domingo, octubre 29, 2006

Contrincantes

Suelo ir poco por el pueblo de mis abuelos maternos, pero el pasado fin de semana me sometí a un cambio de contexto. Supe por el camino que ella, mi contrincante, también tenía pensado dejarse caer por allí. No creo que fuera fruto de la casualidad porque aunque no mostramos ningún interés en tener relación debemos tener un karma que pagar en esta vida y de vez en cuando nos reencontramos.

Todos los veranos de mi infancia me empaquetaban con mis abuelos de junio a septiembre y ella venía a veranear con sus padres durante el mes de agosto. No nos caíamos bien, pero en un pueblo tan pequeño era difícil esquivarse.

Puedo afirmar que el roce no hace el cariño, porque lo que solía ocurrir es que entablábamos discusiones que terminaban en peleas cuerpo a cuerpo. Ella era un año mayor que yo, de constitución más fuerte y mucho más bruta. Siempre me ganaba pero nunca decliné una pelea.

Perdió prematuramente los dos incisivos superiores, según las malas lenguas de una coz que le dio una caballería después de que ella le tirase de la cola. Le salieron los nuevos dientes muy prominentes que unidos a unos ojos grandes y muy abiertos la convertían en la viva imagen de Bugs Bunny. La perdí de vista cuando dejé de ir por el pueblo.

Mi hijo, cuando iba a la guardería, también tenía un contrincante. El suyo era un niño alto y de complexión fuerte con el que se peleaba y por lo moratones que traía se adivinaba que a veces le podía. Con mi pasado violento me sentía con poca autoridad para regañarle por pegarse pero albergaba una enorme curiosidad por saber quien era su adversario. Le dije a mi hijo que si alguna vez estaba cerca que me lo señalase.

Un día que fui a recogerle a la guardería, mientras le quitaba los kilos de arena que llevaba en los zapatos me señaló a un niño que estaba subiendo las escaleras. Estaba mirando al chaval cuando sentí una voz familiar a mi espalda. Era ella, la Bugs Bunny, que venía a recoger a su hijo que casualmente era el contrincante de mi hijo.

Me resulta difícil interpretarlo como una casualidad. Con lo grande que es Madrid parece una broma del Destino que lleváramos allí a nuestros hijos. Me dio que pensar que la antipatía mutua se hereda y que debimos dejar algo sin resolver en nuestra infancia y pasó a la siguiente generación.

No quiero ni pensar que ahora que he encontrado la paz en mi pueblo pueda empañarse por la presencia de mi contrincante.

Sección-Expedientes-X

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miércoles, octubre 25, 2006

El Balduque

A falta de post, bueno es el fondo editorial. Rescato este relato al que tengo especial cariño por permitirme conocer a personas interesadas en el balduque, cada una por un motivo. Guardo un especial recuerdo de Harry van den Berselaar, residente en la ciudad que dio nombre al balduque y que me envió el texto de una conferencia que dio en su ciudad sobre El milagro en Empel. Tiene especial merito porque realizó un interesante trabajo de investigación histórica, tanto en España como en su ciudad con el único fin de conocer mejor la historia del lugar en que vive y practicar la lengua de Cervantes. Le pedí permiso para publicar su conferencia pero aun no he encontrado tiempo de poder hacerlo. De este año no pasa que antes de la Inmaculada lo publique.

Dentro de mi frenética actividad en la promoción de la Sociedad de la Información, con una tendencia antinatural a digitalizarlo todo, siempre me han sorprendido los Expedientes Administrativos, archivados en sus carpetas de cartón verde oscuro y atados y bien atados con balduque -para el que no esté familiarizado con la Administración, aclararé que es una cinta de tela roja con la que se hace un lacito para cerrar la carpeta que contiene el expediente-. Este nombre me pareció tan sugerente que lo entregué a la iniciativa la palabra del día(1) para buscar su etimología. Y resultó provenir de Bois-le-Duc, que es la traducción al francés de Hertogenbosch(2) , ciudad holandesa donde se tejían estas cintas. Una vez conocido el dato y ajustándome más a mi intuición femenina que al rigor histórico, paso a describir el origen de esta cinta carmesí.

El origen del balduque data de cuando reinaba Felipe II -en cuyos dominios no se ponía el sol-, el cual inició el esplendor de la actividad funcionarial al anotar escrupulosamente todas sus decisiones de gobierno, lo que dio lugar a la intocable casta de los funcionarios, vigente hasta nuestros días. Por ello nunca he comprendido por qué es más popular el Sr. Moscoso que este monarca, que debiera ser patrón y luz de todo funcionario que se precie de conocer la Historia.

Nuestro monarca -no en vano llamado El Prudente- se tomaba su tiempo en adoptar resoluciones, que a veces tardaban varios lustros en ver la luz. Pero las idas y venidas hasta que esa luz llegaba eran escrupulosamente anotadas por los muchos y muy aplicados escribientes; de esta manera, los expedientes empezaron a adquirir un volumen inmanejable por lo que se hacía necesario archivarlos entre cartones y atarlos con una cinta. Naturalmente, este hecho disparó la demanda de cintas, por lo que se convocó un Concurso Administrativo para proveer material burocrático. Una vez examinadas las distintas plicas, resultó agraciada la ciudad de Hertogenbosch que ofertó una cinta roja, arriesgándose con tan atrevido color ya que de todos era conocido el gusto del monarca por la sobriedad del negro. Con esta concesión, se dio lugar a un nuevo monopolio dentro de un mercado global como era en aquel momento el Imperio Español(3) . Mucho se habló en la corte de si el secretario del rey, Antonio Pérez, se había hecho una casita(4) con cierta comisión por interceder a favor de los flamencos. Finalmente, duró tanto la concesión o fueron de tanta calidad estas cintas que adquirieron el nombre de la localidad de la que procedían, pero en su acepción francesa que queda como más elegante. Ni que decir tiene que el nombre se mantiene hasta nuestros días.

Hasta la fecha los informáticos no hemos sido capaces de digitalizar el balduque. Lo más parecido es la función de abrir y cerrar fichero, pero se tiene que perfeccionar más. Por eso, cuando vayáis a cualquier ventanilla de la Administración a solicitar un expediente, exigid que esté debidamente archivado en una carpeta verde oscuro y atado con una hermosa cinta roja de balduque. Si no es así, rechazadlo por apócrifo.

(1) La palabra del día fue una iniciativa culta y cuajada de humor que consistía en encontrar palabras de poco uso, buscar su significado y aplicarlo a un hecho cotidiano mediante una cultísima y barroca frase. Esta actividad era, más que digna de elogio, encomiable, ya que estaba encuadrada en un ambiente eminentemente técnico de ingenieros un poco rudos en cuestión de Humanidades. Pero como siempre hay excepciones, algunos gozaban de una prosa digna del Siglo de Oro.
(2) En esta ciudad nació, vivió y murió uno de los pintores más grandes de todos los tiempos: El Bosco. Las malas lenguas dicen que nunca salió de esta urbe ni para ir a Amberes, que queda bastante cerca.
(3) Como se puede observar, se confiaba más en el monopolio que en la libre incompetencia. Perdón, competencia.
(4) La Casa de Antonio Pérez estaba situada en la calle Santa Isabel, detrás del antiguo hospital de San Carlos, actual sede del Colegio de Médicos de Madrid.

Sección-Expedientes-X

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sábado, octubre 21, 2006

Torrentech

Torrente es un personaje superlativo de la caspa hispana que nos despierta una sonrisa envenenada de las de "me río para no llorar". El personaje creado por Santiago Segura está adornado de todos los adjetivos descalificativos que se pueden aplicar al reino animal, incluida a la rama que dice ser racional.

Como la naturaleza tiende al mínimo esfuerzo, Santiago Segura, que es muy natural, ha tirado por la calle de en medio y ha colocado a Torrente en un entorno sórdido que le da mucho juego para sus aventuras. Pero el mito Torrente está presente en otros sectores menos sospechosos de sordidez que la línea que separa los bajos fondos y los guardianes de la ley.

Sin embrago, todos los entornos tienen su necesidad de usar H&S y en todos los ecosistemas se desarrolla con suma facilidad la variedad Torrente. El sector tecnológico no iba a ser menos y en él se encuentra la variedad que se denomina Torrentech. Dejo para otros autores la descripción de los Torrentes de su entorno y me ciño al mío en la línea de "Zapatero a tus zapatos".

Torrentech es poseedor de un papel que dice que es "Ingeniero" y de otros que dicen que ha hecho un par de "Masterbisnis". Pero viéndole actuar y desenvolverse enseguida se tiene la sensación de que o regalan estos papeles, o los ha falsificado. Sin embargo, la existencia de compañeros de estudios conocidos y la certeza de que en las Universidades Públicas no se regala nada, indican que debe ser fruto de un Expediente-X.

Uno de los signos de "distinción" de esta especie es un aspecto externo muy dado a lo colores chillones y brillos, su actitud es concupiscente, su diálogo está cuajado de términos sexistas, su trato con las mujeres carece de respeto y la vida nocturna de la que alardea no es menos "torrentiana" que la real. En vez de portar pistola utiliza una pluma estilográfica de marca, más acorde con su profesión.

Torrentech es un lince para sobrevivir en trabajos que le vienen grandes. Su estrategia consiste en halagar y mentir hasta la muerte a los de arriba y encontrar negros para colocarles los marrones que va cosechando. Además, su lado canalla es muy útil para dar esquinazo en el pago a los proveedores, crear confusión en los competidores o manipular las cuentas al gusto del destinatario.

Es encomiable su resistencia a la descalificación, no le hace mella ninguna alusión directa a su falta de conocimientos o de capacidad. Su aspecto desaliñado no despierta recelos y en algún caso, de forma insospechada, agrada a personas de gustos refinados que lo aceptan como mascota servicial.

Torrentech, el brazo tonto de la tecnología, campa a sus anchas ejecutando misiones imposibles y demostrando que cuando uno se empeña se puede llegar lejos sin necesidad de conocimientos ni modales, ¿verdad que sí amiguetes?

Sección-Fauna humana


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martes, octubre 17, 2006

Publicidad de género

Estas líneas surgieron tras un cruce de comentarios con Muxfin en su entrada PDAs (Portátil de antes). Me quejaba del diseño machista de las PDAs actuales que están pensadas para el bolsillo de las chaquetas de los caballeros. Muxfin me envió unos enlaces sobre publicidad de género que me revolvieron el estómago y me decidieron a sacar la bilis en un post antes de que me afectara al cutis.


En algunos países, a las mujeres les obligan a cubrir su cabeza porque piensan que dentro de ella albergan malos pensamientos. En otros países piensan que no es necesario que las mujeres lleven velo porque su cerebro está vacío. Es difícil elegir cual es la peor de las dos posturas.

En un mundo sin velo las mujeres se ven abocadas a vivir bajo la presunción de estupidez por el simple hecho de ser del género femenino. Una prueba de ello es la publicidad de género que pulula por Internet, medio de comunicación avanzado donde los haya.

El blog llamado TecnoCHICA me da cierto tufillo de publicidad de género encubierta. Su estilo es relamidamente cursi y está presuntamente dirigido por Kathy, abogada e internauta. El diseño del blog denota que detrás hay diseñadores profesionales o que la abogada aficionada más que afición tiene un negocio.

Extraigo un fragmento de una entrevista para el blog de Todas

Todas: Las mujeres son uno de los mercados "fuertes" en el mercado tradicional, compradoras compulsivas, o minuciosas revisando lo que adquirimos ¿cuál es tu visión de la mujer compradora? ¿somos las mujeres grandes consumidoras también de tecnología? ¿sabemos elegir?

Kathy: Por supuesto, claro que sabemos elegir, el detalle es que muchas veces compramos usando el sentimiento y no la razón y por eso es que algunas veces no tomamos las mejores decisiones y por ésa y algunas otras razones nació TecnoCHICA para aportar un granito de arena y ayudarnos a elegir hablando como nos entendemos las mujeres.

Así nos enseña a elegir con la razón TecnoCHICA en su sección sólo chicas. También hay perlas como ésta "Wow eso sí que es todo un acercamiento entre lo sexy y lo techie !"

Sin comentarios.

Podemos ver cómo la tecnología que se vende a la mujer se queda en la superficie. Nos ofrecen una PDA , pero dentro no hay chips, hay maquillaje para estar fashion, que es lo nuestro. En el caso de que seamos unas chicas raras y en vez del pack de maquillaje nos dé por comprarnos una PDA de las de verdad, nos ofrecen un programa para controlar nuestro ciclo menstrual. Incluso Baquia sorprende con esta información sobre relojes con género, el de las chicas bien sencillito, eso sí, fashion total.

Creo que dentro de mi cabeza empiezan a surgir malos pensamientos y no habrá velo en el mundo suficientemente grande para taparlos.

Actualización 20-10-2006

Me decía kotinussa en un comentario que no se podía ver el enlace a TecnoCHICA. Comprobé que el sitio estaba caído por problemas de hosting. Allí encontré un enlace a MóvilCHICA que me ha despejado toda duda de que estos blogs son un negocio. No estaría de más que incluyeran un disclaimer para no incurrir en engaño.

Actualización 27-10-2006

Gracias al blog de Tiscar, en su post El marketing de BlogsMujer se depeja toda duda de que es un blog comercial de Hipertextual. Me comenta Tiscar que no es de Hipertextual. ¿Alguien sabe de quién es?

Actualización 5-11-2006 (con luna llena, auuuuuuuu!!!!)

Gracias a mi querido amigo Muxfin tengo nuevas noticias sobre TecnoChica. Me comenta que ha sido adquirida por Geekvoice según informa este post que se hace eco este otro. Su relación con hipertextual parece ser que existió.

Sección-Sapos y culebras


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viernes, octubre 13, 2006

Secuestro en la Autoestrada

Acabábamos de cruzar la frontera italiana. Aún no era mediodía. Íbamos por la autopista en dirección San Remo cuando de pronto, sin previo aviso, el coche se paró. Se detuvo justo en una zona de estacionamiento, a un lado de la autopista, donde no había nada más que un poste de S.O.S. Hacía un sol aplastante y no había ni un árbol. El coche estaba en perfecto estado y no había hecho ningún amago de avería, por lo que dedujimos que se había quedado sin gasoil. La verdad es que la aguja del marcador de gasoil no estaba cerca de la señal de reserva, pero como todo funcionaba bien, sólo podía ser la falta combustible.

Lo primero que hicimos fue llamar a la compañía del seguro y comentarles nuestra situación y el siguiente paso era apretar el botón rojo del S.O.S y comunicar por el teléfono lo que nos pasaba.

Cuando nos respondieron, nos dijeron que no nos preocupáramos, que en breve nos enviarían un coche. No sabíamos dónde estábamos, pero les dimos el número del S.O.S y el modelo y matrícula del coche para que nos pudieran localizar.

Si mirábamos hacia atrás en la enorme autopista, se veía un puente de cuatro carriles y, muy al fondo del mismo, un pueblo que lindaba la costa. Si mirábamos hacia delante no podíamos ver nada más que la autopista perderse en lontananza.

Pasó bastante tiempo hasta que llegó un camión grúa del que se apeó un joven treintañero. Preguntó si nos habíamos quedado sin gasoil y si teníamos seguro. Le dijimos que sí y que estábamos hablando con la compañía en ese mismo momento. Sin dejarnos ni hablar nos dijo que tenía que subir el coche a la grúa y llevarnos a una gasolinera cercana. Nosotros pensábamos que era más fácil que nos trajera un bidón de gasoil o que se llevara en su camión a unos de nosotros a por él. Pero dijo tener órdenes de cargar el coche en la grúa y llevarnos directamente a la gasolinera.

No habían pasado ni diez minutos y ya estaba empezando a gritarnos. Intentábamos calmarle y hacerle entender que estábamos hablando con la compañía aseguradora para que se hicieran cargo del incidente, ya que nuestro seguro cubría tales percances. Pero, más le hablábamos educadamente, más nos gritaba. Al fin dijo que, o nos subíamos al coche y él lo cargaba en la grúa, o que nos quedábamos allí, porque los que no teníamos carburante éramos nosotros y no él.

Ante tal situación y viéndole tan raro, decidimos subir al coche. Seguidamente lo cargó en la grúa y nos condujo autopista hacia delante. Íbamos montados en el coche mirando el paisaje, como en una película, cuando vimos, no muy lejos de donde nos habíamos parado, una gasolinera.

Nos hizo llenar el depósito y pagar sin bajarnos del coche y nos insistió que no nos bajaría hasta que no tuviera respuestas de la compañía de seguros, que, según él, tenía que ponerse en contacto con su jefe y éste darle la confirmación de que todo estaba en orden. Como la compañía aseguradora estaba en ello, no podíamos hacer nada, ni tampoco bajar del coche. Él lo que quería era cobrarnos el servicio en el acto, de hecho nos pedía el dinero. Nosotros sabíamos que la compañía se hacía cargo, porque así nos lo había hecho saber y por eso no estábamos dispuestos a pagarle, lo que le enfurecía cada vez más.

Decidió seguir por la autopista en dirección San Remo, con nosotros encima, durante un buen trayecto, hasta que llegamos a un peaje de salida hacia un pueblo. Pagó el peaje y a unos metros se detuvo. Se bajó de la grúa muy indignado y con gritos e insultos, llenos de palabrotas, nos dijo que no podía seguir y que nadie le llamaba para darle la confirmación que requería su trabajo. Estábamos atónitos, no entendíamos que estuviera tan loco, ni que nos gritara de ese modo, ni que no nos dejara bajar del coche. Nos sujetaba la puerta para no dejarnos salir.

Al fin, la compañía nos llamó y en ese mismo momento sonó su móvil. Le llamaban de su central y con enormes gritos se quejaba de no obtener respuesta de nuestra compañía. Me pasó el teléfono suyo, para que yo hablara con la señorita que le pedía los datos y me sentí aliviada de poder hablar con alguien normal. Le explique la situación, sin mencionar que estaba junto a un pirado que no me dejaba ni hablar y me dio un número de teléfono, que pasé por mi móvil a la compañía de seguros, que nos aseguró llamar a este número y solucionarlo todo.

De todos modos seguíamos secuestrados sin poder salir del coche. Nada más cerrar el teléfono, el italiano se subió a la grúa y se puso en marcha. Entró de nuevo en la autopista por el mismo peaje que había salido, y esta vez en la dirección por la que habíamos venido. En poco volvíamos a pasar por el mismo sitio en donde nos habíamos quedado parados.

No sabíamos adonde nos llevaba, pero estábamos deshaciendo lo andado.

Al pasar por una gasolinera se paró, se bajó del coche y se puso a hablar por teléfono. Llevamos ya un buen rato subidos en el coche, sin poder salir y se estaba convirtiendo todo en una pesadilla. De pronto llegó una mujer y le pidió ayuda para su coche. El italiano sacó de la grúa unos cables para arrancar la batería y le arregló el coche. La señora, con nosotros en lo alto de la grúa, le pagó y, muy simpático con ella, se volvió a subir a la grúa sin decirnos palabra y continuó por la autopista.

A unos kilómetros salió de la autopista por un peaje y, como la vez anterior, aparcó a unos metros y se volvió a bajar, pero esta vez se dirigió a la parte trasera de la grúa y empezó a desenganchar nuestro coche para bajarlo. Por la ventanilla le pregunté si ya estaba todo resuelto y nos dejaba marchar. Afirmó con la cabeza y en unos minutos estuvimos libres en tierra. No dijo nada y se fue muy malhumorado.

Nos quedamos perplejos. Volvimos a entrar en la autopista y reanudamos el camino, más atrás de donde nos habíamos parado sin gasoil. Ahora teníamos carburante y podíamos continuar tranquilos. Nos habíamos perdido durante unas horas en una aventura surrealista.

Sección-Cuaderno de viajes


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martes, octubre 10, 2006

Modelos de Negocio en los ASPs

Hace unos años asistía con frecuencia a las mesas redondas sobre TIC que se organizaban en Madrid. Siempre tomaba notas para luego escribir una crónica y enviársela a mis colegas. El otro día encontré ésta por casualidad y me hizo gracia. Le he quitado los nombres propios y he aquí el resultado. Cualquier parecido con la realidad no es en absoluto coincidencia.

Fue un día de Santo Tomás de Aquino cuando se convocó a los antiguos alumnos de una escuela de negocios a una mesa redonda para abordar el tema de Los modelos de negocio en los ASPs. La autora de esta crónica accedió a esta charla por medio de un compañero de trabajo, a la sazón ex-alumno de esta escuela. Dada la inexperiencia de esta humilde cronista en estos saraos, se arropó con sus mejores galas para que no transcendiera su humilde extracción técnica y buscó un sitio poco llamativo pero centradito para no perder detalle.

El moderador, un Executive MBA, Socio y Vicepresidente de una empresa y Profesor de Operaciones en una escuela de negocios, abrió la sesión mostrándonos un acento superpijo muy acorde con el bronceado de su piel. Sin duda era un hombre conservador porque conservar el acento de los adolescentes del Barrio de Salamanca a los cincuenta años tiene su mérito. Para que los lectores se hagan una idea, su aspecto físico era similar al del aristócrata José Luis de Vilallonga, conocido por su biografía autorizada del rey. Más adelante se mostrará una prueba de su talante conservador mediante un comentario machista que haría enrojecer al propio José María Aznar.

El moderador comenzó excusándose de la ausencia de un ponente y la presunta tardanza de otro, ofreciéndonos a todos, mientras tanto, la visión de su empresa sobre el modelo de negocio de los ASPs. Para mi sorpresa no empezó por lo de "el ASP va bien", acorde con su carácter conservador, por el contrario, algún residuo de gotas de sangre jacobina le llevaron por el camino de las exposiciones negativas haciendo hincapié en las dificultades y las barreras para llevar los ASP a buen puerto. Una vez que puso en entredicho su futuro profesional como Socio y Vicepresidente de su empresa dio paso al siguiente ponente.

Tomó la palabra un representante de una operadora de cable. Tenía un pasado profesional que iba desde el Ministerio de Industria a casi todas las operadoras alternativas a Telefónica. Era un hombre muy energético y con profundas convicciones profesionales (y seguro que también religiosas) manifestó "yo creo en el ASP", es más, estamos facturando por este concepto. Nos explicó el mucho valor en bolsa que adquieren las empresas cuando invierten en TIC, siguiendo una exposición positiva de las posibilidades de Negocio de los ASPs, hasta que cedió el púlpito al siguiente ponente.

Cogió el testigo un representante de una gran operadora de telecomunicaciones que comenzó su exposición con unas transparencias corporativas, azul marino y verde chillón. La calidad de las transparencias destacaba sobre la sobriedad de los otros ponentes, pero el mensaje era muy confuso: el 80% justificaba el porqué los ASP son un fracaso (de nuevo surgieron las palabras dificultades y barreras) y el 20% las megainfraestructuras para alojar ASPs en las que habían invertido. Dejó muy claro el posicionamiento de la operadora en las infraestructuras y las plataformas horizontales para soportar servicios de ASP, dejando a empresas especializadas el servicio de aplicaciones: CRM, ERP s, etc. A punto de finalizar su presentación, apareció el que llegaba con retraso, al que cedió la palabra.

Resultó ser, nuestro tercer hombre, socio de una consultora. Expuso su punto de vista bastante moderado, indicando que había que ir por pasos, creando la cultura del uso de los ASP empezando por cosas que no son estratégicas pero que son útiles.

Después de estas charlas tuvo lugar el debate. El ala derecha se mostró muy activa en la exposición de casos y preguntas. El primero fue un emprendedor que montó un ASP hace 7 años y no consiguió convencer a los clientes para que lo usaran, a pesar de ello creía en el ASP, aunque parece que ahora se ocupa de otras cosas. El Moderador superpijo le felicitó por ser un visionario por montar un ASP en tiempos tan remotos, no sé si tomó nota del resultado de la visión. En segundo lugar se le otorgó la palabra a una Srta. un poco triste y de poca fe que dijo trabajar en una empresa que está a punto de lanzar un ASP y que no sabía si iba a tener éxito.

Continuaron las preguntas y respuestas hasta que el moderador con ánimo de cerrar la jornada pronunció la siguiente perla: Bueno vamos a ir terminando porque todos tendréis una mujer esperando en casa con la cena. Un murmullo recorrió el patio de butacas ya que además de ex alumnos había ex alumnas.

Sección-Crónicas de sociedad

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sábado, octubre 07, 2006

Coal sack(1)

Ella solía ir sola a ese bar. Le gustaba sentarse en la mesa que había bajo el sauce para escuchar el viento y mirar las estrellas mientras se tomaba una copa.

Pero esa noche compartía la mesa con alguien. Alguien que le hablaba de otras tierras y otros aires.

Y fue entonces cuando ella, al apurar el licor de su vaso, vio la disposición de las estrellas por primera vez. Primero vio el toro dibujado hacia el este, como recortado por un brillo diferente, sobre una arena toda negra salvo por un río con sombra de gris o de vía láctea. Aldebarán -supo que ése era su nombre-, gorda y brillante, iluminaba la colocación de las demás estrellas sobre la testuz del animal, y esa misma claridad alcanzaba hasta los dos puntitos de los cuernos.

Ella quiso decirle a él lo que estaba pasando. Bajó la vista hacia sus ojos al tiempo que el cisne se recortaba sobre la zona más sombría de la vía láctea . Quiso decirle que parecía que aquel cisne volara sobre una nube de ceniza oscura que a su vez flotara sobre un río turbio de lodo de estrellas.

Pero para entonces en los ojos de él había lágrimas. Ella dudó si concentrarse en el brillo de esas lágrimas o en la estela del cisne que se apagaba.

Mientras se besaban, ella abrió los ojos y vio un millón de estrellas tan caóticas como siempre. Sobresaltada interrumpió el beso y buscó en el cielo el toro y el cisne y el río y la nube.

Pero tan solo quedaba un enjambre de puntos de luz sobre un cielo limpio y plano, como el negativo de una sábana estirada que hubieran llenado de agujeritos. Sin profundidad, ni toros ni cisnes. La belleza y el desorden de cada noche. Y quiso llorar y no pudo.

Despertó sobresaltada a las cuatro de la mañana y enfrentó el mal rollo con aquello de "menos mal que TODO ha sido un sueño", mientras se levantaba a cerrar bien el balcón.

Y fue allí como le volvió el dolor del sueño, frente a la noche clara de otoño, con una luna en creciente que daba frío solo verla.

De modo que encendió un cigarro, se envolvió en una manta y se sentó a contemplar su insomnio frente a las estrellas mientras pensaba "que putada que SOLO haya sido un sueño".

(1) Coal sack

Sección-Reflexiones

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jueves, octubre 05, 2006

El gran batacazo.

Pues resulta que me acabo de enterar, después de tres años, de que ni le gusto a mi suegra ni me soporta, porque dice que la estreso con mi forma de ser.

Cuando conocí a Pepe él tenía otro trabajo que estaba más cerca de la casa de su madre que de la de él, la nuestra actualmente, así que solía ir a comer a diario con ella y cada tarde también pasaba por allí a darle un paseo a la perrita que falleció este mismo verano, ¿la recuerdan?, que era de él pero que vivía con su madre para hacerle compañía, y como era grande, pues la paseaban juntos y así le daba también un vistazo a la madre.

Por otro lado, la ex de Pepe era la típica persona que estaba también siempre pendiente de la que actualmente es mi suegra, la llamaba por teléfono casi a diario y como por lo visto era una persona muy dulce y cariñosa, tenía ganada a toda la familia de Pepe, desde la madre hasta los sobrinos, y cuando Pepe rompió con ella y al poco tiempo empezó su relación conmigo, bueno, supongo que es normal, pero a mí me miraban con lupa.

Yo opino que soy una persona que (supongo) posee algunas virtudes, pero bastantes defectos... digamos... soy demasiado sincera y echá p'alante , con poca mano izquierda, nulas habilidades diplomáticas, cero sentimiento maternal que se traduce en poca paciencia con los niños ajenos, la autoestima (de toda la vida) un poco más baja de lo normal, lo que se traduce en poco o ningún sentido del humor, sobre todo conmigo misma, y muy dada a dar mi opinión más auténtica y verdadera. Pero entre las virtudes que creo que tengo también coinciden algunos de mis defectos, como es que cuando quiero, quiero de verdad, aunque me pese, soy sincera y bastante espontánea y muy celosa de mis afectos con las personas... y eso parece que no le gusta a mi familia política.

Durante tres años los he considerado parte de mi propia familia, les tenía muchísimo cariño, a todos, a unos más que a otros, pero siempre me he preocupado por ellos, sus fechas señaladas, sus intereses, traerles un detallito a TODOS cada vez que nos íbamos de viaje; luego mi chico cambió de trabajo y en esa misma época empezamos a vivir juntos, y como él ya no podía ir a comer con su madre a diario ni verla tan a menudo, pues he tenido que pasar por el trance de pegarnos casi dos años en los que todos y cada uno de los sábados del mes salíamos a comer con ella, y como no quería dejar de lado a la mía pues también solíamos animarla a venir, y así los cuatro, mi novio, las dos madres y yo, recorríamos la isla buscando lugares nuevos para almorzar y después hacer la compra juntos o enredar un rato en Ikea o sencillamente dar un paseo.

Mi madre es como yo, o yo soy como ella, muy habladora y espontánea, y en todo momento hemos intentado que mi suegra siempre se sintiera integrada cuando la reunión era con más personas, mis hermanos, mis cuñadas, que ella no se sintiera aparte con desconocidos, y es más, el año pasado que la cena de Nochebuena se celebró en casa de los suegros de mi hermano pequeño Pepe (se llama como mi novio, si) allá nos fuimos con mi suegra también porque ninguno de los hermanos de mi chico había tenido el detalle de contar con ella para esa fecha.

En todo este tiempo yo siempre la he tratado con mucho cariño, más que eso, con ternura y afecto, porque sé que se siente muy sola desde que se quedó viuda; siempre pensé que era una abuela más que una suegra, ya que es lo suficiente mayor para ser mi propia abuela, y como yo a las mías casi ni las conocí, pues veía en ella a esa persona mayor que nunca había tenido en mi vida anteriormente. A pesar de que a mi me hubiera gustado tener más fines de semana íntegros con Pepe y aunque a veces me cabreaba por no poder disponer de los sábados, en esas ocasiones terminaba por resignarme de buena forma a salir a comer fuera, a tener que ir con su madre, aunque la mía no fuera ese día en concreto, porque me sabía mal que ella no sale de casa en toda la semana y porque sé que Pepe se siente en la obligación de darle aunque sea esa salida semanal.

Bueno, pues este fin de semana pasado, extrañada de que ya hacía varios que no quedábamos para salir con ella, que Pepe siempre tenía que hacer los sábados por las mañanas en el trabajo y que decía que no le apetecía salir por ahí, le insistí y pregunté hasta la saciedad si había pasado algo que yo no supiera... y él confesó. Confesó que se había enterado por su hermano, a quien mi suegra se lo había dicho hace unas semanas, de que no le gusta mi forma de ser, de que la estreso y de que no me quiere.

Yo estoy desde entonces con un disgusto olímpico porque, la verdad, jamás me imaginé ni por lo más remoto esta situación o los comentarios que he tenido que escuchar acerca de mí, y sobre todo, de mi madre; sobre mi, que soy una maleducada porque soy demasiado extrovertida, habladora, directa, rotunda en mis opiniones; sobre mi madre que además de todo eso, también parece que es la inventora de la piedra pómez y que cuenta demasiadas batallitas de su vida y que les estresamos y que no les gustamos como somos.

Por supuesto reconozco abiertamente todas y cada una de las cosas que se nos achacan porque son ciertas (bueno, lo de que estoy maleducada...), incluido lo de que mi madre se pasa de rosca hablando de sus batallitas personales, cosa que por otro lado yo muchas veces he sufrido en silencio, porque sé que a ella le viene bien exorcizar ciertas cosas y a mí no me sale mandar a callar a nadie en esta vida, y quién no ha tenido un abuelo cebolleta que se la pasaba contando la batalla del Ebro, por poner.

Mi madre ha tenido una vida bastante complicada y diferente de la de todas las madres que yo he conocido por ahí, eso es verdad, y obviamente lo que a ella y a nosotros nos parece normal, porque lo hemos vivido en primera persona, a otros les puede resultar incluso mentira o pura fantasía si me apuras, pero es la realidad, y que a mi madre me la llamen Antoñita la Fantástica, sabiendo como saben (aunque sea un poco por encima) algo de su historia me parece cruel y me pone la medida de cordura a cero, porque será todo lo que tú quieras, pero es mi madre.

Ni qué decir que Pepe, en la mencionada conversación con su hermano en la que se enteró de esta perla, le dijo que cada uno es como es y que por supuesto todos estamos en nuestro derecho de gustarnos o no los unos a los otros, que tratará de no hacernos coincidir demasiado para que no se eleven los niveles de estrés de nadie, y que yo nunca he hecho o dicho nada a mala baba porque si algo soy es INOCENTE como pocas y no las veo venir ni aunque me las pongan delante.

Pero mis sentimientos están bajo tierra, es como cuando te enamoras y luego te enteras de que el objeto de tu deseo solo te quiere para que le ayudes a hacer los deberes de Literatura; me siento ridiculizada, por haber dado mis afectos a quien no los supo apreciar, malinterpretada, porque hasta la mínima cosa que yo he hecho o dicho para mostrarme como soy y ofrecerles mi cariño y amistad en estos tres años, la han tomado como una extravagancia de persona rarita y sobre todo me siento humillada, porque (que no es el caso) si a mi o a mi madre no nos gustara una persona de nuestro entorno familiar, por ejemplo la novia de mi hermano, yo JAMÁS se le hubiera dicho a mi hermano, porque sé que a la larga haría mella en mis relaciones con él y por supuesto con ella porque acabaría enterándose, por lo que dudo mucho que el comentario a mi novio haya sido bienintencionado y por primera vez en este tiempo empiezo a pensar mal de todos ellos y me pregunto constantemente ¿qué pretendían al decírselo a Pepe?

Ayer me metí en un foro y escribí mi pequeño drama; me ha servido para darme cuenta de que ni es TAN drama, ya que he leído cosas peores de suegras peores, y también para elevar un poco mi ánimo, ya que todas las que leyeron mi historia me han aconsejado pasar del tema e incluso verle el lado positivo ya que ahora no tendré la obligación de verme tan seguido con la madre de Pepe o el resto de su familia, máxime cuando Pepe lo sabe perfectamente y me ha visto que he estado una semana literal y totalmente deprimida.

El problema, no sé si me explico, es que yo siento un pequeño vacío en mi corazón porque me faltan las personas (o las imágenes de las personas) a las que yo quería y que me han dado la espalda.

En fin, como me dijo una forera, si la vida te da limones... haz limoná!!!!

Expedientes-X

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martes, octubre 03, 2006

Historias del mercado


Desde hace un año compro en el mercado de Las Ventas. Empecé a comprar allí porque en el mes de agosto cerraron casi todos los puestos de la galería de alimentación que está cerca de mi casa y me tuve que buscar la vida. Esta búsqueda me llevó al mercado más bueno, bonito(1) y barato de Madrid.

Una vez que se compra en el mercado de las Ventas se ven con escándalo los precios de otros establecimientos y lo que antes parecía gasto se percibe como derroche. En este mercado se mezclan todas las razas de todos los continentes y todas las clases sociales de Madrid. Entre tanta variedad también hay cantidad y el hacer cola pidiendo la vez es algo habitual para comprar en los puestos.

Siendo como soy de natural impaciente me viene muy bien este ejercicio de paciencia que intento complementar con una de las cosas que más me gusta: observar. Esta observación a veces se ve perturbada cuando mis ojos se posan en el cuerpo de bomberos, que también compra en este mercado. No hay cuerpo más fascinante que el de estos hombres valientes entrenados para salvarnos la vida en situaciones de peligro y a los que cedería gustosa mi turno si se diera la ocasión.

Pero además del cuerpo de bomberos me ha llamado la atención un par de clientas de este mercado que rompen moldes y que me gustaría glosar aquí. Ambas dos son octogenarias y tienen en común su amor por la vida canalizado por distintas vías.

Una de ellas es la abuelita taurina que conocí en la carnicería el pasado mes de mayo. Me sorprendió la conversación que estableció con el carnicero sobre la feria de San Isidro. Me pareció tan atinada y fundamentada su crítica taurina que metí baza en la conversación(2). Resultó que la abuelita iba TODAS las tardes a los toros con una entrada para jubilados. Ni la artrosis ni las muchedumbres ni el calor le mermaban fuerzas para tarde tras tarde dejarse caer por la Plaza de la Ventas del Espíritu Santo .

La otra es la abuelita gourmet, que encontré en la charcutería, comprando embutidos. Nada en su indumentaria denotaba su poderío económico a la hora de enfrentarse a la compra de embutidos. Primero pidió lomo ibérico del de bellota, diciendo "Hijo, que no tenga mucha sal", después pidió jamón ibérico pata negra insistiendo en que no fuera salado y añadiendo "hijo, pero no me lo cortes tan finito que luego no me sabe a nada". Se dejó 30 euros en el pedido y me dije, "llegará a centenaria con tan buena alimentación, pero los nietos o sobrinos no van a ver ni un euro".

Las tengo a ambas en un pedestal. Ya me gustaría llegar a su edad pudiendo ir a los toros todas las tardes de la Feria de San Isidro y que la pensión me permitiera comer sólo embutidos ibéricos, aunque tengan poca sal.

(1) Lo de bonito es un decir, me ciega la falta de objetividad
(2) No es mi estilo meterme en las conversaciones, soy más de escucharlas con cierto disimulo

Sección-Vivir para comer

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