, y el muy cabrón me contesta, SIEMPRE sonriendo "y ¿qué te van a decir ?, la gente quiere ser agradable!!!".

En fin, tengo anécdotas de él y con él para llenar varios posts, la verdad, pero lo más importante de todo es justamente lo del morro que se gasta para todo y de la suerte que tiene para salir bien parado de todas su meteduras de gamba, que ya son unas cuantas. Yo, entre que no me molesta DEMASIADO y que no se mete DEMASIADO en mis funciones, pues lo tengo un poco prohijado y procuro no darle caña más que cuando se pone muy pesado o quiere meter las narices donde nadie le llama, aunque pensándolo bien, es que lo hace cuatro o cinco veces por semana!!!!


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viernes, agosto 11, 2006

Alegorías (3) : El Medioevo




Aquella época oscurantista,
contrastando con sus deslumbrantes palacios,
llenó al mundo costumbrista,
de necios, de extravagantes, de elitistas
que vivían reunidos en grandes espacios.

Sus peinados
estirados,
envueltos en pedrerías,
izaban sus osadías
hasta lo más alto;
tan enfilados
que llenaban hasta con nidos sus floridos tejados.

Los hombres con peluquines,
disfrazados de arlequines,
como marionetas ideadas
por mentes equivocadas,
adelantados al momento
con homosexuales de cuento,
eran una bufonada
de gran casa acaudalada.

Estaban ebrios de poder
nadando en indecible orgullo,
comprando vidas por doquier
para amasar gran haber
y así sentir todo suyo.

Aquella Edad que llaman Media
nos dejó en medio del barullo;
antes de ésta el hombre venía
casi de simio,
de la lejanía,

despertando sabio de su arrullo,
para despegar
rumbo a su imaginación,
y a ratos dejar
en el camino su corazón.


Pero, en la Edad del eterno poderío
resaltaban colores,
derrochaban brío,
los cuatro que sentados en sus tronos,
malgastaban calores,
aplastando en frío,
a todos sus siervos,
que, con sudores,
morían enfermos
en cualquier caserío.

Su poder fue asombroso,
tanto gustó
y su política cautivó,
que aún hoy vigente sigue,
y lo que es espantoso
el cambio es muy costoso
porque nadie lo consigue.

Fueron buenas semillas
pues crecieron bravas;
la tierra era fértil,
todo fue muy fácil;
la gente sufría,
no tenía ganas
ni de revolver rencillas
ni de luchas vanas
donde todos pierden
y donde no se divierten,
pero aprendimos
que sin Amor no vivimos.



Sección-En verso

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miércoles, agosto 09, 2006

Una carta de amor siberiana

La escritura pictográfica o semasiografica (escritura de ideas) ha sobrevivido hasta los tiempos modernos. El siguiente dibujo, constituye una auténtica carta, enviada por una joven a su amado infiel. Fué escrita a principios del siglo XX por una muchacha de la tribu yukaghir; esta tribu de Siberia cuenta hoy entre 600 y 2000 miembros, y algunos aún se comunicaban así hasta hace poco.

La joven se representa a sí misma (A), vestida con una falda y un peinado con una coleta (la serie de puntos en la parte superior de la falda).

Esta es la traducción libre de la conmovedora carta de esta joven abandonada:

"Amado mío (E):

Sigo fiel (D) a mi compromiso contigo, sola (A) en mi casa (B-C).

Reconozco los estrechos lazos (I) que te unen a tu actual compañera (H) y que pronto pueden dar el fruto de dos niños (J y K) en tu hogar (F-G), pero sigo sintiendo la amargura de nuestra separación (L) por su culpa.

No obstante, perservero en mi pasión (M) por tí, aunque tenga otro pretendiente (N) que me desea."


Nota para navegantes:

La escritura pictográfica ha sobrevivido hasta los tiempos modernos. Este dibujo, por ejemplo, constituye una auténtica carta, enviada por una joven a su amado infiel. Fué escrita a principios del siglo XX por una muchacha de la tribu yukaghir.
La carta de esta joven abandonada es realmente conmovedora. La joven se ha representado a sí misma (A), vestida con una falda y un peinado con una coleta (la serie de puntos en la parte superior de la falda), sola en su casa (B-C) y fiel a su compromiso con él. como lo indican las barras cruzadas (D) sobre ella. Su antiguo amante (E) vive a la izquierda (F-G) con otra mujer (H), tambián vestida con una falda y peinada con una coleta, que ha ganado su afecto. Aunque ella reconoce los estrechos lazos que les unen, simbolizados por por la cruz inscrita en el cuadrado (I) que hay entre ellos, e incluso aunque presagia que tales lazos se verán recompensados con el nacimiento de dos niños (J y K), siente la amargura de la separación, expresada por una línea gruesa (L) que parte de la cabeza de su rival y baja por el centro del pictograma. No obstante, ella persevera en su pasión, declarada mediante el garabato (M) que flota sobre su cabeza, aunque otro joven (N) está enamorado de ella.



Fuente: El nacimiento de la escritura. Robert Claiborne. Salvat Editores 1980.



Sección-Expedientes-X

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domingo, agosto 06, 2006

La raja


Aunque el fin del mundo tiene sus ventajas, la de la tecnología no es una de ellas. En estos confines se masca el ambiente de frontera. Primero, por la cosa geográfica del Estrecho. Y por supuesto por el abismo entre Europa y África, entre el mundo rico y el mundo pobre, entre el norte y el sur. Vivo ( again and again ) justo al filo de la raja entre dos mundos, ora en una orilla, ora en otra.

Así que aquí, en tierra de nadie, me tengo que buscar la vida para el asunto de Internet. No tengo línea fija de teléfono, y por tanto ni asomo de posibilidad de ADSL. Esta circunstancia me ha convertido en una rastreadora nata de conexiones de alta velocidad.

Llevo mi memoria USB en el bolso, junto al mechero y el paquete de tabaco. Es decir, no voy ni a la esquina sin la seguridad que me brinda un pen driver 2.0 lleno de palabras, sueños e imágenes que revolotean de aquí para allá de una manera que es virtual pero no tanto.

Buscando conexiones para mi pen, tuve que echarme a la calle (¡a mi edad!) a buscar orificios mensajeros. Y descubrí no pocas variantes para la cosa de la comunicación global:

1.- Las casas de los amigos: Antes, cuando iba a casa de alguien, sólo preguntaba dónde estaba el baño. Ahora, antes incluso de pensar en evacuar mi vejiga, llego con la premura de evacuar mi pen de archivos. Y he venido en descubrir que últimamente me he relacionando con amigos-ADSL por la sencilla razón de que en cualquier momento me venía bien pasar a saludarlos y así enviar un par de cosillas y revisar el correo.

2.- Los cibers institucionales: Ya lo dijo Larra: Vuelva usted mañana . Todavía estoy por ver un ciber institucional en el que funcione todo a la vez. Y aquí incluyo: bibliotecas públicas con acceso a Internet(1), servicios de empleo autonómicos y nacionales, dependencias de grandes sindicatos con políticas de igualdad, espacios diseñados para quitar a los jóvenes de la calle....
A uno de estos últimos estuve yendo durante unos meses porque era gratuito. Ésa era la única ventaja. Por lo demás, únicamente abría de lunes a viernes de 11.00 a 13.00 horas(2), jamás funcionaba la impresora y cuando pregunté si tenían puerto para USB me miraron como si estuviera loca.
Aún así, como necesidad obliga, durante esa época escribía en casa y me llevaba los textos impresos. Una vez en el ciber, los volvía a picar para aprovechar la conexión. Así estuve tres largos meses. Hasta que un día se sentó en el ordenador que estaba a mi derecha un chico con un pen driver. Lo conectó y abrió su archivo sin ningún problema. Me quedé más que sorprendida, boquiabierta. Le pregunté al responsable de la sala si acababan de poner los puertos USB y me dijo que no, que de eso ya me había dicho que no había. Le señalé el PC de mi vecino, mostrándole que sí, que ya habían instalado esa opción ?cuando menos- en ese ordenador. A lo que él se apresuró a contestar que eso no era ningún interfaz ni ná. Que eso era ER LÁPI. Que a ver si yo lo que estaba preguntando era por un " bujero p'a er lápi".

Se mi hizo palpable una vez más lo compleja que es la comunicación; la cotidiana y la que va por cable.

3.- Los cibers mercenarios: Séase, los que te sacan la pasta como si fueran vampiros. Son los que más servicios prestan (faltaría plus), pero no es fácil encontrar uno que lo reúna todo. Y si lo reúne todo, no te preocupes que ya te lo irán cobrando.
Cuando tengo disponibilidad económica y me coinciden los horarios, los prefiero. Aunque no siempre la oferta de la zona geográfica se ajusta a mis necesidades. Para mi sorpresa, descubrí que en los barrios urbanos de clase media apenas hay cibers mercenarios. No lo entendía muy bien, pues se supone que es esta clase media la más avezada en la internáutica. Hasta que una de mis amigas-ADSL me explicó que en ese barrio todo el mundo tenía alta velocidad en casa.
En cambio, en las zonas económicamente deprimidas, con alto índice de analfabetismo funcional y mucho paro, zonas en las que no hay ordenador en las casas, abundan los cibers. Llenos de adolescentes que juegan a guerras de rol, de peones de la construcción enganchados a los chats eróticos y de quinceañeras que se cartean con novios lejanos en lenguas exóticas.
En la mayoría de los cibers mercenarios te cobran un plus escandaloso en el momento en que desenfundas el pen. Argumentan que tienen que blindar sus sistemas inmunitarios frente a cualquier posible infección escondida entre los circuitos o los bits o algo de mi porta-cosas. Y siempre le echan un vistazo que denota un punto de precaución que es casi asco por mi mini-miembro electrónico.

Y así lo voy llevando en este principio de milenio, en el que me vine a vivir al fin del mundo en busca de mi lado salvaje, intentando obviar que hay caminos de la civilización que no tienen retorno. Queriendo olvidar que, en casi todo en la vida, soy tan solo eso que los informáticos llaman "una usuaria".

Y va a ser por eso, por usuaria, por lo que me toca seguir pagando los preservativos. Que ahora ya son virtuales, eso sí, pero más caros que el látex.


(1) La más importante de todas no tenía instalado el acrobat reader, por lo que no se podía abrir ningún archivo institucional (boletines oficiales, convocatorias públicas, listados, monografías, leyes...)
(2) ¿Pitaría eso de quitarlos 2 horas de la calle, y de lunes a viernes?


Sección-Reflexiones

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jueves, agosto 03, 2006

In the summer time

In the summer time - Mungo Jerry





Es una de mis canciones favoritas, la tengo asociada al veraneo, la playa, el sol, la vagancia, el reposo, y tantas cosas buenas que no solemos disfrutar. Encontré el vídeo de Mungo Jerry por casualidad leyendo el post Gracias-thanks-obrigado en el blog de Mangas verdes. No pude menos que sonreír de oreja a oreja y ponerme a tararear la canción golpeando con los dedos la mesa del despacho para seguir el ritmo. ¡GRACIAS Almeida!.


En los tiempos en que salió esta canción, no tenía poder adquisitivo para comprarme el vinilo y cuando podía comprarlo ya no se encontraba ni en los cajones de saldo. Me pasó con muchas canciones pero gracias a mi amigo Paco, un entendido coleccionista de música, me fui haciendo con ellas en casette(1). Las cintas que nos preparaba Paco eran muy valiosas tanto por la calidad de la grabación como por la selección de canciones. Las conservo después de más de veinte años y mis hijos se aficionaron a la música escuchándolas.


Su mayor éxito de recopilación fue "Íntima I", de gran demanda entre los solteros que solían llevarla en el coche para ablandar el corazón de las chicas. Normalmente a los que se les ablandaba el corazón era a ellos y terminaban regalado la cinta a la chica sin alcanzar sus oscuras intenciones(2). Cuando los lunes pedían a Paco otra "Íntima I" el cachondeo en la oficina era total.

A la producción "Intima I" le siguió "Íntima II". Como se suele decir, "Nunca segundas partes fueron buenas" y no obtuvo el éxito de la primera, prueba de ello es que los solteros no pedían otra "Íntima II" y no porque hubieran ligado, de eso estoy bien segura.


Al margen de sus selecciones me grababa siempre lo que le pedía, desde los clásicos Beatles , Simon & Garfunkel , Santana ... hasta algunos intérpretes menos conocidos como Chuck Magioni y Jim Croce . Un día me confesó que a él también le gustaba Doña Concha Piquer (3). Ante esta confidencia le correspondí diciéndole que "In the summer time" era una de mis canciones favoritas. Me miró como si fuera una marciana y se negó en redondo a grabármela, me tuve que conformar con "El romance de Doña María de las Mercedes ".


Insistí muchas veces con distintas técnicas de persuasión para que me grabara la canción, pero se negó en redondo. Por eso la alegría de ver el vídeo de Mungo Jerry en Internet me llevó a exclamar:


¡ Menos mal que además de amigos tenemos Internet !



(1) Paco fue un precursor del emule aunque en un modelo centralizado. Compartía su magnífica discoteca con todos sus amigos y distribuía las canciones en soporte magnético y, por supuesto, gratis total.
(2) Las intenciones eran oscuras sólo para ellos, los demás se las veían escritas en la cara.
(3)En aquellas épocas, que un entendido en jazz, rock y pop confesase esa debilidad era toda una proeza.



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martes, agosto 01, 2006

Los hombres son de Marte...

Definitivamente lo son, los hombres son de Marte , por no decir de otro planeta aún más lejano que se me está pasando por la cabeza en estos momentos, y me remito a las pruebas que te cuento a continuación.

¿Cuántas veces nos hemos preguntado las mujeres si será verdad que ellos tienen un chip que los diferencia desde que nacen? Tengo dos hermanos varones, hijos del mismo padre y la misma madre que yo, y tengo otros dos, también varones, y también más pequeños, que son hijos de mi padre y su segunda esposa, pero me voy a remitir a los dos primeros, a los dos con los que yo crecí, y a los que conozco mejor, ya que los otros dos, por lejanía y por diferencia de edad no los tengo tan claros en cuanto a actuación, aunque empiezo a presuponerlos.

Mis dos hermanos (los más mayores) y yo fuimos criados por la misma mujer, mi madre, y a ratos, en los veranos, por mi padre, ya que ellos se divorciaron siendo nosotros muy pequeños, yo tenía unos ocho años, y mi padre se fue de España acto seguido por lo que solo le veíamos en las vacaciones.

Contra todos mis pronósticos, y viendo cómo soy yo a día de hoy, un calco de mi madre aunque estoy en vías de reestructuración, que conste, mis hermanos no son ni misóginos ni gays.

No me preguntes cómo, pero a pesar de todo, ellos son capaces de conectar una tele nueva sin llamar a un vecino, programar el vídeo, arreglar un enchufe, hacer la declaración de la renta sin llorar o poner parqué nuevo en el pasillo. Una vez yo intenté hacer un empalme con unos cables y casi me electrocuto, otra vez quise hacer un agujero en la pared y el taladro casi me provoca un esguince en la muñeca, otro día quise programar el vídeo para grabar una peli que ponían a medianoche y al día siguiente descubrí que lo que tenía era un programa concurso de por la tarde y mucha publicidad hasta agotar la cinta de tres horas.

Con diez años ellos aprendieron a ver los partidos de fútbol en la tele, con el volumen al mínimo y la radio encendida a tope para escuchar a los comentaristas, se sabían la alineación del Madrid y con una clase teórica y dos prácticas que les había hecho mi padre en una ocasión, aprendieron a afeitarse sin cortarse la yugular; mientras, yo andaba con las rodillas llenas de tajos porque mi madre era anti-afeitarse las piernas y yo pasaba de hacerme la cera caliente, así que me las rasuraba a escondidas y deprisa en la ducha, y gritaba ¡penalti! cada vez que veía con ellos un partido y un jugador le daba una patada a otro, donde fuera, en el área o no.

Mi madre no nos dejaba discutir en la mesa, no nos dejaba hacer chistes macabros, quién no recuerda los terribles chistes que circularon por los pasillos del instituto cuando lo de Chernobyl o los de ¡mamá, mamá, no me gusta el abuelito!, y nos hacía tragarnos Eurovisión y el Un, dos, tres y se emocionaba y dejaba caer una lagrimita por cualquier bobería y cuando ellos se cachondeaban o pretendía cambiar de canal de tv, ella les llamaba insensibles, brutos y aprendices de machistas.

Como tampoco teníamos contacto a menudo con mi padre, en aquellos años las conferencias telefónicas eran prohibitivas y no existían Internet ni los chats , ellos solo tenían el referente masculino paterno esos tres meses de verano, y de poco a poco ya que mi padre trabajaba incluso estando nosotros allí y solo le veíamos por las tardes o los findes o alguna quincena que él se cogía y nos llevaba de viaje; por eso no me explico cómo han podido aprender ?a ser hombres? sin un modelo a seguir, porque te puedo asegurar a día de hoy que son mis dos héroes, dos tíos como dos copas de pinos, guapos, inteligentes, buena gente, simpáticos (eso lo dice hasta mi chico) y que tratan a sus respectivas chicas con todo el cariño y el cuidado con el que el mío me trata a mí, te quiero decir, ni se nos han afeminado ni son dos machistas misóginos, vaya, no veas cómo cocinan los condenados!!!!!!

Como yo sí que me convertí en una neurasténica calcadita a la madre que me parió (insisto, en vías de solución) no tengo más remedio que pensar que efectivamente, "estos" nacen con un puerto USB diferente y que en el "nido" les conectan por ese mismo puerto al canal 13 (el de las pelis de acción), al de las clásicas españoladas de Esteso y Pajares (que mira que se ríen con ellas y han pasado treinta años), al otro canal de la comedia, al de Bricomanía 24 horas y al porno si me apuras, vamos, que son de otra pasta, y que va a ser verdad eso de que ellos son de Marte (o más lejos aún) y nosotras de Venus , o de la Luna , a saber.

Me pregunto quién escoge a las enfermeras del nido y cuál de ellas decide el canal al que conecta a la criatura, jajaja


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